Bono se reunió con el periodista italiano, amenazado por la mafia, Roberto Saviano horas antes de su concierto de anoche, con el que la banda ha reanudado su gira «360º»
Delirio en Turín con el regreso de U2 a los escenarios tras el parón de tres meses como consecuencia de los problemas físicos de Bono. «Beautiful day» fue la canción de inicio con la que Bono, The Edge, Larry Mullen, y Adam Clayton conquistaron a los casi 50.000 fans junto a quienes retormaron la gira del tour «360º».
Realmente fue un concierto a 360 grados, con un escenario coronado por una gran araña que envolvía a los componentes del cuarteto irlandés que intercaló sus canciones del último álbum «No line on the horizon» con algunos de sus temas clásicos como «One» o «Moment of Surrender». Bono consiguió con cada canción involucrar al público, hasta llegar a un «Cumpleaños Feliz» coreado por los fans en honor a The Edge.
La sorpresa llegó con dos canciones inéditas. La esperada «Glastonbury», compuesta durante el concierto de U2 en la Puerta de Brandeburgo en ocasión del veinte aniversario de la caída del muro de Berlín, y «North Star», tema que se quedó fuera del disco precedente y que hasta ahora no habían presentado en público. El concierto prosiguió con «Elevation» y «Until the end of the world», hasta llegar a «Unforgettable fire» que supuso el ápice de un concierto que hizo temblar los cimientos del estadio olímpico de Turín. Y es que U2 son un pequeño terremoto, como pudo comprobar en persona el escritor Roberto Saviano al ser invitado por el grupo a comer. «Me desperté con un mensaje que decía “Bono, el líder de los U2, te quiere conocer”», explicaba ayer el escritor de fama internacional a través de las páginas del periódico La Repubblica.
«Bono me acogió en la villa que habían alquilado. La atmósfera era realmente familiar, con niños que corrían por todas partes, e incluso ardillas que saltaban por el jardín», escribía Saviano dando a conocer el carácter del líder de los U2. «Bono tiene el perfil del investigador, estudia el mundo, lo conoce. Hacer música para él no es sólo el modo más bonito de estar en el mundo, no es sólo hacer que la gente se divierta, sino que es el medio con el que entiende, comunica, y transforma».
Bono y Saviano, durante la comida en compañía, hablaron de política, de África, y del compromiso social del cantante en tantos proyectos benéficos que en alguna ocasión le ha costado numerosas críticas. «Todos los enemigos sufren la deslegitimación, pero yo respondo con el humor, riéndome, porque no hay arma que pueda combatir el humor», comentó el cantante de U2.
El escritor napolitano, que vive desde hace años con escolta como consecuencia de las amenazas recibidas por parte de la camorra, preguntó también a Bono si no echaba de menos tener una vida normal. «Siento mucho no poder llevar a mis hijos a dar un paseo. Una vez -recordó el cantante- al inicio de mi carrera, intenté camuflarme, con un sombrero y un bigote de cowboy. Entré en una tienda, quería comprar una guitarra, así que utilicé un acento diferente para dirigirme al dependiente. Cuando ya había pagado e iba a salir, el dependiente se me acercó al oído y me dijo, tranquilo Bono no le digo a nadie que eras tu». El cantante de U2 quiso aprovechar este breve encuentro con Saviano para darle un consejo al escritor. «La primera victoria, aunque pequeña, contra las fuerzas del mal que te rodean, es conservar el sentido del humor. Por lo que tienes que luchar, y lo tienes que hacer estando por encima con una sonrisa», evidenció Bono con una sonora carcajada.
Fuente: ABC.es