Una escucha al nuevo álbum de U2
El miedo a la piratería en la industria discográfica es cerval, paradójico. Escuchar el nuevo álbum de los irlandeses U2 a más de un mes vista de su aparición en tiendas, se convierte en un ceremonia tenebrosa, donde incluso tienes que dejar el "móvil" en déposito por si tuvieras tentaciones de pirata informático.
"No Line On The Horizon", el duodécimo en su obra, es un álbum profundo, maduro, reflexivo, como si fuera la cresta de sensatez de un grupo que lleva casi 30 años en el podium del rock.
Tiene tres canciones hermosas. Ya es bastante en un mundo de menigítica condición creadora. Pero no es el álbum vanguardista, repleto de sorpresas innovadoras, sonidos jamás escuchados o estructuras de canciones soñadas por un genio de la composición.
Al contrario, en el setenta por ciento de las once canciones que contiene el álbum, el típico sonido de U2, con las indefectibles guitarras de Edge calan en las melodías nada comerciales de Bono, que ha escrito unos textos, a medio camino entre la esperanza, el escepticismo, el amor y la nostalgia.
Tal como había avisado Brian Eno, productor del álbum junto con Daniel Lanois y el ingeniero Steve Lillywhite, el mejor tema del álbum es definitivamente "Breathe". Bono empieza utilizando el "Ulises" de su paisano Joyce, con el 13 de junio incluido y, luego, hay armonías, escala de acordes y melodías magníficamente intercambiadas con Bono cantándote "cada día muero otra vez y otra vez vuelvo a nacer". El resultado es una canción épica, poderosa, "porque las canciones están en tus ojos".
Técnicamente, la otra canción deslumbrante es justo con la que se inicia el disco y la que da título a la obra. El estribillo es sensual, innovador, con una sónica magníficamente conseguida y la más vanguardista.
"No hay línea en el horizonte, pero las canciones están en tu cabeza y también, ahora, en mi mente". Es como una rendición a los magníficos paseos en yate de Bono y Edge por el mar de Liguria y ese línea poética en el horizonte del mar. La portada es una expresión analítica de la melodía en la mente de Bono.
La tercera canción de calidad es "Stand Up Comedy". No es nada nuevo. Tiene un poderoso "riff" que me recuerda mucho a "Black dog" o cualquier canción de Led Zeppelin, pero es un gran rock y no olvidemos que U2 es básicamente un grupo de rock.
Es,además, una sardónica respuesta de Bono a los que le llaman bajito, porque canta :"Arriba la estrellas de rock; Napoléon va con tacones, pero Josefina, lleva cuidado de los pequeños hombres con grandes ideas". No hace falta más que apuntar.
Definitivamente, el single "Get On Your Boots" es lo más atrevido en vanguardia sonora, en concepción de ideas, mezclando lo real con los irreal. Hay guitarras de Edge que están "sampleadas" y otras tienen sonido real.
La mezcla es una nueva técnica, que se hace a base de "samplear" trozos de la canción, empezando por la estrofa, terminando por el estribillo. El ingeniero Richar Rainey ha desarrollado varias teorías sobre las técnicas de mezclas revolucionarias. Además, es el único elemento "diferente" en la estructura del monolítico equipo de más de veinte años en U2.
Hay un homenaje a Lou Reed –a Bono siempre le gusta mucho- en la última canción del álbum "Cedars Of Lebanon", en la que el cantante ejerce de corresponsal de guerra y canta con mucha clarividencia: "Escoje a tus enemigos con cuidado, porque son ellos los que te definen."
Es una buena frase para el final del álbum más cerebral de U2.
U2 presenta "No Line On The Horizon"
U2 tiene un nuevo sonido. En los temas más fuertes del álbum "No Line On The Horizon" alían el rock que los caracterizaba en la década de los 80 y se lanzan para una celebración oscura, con una componente coral fortísima a medio camino entre la liturgia y un ambiente épico difuso.
El disco se oye con claridad. Se define con facilidad y marca una nueva etapa en la carrera de la banda de Dublín. Las guitarras bien trabajadas, los teclados (menos usados anteriormente) y una evolución rítmica que transforma cada uno de los 11 temas desde su inicio hasta el último acorde son la tónica dominante.
Críticas aparte, en un momento en el que aún nadie puede oír el álbum, vale la pena contar la historia de la primera audición para la prensa ibérica. El secreto siempre ha sido el alma del negocio. A eso se ha agarrado Universal Music, discográfica de la banda de Bono Vox.
A la entrada de la sala, que tenía gaseosas, jugos, cervezas, aguas y refrigerios para todos los gustos, en la sede de la editora en Madrid, cinco minutos después de las 6:00 PM, una empleada de Universal pedía los teléfonos de los 40 periodistas convocados y los metía en una caja de cartón.
Grabar estaba prohibido, obviamente. Ya en la sala de audición, otra funcionaria daba fotocopias con las letras de los nuevos temas y pedía en inglés que no escribiésemos en las hojas pues tendríamos que devolverlas al final. El secreto tenía que ser guardado. Sólo después de que la banda anuncie online en su web oficial el nuevo disco a disposición del público se podrá divulgar en detalle su contenido, lo que podrá pasar dentro de 15, 20 días al máximo. El lanzamiento oficial ocurrirá el 27 de febrero sólo en su país de origen, continuando en Europa el 2 y en USA el 3 de marzo, todo planeado al pormenor.
La primera canción, "No Line On The Horizon", comienza finalmente a sonar. Sentados en una mesa, que no llega para todos, los blocks de notas se van llenando de apuntes. Muchos intentan apresuradamente copiar las letras, otros apenas las oyen y mueven la cabeza al son del ritmo.
Lo imprevisto continúa sucediendo. "Magnificent", tal vez el mejor tema del álbum (es necesario volver a escucharlo) es interrumpido abruptamente, el disco deja de sonar, el aparato falla por instantes. Vuelve la música, pero se vuelve a parar. Durante 10 minutos la gente reunida no sabe si reír o llorar. Siete personas con el aparato no consiguen resolver el problema, el CD no va. Los técnicos no entienden por qué y los nervios inundan a los empleados de Universal. Prueban con otro disco, y nada, pero de repente consiguen arreglarlo y va hasta el final el disco, en apoteosis.
El consenso es general: Edge, Bono, Larry y Adam tienen cosas nuevas para decir y lo dicen muy bien. La satisfacción es grande. La sensación dominante es ésa. Aquella cosa antigua, a la que ya no estamos habituados ha vuelto: oír un disco con gente que no se conoce y que está a la vez sintiendo el placer de la música y a diseccionarlo profesionalmente.
A la salida del primer grupo de la sede de Universal, se ve ya que entra el segundo, la prensa española entra en grupo. ¿Conseguirán oir el disco hasta el final, funcionará el aparato? La experiencia valdrá la pena de cualquier manera.