Tras bambalinas y en el jet, U2 reinicia su épico show a 360º por David Fricke (Rolling Stone)
"Canté como un pájaro anoche," dice Bono con una sonrisa de oreja a oreja, parado en el pasillo del pequeño jet de la gira luego de despegar de Turín, Italia, donde la banda irlandesa ha deslumbrado a 45 mil personas en el Estadio Olímpico. "Sabía que podía hacerlo. No sabía del resto. Pero una vez que empecé, supe que todo iba a ir bien.
El show del 6 de agosto, fecha que dio reinicio al tramo europeo de dos meses, marco el regreso triunfal de U2 al ruedo con el espectacular 360º Tour de la era digital. La actuación en Turín, dramáticamente renovada de los conciertos de 2009, con rarezas del catálogo de U2 y tres nuevas canciones, fue también el primer concierto de Bono desde su cirugía de emergencia en la espalda del 21 de mayo en Munich. La operación forzó a U2 a cancelar la aparición en el festival británico de Glastonbury y posponer los 16 conciertos en Norteamérica hasta 2011. Cuando la banda se reunió en Turín para varios días de ensayos previos al show, Bono había tenido una rehabilitación de solo dos semanas.
Pero cuando el cantante salió al gigantesco escenario aquella noche, al sucio rock surgido de la nueva canción instrumental "Return of the Stingray Guitar," recorrió la pasarela como un boxeador profesional, arrojando puñetazos al aire. Bono también saltó al rápido y jubiloso ritmo de "Get On Your Boots" y, durante los bises, se columpió de su colgante e iluminado micrófono-volante como un gimnasta en una chaqueta de motociclista. "Anduve como el Señor Braggadocio," contó luego. "Fue la primera vez en 10 semanas que sentí que podía hacerlo. Y me sentí bien."
"Tuvimos esa sensación, 'OK, va a funcionar', unos días atrás en los ensayos," comenta Edge en el avión, sentado junto a una mesa con Larry Mullen Jr. y Adam Clayton, durante el corto vuelo a Niza, Francia, donde todos los miembros de la banda tienen casas y se tomarían el fin de semana libre antes del próximo show en Frankfurt. "Pero en aquel momento cuando Bono salió y literalmente empezó a juguetear, dije, 'OK, está de vuelta'."
Clayton dice que sabía que Bono "podría conseguirlo anoche. Es el próximo concierto el que me tiene preocupado, porque la adrenalina lo tapa todo."
Mullen concuerda: "Bono no iba a correr ningún riesgo en Turín. Es lo que él vaya a hacer con tres semanas en la ruta." El baterista agrega, "Yo lo prefiero como esta noche, más de lo que lo veo en otros conciertos. Hubo algo en su postura. Hubo una energía, donde el tuvo que usar algo profundo."
Bono tiene una palabra para eso: "Gratitud," declara dos días después, sentado en una torreta tipo solarium del lado oceánico de su casa, en la costa del Mediterráneo. Está vestido con camisa de jean azul y pantalones blanquecinos, sorbiendo un café de media mañana y recordando el día que fue llevado a cirugía. "Ese tipo me decía las oportunidades de salir intacto," comenta. "'Son mejores que las esperadas, realmente buenas probabilidades.' Pero vi a Ali," esposa de Bono, "mirándome como, '¿Va a ser una persona diferente la que me encuentre mañana?'"
"Creo que pude haber quedado con una cojera," afirma Bono, riendo. "Hay un montón de problemas mayores a los cuales uno debe afrontar. Supongo que, para mí, hubiera sido el final de una era. Pero salí perfecto. Y me siento increíblemente gratificado. Atravesar aquel show, eso era lo que se ve en mi cara, gratitud."
El 11 de mayo, el día después del cumpleaños 50, Bono estaba entrenando para los shows en Norteamérica, haciendo ciclismo en Nueva York, cuando sintió que algo salió mal. "Lo que sucedió fue que el disco atravesó el ligamento y se rompió en pedazos," dice. Bono no lo sabía entonces. Caminó con un bastón por algunos días antes de hacerse una resonancia magnética y ser advertido por su médico alemán, Dr. Hans-Wilhelm Muller-Wohlfahrt, que necesita ser operado inmediatamente.
"Descubrir que no eres indestructible fue un poco perturbador," reconoce Bono, con otra sonrisa. Él aprendió algo durante sus semanas de recuperación en cama. "Aprendí, con mi espalda, que tengo que ser un poco más moderado." Aun así, entre que Bono salió del hospital y el arribo de U2 a Turín, la banda pasó algún tiempo trabajando y grabando material nuevo en el estudio en la casa de Julian Lennon, en la colina sobre la casa de Bono. Bono cantaba mientras estaba acostado en una mesa.
Tras bambalinas en Turín, el manager de U2, Paul McGuinness, dice que la operación de Bono y los shows postergados de U2 le costaron a la gira cerca de 15 millones de dólares. Solo la mitad de esa cifra, que incluye el alquiler de los recintos y del equipo, y los salarios del personal de la gira, está cubierta por un seguro. Pero McGuinness insiste en que la banda nunca consideró cancelar la gira por razones financieras o por temor a la recuperación de Bono: "Vendimos más de un millón de tickets para aquellos 16 conciertos en Norteamérica. La confianza de esos fans debe ser recompensada. Girar termina siendo también la mitad de la vida de la banda. No actuar es ir contra de la marea."
En el avión, Edge sostiene que la mezcla del setlist de Turín, con temas tales como "Miss Sarajevo" e "In a Little While" mezclados con la balada aun sin terminar titulada "North Star" y el rock-grunge de "Glastonbury," prueba que el 360º Tour está escribiendo otra historia. "No estamos promoviendo nada," sostiene, refiriéndose al anticipado énfasis de "No Line On The Horizon" del año pasado. "Estos conciertos son todo lo que tenemos para dar, nuestro pasado, nuestro futuro, adonde estamos hoy."
"Es muy fácil hacer tus hits, los lanzas y todo el mundo contento," dice Mullen. "No estamos en esa. Estamos cambiando y tomando riesgos, y fallando. Eso es lo que U2 hace, triunfamos y fallamos. Nunca hacemos lo del medio."
"Siento que hay mucho júbilo alrededor," dice Bono en su solarium, remolinando su mano en el aire. "no se lo que está pasando, pero todos están con un gran ánimo. Las canciones son mucho más aireadas, más livianas." También hay bastante de eso: un total de cuatro discos nuevos. Además de "Songs of Ascent", el segundo set de canciones de las sesiones de No Line…, Bono y Edge musicalizan el musical Spider-Man (finalmente se estrenará el 21 de diciembre en Broadway), U2 está trabajando en un "disco de rock," como Bono lo dice, "y en un disco bailable." Él espera que U2 esté lanzando una nueva grabación, extraído de ese conjunto de canciones, a tiempo para el retorno a Norteamérica el próximo año. "Va a ser grandioso. Esa gente van a tener tickets para todo un show nuevo con nuevas canciones."
"Este podría ser nuestro apogeo," desvaría Bono con la misma sonrisa amplia que tenía en el avión. "Tal vez solo necesitábamos una pequeña pausa."