En el estudio donde la banda cierra su ambicioso nuevo “No Line On The Horizon”
Aun desde debajo de las escaleras previas a la sala de control, el formidable sonido que se filtra es inequívoco: En este temprano día de diciembre por la noche en los Olympic Studios de Londres, una nueva canción de U2 esta naciendo.
Escaleras arriba, en un verde sofá en la parte posterior del cuarto, esta Bono, cantando su último intento de una parte vocal principal con sus pulmones al máximo. Se menea sobre el sofá, como si fuera un orador epiléptico, mientras canta la letra en un micrófono inalámbrico. Las palabras, que las mantiene en revisión, tienen apenas cadencia como de hip-hop: “Stand up, ‘cause you can’t sit down… Stop helping God across the road like a little old lady... Come on, you people, stand up for your love [Párate, porque no puedes sentarte… Deja de ayudar a Dios a través del camino como si fuera una señora vieja… Vamos, gente, párense por su amor].” La canción esta potenciada por una fuerte riff que se ubica entre “Come Together” de los Beatles y “Heartbreaker” de Led Zeppelín; la rutina es más ceñida que cualquier cosa que U2 haya hecho en años.
El pelo de Bono esta cortado en un estilo punk. Esta usando unos jeans, lleva puesto unas botas de cowboy marrones, una camisa de jean – y aun en este oscuro y privado escenario, sus lentes anarajandos. Rodeándolo están sus compañeros de banda, quienes hacen largo rato finalizaron sus partes: Edge se sienta al lado de Bono, ojos cerrados, cautivado por la música; Larry Mullen Jr. tocando una ocasional batería imaginaria; y Adam está de pie en una esquina más lejos. “No tenemos bastante lograda a esta, y yo soy el problema,” Bono dice sobre la canción, la cual se llama “Stand Up Comedy” – al menos por el momento. Mañana tendrá nueva letra.
El nuevo disco, “No Line On The Horizon” (que sale a la venta el 3 de marzo), mezcla algunas de las más ruidosas y rápidas melodías que U2 hayan grabado alguna vez con canciones que reivindica el espíritu experimental de la dinastía “Achtung Baby” – “Pop” de los noventa. También hay canciones pop, así como al menos un familiarmente repiqueteante himno de U2, “Magnificent”. Pero después de dos años, U2 aun no esta completamente finalizado. “Estamos en el punto donde medio disco esta hecho, y medio disco esta en un estado donde cualquier cosa puede pasar – y probablemente pasará,” dice Edge, mientras ofrece un tour por la inmensa sala en vivo del estudio, que se ve bastante similar a cuando los Stones grabaron acá “Sympathy for the Devil”. En la base, el por largo tiempo co-productor Brian Eno está reacondicionando varias canciones con su laptop, mientras Steve Lillywhite comanda la consola principal escaleras arriba. El otro productor de la banda, Daniel Lanois, se fue el día anterior.
El primer single será probablemente “Get On Your Boots”, recoge lo dejado por “Vertigo”, con un monstruoso denso riff de guitarra distorsionada, potentes acordes que, por Bono, son resonancias de “New Rose” de la banda ‘The Damned’; versos que comparten un ritmo con “Subterranean Homesick Blues” de ‘Bob Dylan’, y un coro que mezcla extravagancia y devoción: “Get on your boots / Sexy boots / You don’t know how beautiful you are [Súbete a tus botas / Botas sexys / No sabes cuán hermosa eres].” “150 BPM, tres minutos, la canción más rápida que nunca hemos hecho,” Dice Bono, pasando la canción a un volumen ensordecedor en el espacioso salón del estudio luego de la cena. “Aun no estamos realmente listos para los contemporáneos adultos.”
Edge pasó un tiempo el año pasado frecuentando y sesionando con Jack White y Jimmy Page para el documental ‘It Might Get Loud’, y algo parece haber aflorado: “Esta desarrollando un tercer testículo, eso es lo que le esta pasando a Edge”, teoriza Bono. “Espero que no sea contagioso.” Algunas canciones comenzaron como solos en demo de una banda de garage hechos por Edge, mientras que otras se desarrollaron como improvisaciones de la banda a pleno (a menudo activadas por temperamentales loops introducidos por Eno) durante las sesiones en Dublín, en el sur de Francia y en Fez, Marruecos – con Eno y Lanois tocando los teclados y la guitarra, respectivamente.
“Empezamos simple, nos complicamos, y entonces lo resimplificamos,” dice Eno, a la vez que ajusta en su computadora lo que el estima es la 80º encarnación de una canción llamada “Breathe”. “Esta siendo un proceso largo, pero creo que es más fuerte en composición que cualquier otra cosa que hayan hecho hace mucho tiempo.” Dicho esto, Eno esta molesto ya que la banda ha discontinuado algunas de las más contemplativas y sónicas aventureras canciones que ha desarrollado. “Diles que están siendo unos estúpidos conchudos,” bromea, después de tocar una preciosa balada descartada llamada “Winter”.
No obstante, hay una saturación de sonidos inesperados. Un concepto para el disco fue una división entre canciones de “luz del día” – con instrumentos orgánicos y arreglos – y canciones “post-oscuridad”. Posteriormente, Bono dijo, “permitimos que nuestros intereses en la música electrónica, de Can, Neu! y Kraftwerk, afloraran.” Entre estas canciones está la que da título al disco, que tiene una agitación, un ritmo tribal y un inexpresivo coro. Y la ambiciosa posible apertura del disco, “Tripoli”, la cual violentamente se sacude en diferentes sectores. Y luego está la deslumbrante “Moment Of Surrender” de siete minutos de duración, la cual fusiona el estilo gospel de “The Joshua Tree” con una hipnótica línea de bajo y un resumido ritmo.
“Moment…” solo fue tocada una sola vez – la banda improvisó la versión en el disco desde la nada. “Esta clase de espíritu respira de vez en cuando,” dice Bono. “Es un sentimiento muy extraño. Estamos esperando que Dios camine dentro de la sala – y Dios, resulta ser, muy poco confiable. Entonces no tienes el derecho a imaginar que puedes hacer un gran disco. Pero lo que puedes hacer es crear las condiciones donde podría suceder.”
Aun desde debajo de las escaleras previas a la sala de control, el formidable sonido que se filtra es inequívoco: En este temprano día de diciembre por la noche en los Olympic Studios de Londres, una nueva canción de U2 esta naciendo.
Escaleras arriba, en un verde sofá en la parte posterior del cuarto, esta Bono, cantando su último intento de una parte vocal principal con sus pulmones al máximo. Se menea sobre el sofá, como si fuera un orador epiléptico, mientras canta la letra en un micrófono inalámbrico. Las palabras, que las mantiene en revisión, tienen apenas cadencia como de hip-hop: “Stand up, ‘cause you can’t sit down… Stop helping God across the road like a little old lady... Come on, you people, stand up for your love [Párate, porque no puedes sentarte… Deja de ayudar a Dios a través del camino como si fuera una señora vieja… Vamos, gente, párense por su amor].” La canción esta potenciada por una fuerte riff que se ubica entre “Come Together” de los Beatles y “Heartbreaker” de Led Zeppelín; la rutina es más ceñida que cualquier cosa que U2 haya hecho en años.
El pelo de Bono esta cortado en un estilo punk. Esta usando unos jeans, lleva puesto unas botas de cowboy marrones, una camisa de jean – y aun en este oscuro y privado escenario, sus lentes anarajandos. Rodeándolo están sus compañeros de banda, quienes hacen largo rato finalizaron sus partes: Edge se sienta al lado de Bono, ojos cerrados, cautivado por la música; Larry Mullen Jr. tocando una ocasional batería imaginaria; y Adam está de pie en una esquina más lejos. “No tenemos bastante lograda a esta, y yo soy el problema,” Bono dice sobre la canción, la cual se llama “Stand Up Comedy” – al menos por el momento. Mañana tendrá nueva letra.
El nuevo disco, “No Line On The Horizon” (que sale a la venta el 3 de marzo), mezcla algunas de las más ruidosas y rápidas melodías que U2 hayan grabado alguna vez con canciones que reivindica el espíritu experimental de la dinastía “Achtung Baby” – “Pop” de los noventa. También hay canciones pop, así como al menos un familiarmente repiqueteante himno de U2, “Magnificent”. Pero después de dos años, U2 aun no esta completamente finalizado. “Estamos en el punto donde medio disco esta hecho, y medio disco esta en un estado donde cualquier cosa puede pasar – y probablemente pasará,” dice Edge, mientras ofrece un tour por la inmensa sala en vivo del estudio, que se ve bastante similar a cuando los Stones grabaron acá “Sympathy for the Devil”. En la base, el por largo tiempo co-productor Brian Eno está reacondicionando varias canciones con su laptop, mientras Steve Lillywhite comanda la consola principal escaleras arriba. El otro productor de la banda, Daniel Lanois, se fue el día anterior.
El primer single será probablemente “Get On Your Boots”, recoge lo dejado por “Vertigo”, con un monstruoso denso riff de guitarra distorsionada, potentes acordes que, por Bono, son resonancias de “New Rose” de la banda ‘The Damned’; versos que comparten un ritmo con “Subterranean Homesick Blues” de ‘Bob Dylan’, y un coro que mezcla extravagancia y devoción: “Get on your boots / Sexy boots / You don’t know how beautiful you are [Súbete a tus botas / Botas sexys / No sabes cuán hermosa eres].” “150 BPM, tres minutos, la canción más rápida que nunca hemos hecho,” Dice Bono, pasando la canción a un volumen ensordecedor en el espacioso salón del estudio luego de la cena. “Aun no estamos realmente listos para los contemporáneos adultos.”
Edge pasó un tiempo el año pasado frecuentando y sesionando con Jack White y Jimmy Page para el documental ‘It Might Get Loud’, y algo parece haber aflorado: “Esta desarrollando un tercer testículo, eso es lo que le esta pasando a Edge”, teoriza Bono. “Espero que no sea contagioso.” Algunas canciones comenzaron como solos en demo de una banda de garage hechos por Edge, mientras que otras se desarrollaron como improvisaciones de la banda a pleno (a menudo activadas por temperamentales loops introducidos por Eno) durante las sesiones en Dublín, en el sur de Francia y en Fez, Marruecos – con Eno y Lanois tocando los teclados y la guitarra, respectivamente.
“Empezamos simple, nos complicamos, y entonces lo resimplificamos,” dice Eno, a la vez que ajusta en su computadora lo que el estima es la 80º encarnación de una canción llamada “Breathe”. “Esta siendo un proceso largo, pero creo que es más fuerte en composición que cualquier otra cosa que hayan hecho hace mucho tiempo.” Dicho esto, Eno esta molesto ya que la banda ha discontinuado algunas de las más contemplativas y sónicas aventureras canciones que ha desarrollado. “Diles que están siendo unos estúpidos conchudos,” bromea, después de tocar una preciosa balada descartada llamada “Winter”.
No obstante, hay una saturación de sonidos inesperados. Un concepto para el disco fue una división entre canciones de “luz del día” – con instrumentos orgánicos y arreglos – y canciones “post-oscuridad”. Posteriormente, Bono dijo, “permitimos que nuestros intereses en la música electrónica, de Can, Neu! y Kraftwerk, afloraran.” Entre estas canciones está la que da título al disco, que tiene una agitación, un ritmo tribal y un inexpresivo coro. Y la ambiciosa posible apertura del disco, “Tripoli”, la cual violentamente se sacude en diferentes sectores. Y luego está la deslumbrante “Moment Of Surrender” de siete minutos de duración, la cual fusiona el estilo gospel de “The Joshua Tree” con una hipnótica línea de bajo y un resumido ritmo.
“Moment…” solo fue tocada una sola vez – la banda improvisó la versión en el disco desde la nada. “Esta clase de espíritu respira de vez en cuando,” dice Bono. “Es un sentimiento muy extraño. Estamos esperando que Dios camine dentro de la sala – y Dios, resulta ser, muy poco confiable. Entonces no tienes el derecho a imaginar que puedes hacer un gran disco. Pero lo que puedes hacer es crear las condiciones donde podría suceder.”