"See The World in Red and Green...
... Mexico City right in front of you"
15-02-2006
Lugar: Estadio Azteca
Setlist:
01. City Of Blinding Lights
02. Vertigo
03. Elevation
04. Mysterious Ways
05. Until The End Of The World
06. New Year's Day
07. I Still Haven't Found What I'm Looking For
08. Beautiful Day / Cielito Lindo (Fragmento)
09. Norwegian Wood
10. Original Of The Species
11. Sometimes You Can't Make It On Your Own
12. Love And Peace Or Else
13. Sunday Bloody Sunday
14. Bullet The Blue Sky / When Johnny Comes Marching Home (Fragmento) / The Hands That Built America (Fragmento)
15. Miss Sarajevo
16. Pride (In The Name Of Love)
17. Where The Streets Have No Name
18. One / Unchained Melody (Fragmento)
19. Zoo Station
20. The Fly
21. With Or Without You
22. All Because Of You
23. Yahweh
24. 40
El primer concierto de U2 en el D.F. contuvo un número importante de canciones diferentes del show de Monterrey. En el set principal, "City Of Blinding Lights" abrió por primera vez un show del Vertigo Tour en un estadio abierto, "Norwegian Wood" fue interpretada entre "Beautiful Day" y "Original Of The Species", "New Year's Day" retorna después de haberse perdido todo el 3º tramo de la gira (la última aparición había sido el 14 de agosto de 2005).
"Zoostation" abrió los bises por primera vez desde el 8 de noviembre de 2005, "The Fly" volvió a ser tocada luego de su última presentación el pasado 18 de noviembre de 2005, y "40" cerró el show en lugar de "Vertigo".
El Azteca fue un Vertigo
Liliana Flores Martínez
Reportera
CIUDAD de MÉXICO.- Con un enorme, estremecedor, grito de júbilo ante los primeros acordes de "City Of Blinding Lights", comenzó a las 21:15 horas de ayer el concierto de la banda irlandesa U2 en el estadio Azteca. Miles de jóvenes y no tan jóvenes no cesaron de gritar -algunos rozando francamente en la histeria- y corear prácticamente las más de 20 canciones que integraron el concierto que puso fin a ocho años de ausencia en los escenarios mexicanos.
El gigantesco escenario cobró vida ofreciendo un impresionante despliegue tecnológico en que se mezclaron luces e imágenes de video, proporcionando una exacerbada atmósfera al desempeño de Bono, The Edge, Larry Mullen Jr. y Adam Clayton.
Comentarios políticos acerca de nuestra realidad, momentos estratégicamente cuidados para impactar a un público incondicional se entremezclaron con la interpretación de temas como "Vértigo" y "Elevation", "One" (quizá el tema más conmovedor de la banda), entre otras rolas.
Apenas unos minutos y nadie se acordaba ya de la presencia de The Secret Machines, el prácticamente desconocido grupo elegido para servir de teloneros, cuya actuación únicamente provocó indiferencia, cuando no rechazo de un sector del público.
La música y las letras de "I Still Haven´T Found What I´M Looking For", "Sunday, Bloody Sunday" y "Miss Sarajevo" hicieron olvidar, al menos momentáneamente, la sorpresa de la lluvia que empezó a caer poco después de las 18:30 horas en las inmediaciones del Coloso de Santa Úrsula, ya después el consecuente catarro se añadirá como un "plus" del concierto.
Y es que las medidas de seguridad establecieron que no se le permitiría a la gente entrar al Azteca diversos objetos, entre ellos paraguas, así que no quedó otra para los quisquillosos más que comprar los "impermeables" (eufemismo para describir unos plásticos) que llegaron a cotizarse hasta en 25 o 30 pesos.
Un necesario flashback
Más detalles del concierto serán descritos mañana, pues al momento de cerrar la presente edición, U2 continuaba su primer concierto en la ciudad de México culminando una jornada que para muchos empezó en la madrugada, ya que debido a que algunas secciones no estaban numeradas, prefirieron acampar para alcanzar el mejor lugar posible.
Otros menos devocionales a la banda liderada por Bono, empezaron a arribar al estadio Azteca en prácticamente todos los medios de transporte: autobuses con corridas especiales desde diferentes puntos del valle de México, carros, tren ligero y, por supuesto, a pie desde Periférico o la estación Taxqueña.
El personal del Azteca decidió abrir las puertas poco después de las 15 horas. Para la tarde, avenida Tlalpan ya presentaba un evidente congestionamiento. La plaza que antecede al estadio era una feria en donde revendedores ofrecían boletos que duplicaban o triplicaban incluso el precio de taquilla; improvisados guardarropas lucían mantas de "Se cuidan mochilas"; hasta comerciantes que lo mismo ofrecían tacos sudados o mexicanísimas tortas acompañados de refrescos y aguas multicolores. Claro está que los yuppies y demás fauna de nuestra pequeña burguesía consumía hamburguesas, pizzas y hasta refinados sushis.
Por momentos, el Azteca parecía una zona de guerra. Helicópteros sobrevolando las inmediaciones del estadio, lo mismo de la policía que de estaciones de televisión y radio. Sin embargo, esto no incomodó a la gente que se dio cita en el concierto, cuyo ingreso se dio sin incidentes de importancia.
Reportera
CIUDAD de MÉXICO.- Con un enorme, estremecedor, grito de júbilo ante los primeros acordes de "City Of Blinding Lights", comenzó a las 21:15 horas de ayer el concierto de la banda irlandesa U2 en el estadio Azteca. Miles de jóvenes y no tan jóvenes no cesaron de gritar -algunos rozando francamente en la histeria- y corear prácticamente las más de 20 canciones que integraron el concierto que puso fin a ocho años de ausencia en los escenarios mexicanos.
El gigantesco escenario cobró vida ofreciendo un impresionante despliegue tecnológico en que se mezclaron luces e imágenes de video, proporcionando una exacerbada atmósfera al desempeño de Bono, The Edge, Larry Mullen Jr. y Adam Clayton.
Comentarios políticos acerca de nuestra realidad, momentos estratégicamente cuidados para impactar a un público incondicional se entremezclaron con la interpretación de temas como "Vértigo" y "Elevation", "One" (quizá el tema más conmovedor de la banda), entre otras rolas.
Apenas unos minutos y nadie se acordaba ya de la presencia de The Secret Machines, el prácticamente desconocido grupo elegido para servir de teloneros, cuya actuación únicamente provocó indiferencia, cuando no rechazo de un sector del público.
La música y las letras de "I Still Haven´T Found What I´M Looking For", "Sunday, Bloody Sunday" y "Miss Sarajevo" hicieron olvidar, al menos momentáneamente, la sorpresa de la lluvia que empezó a caer poco después de las 18:30 horas en las inmediaciones del Coloso de Santa Úrsula, ya después el consecuente catarro se añadirá como un "plus" del concierto.
Y es que las medidas de seguridad establecieron que no se le permitiría a la gente entrar al Azteca diversos objetos, entre ellos paraguas, así que no quedó otra para los quisquillosos más que comprar los "impermeables" (eufemismo para describir unos plásticos) que llegaron a cotizarse hasta en 25 o 30 pesos.
Un necesario flashback
Más detalles del concierto serán descritos mañana, pues al momento de cerrar la presente edición, U2 continuaba su primer concierto en la ciudad de México culminando una jornada que para muchos empezó en la madrugada, ya que debido a que algunas secciones no estaban numeradas, prefirieron acampar para alcanzar el mejor lugar posible.
Otros menos devocionales a la banda liderada por Bono, empezaron a arribar al estadio Azteca en prácticamente todos los medios de transporte: autobuses con corridas especiales desde diferentes puntos del valle de México, carros, tren ligero y, por supuesto, a pie desde Periférico o la estación Taxqueña.
El personal del Azteca decidió abrir las puertas poco después de las 15 horas. Para la tarde, avenida Tlalpan ya presentaba un evidente congestionamiento. La plaza que antecede al estadio era una feria en donde revendedores ofrecían boletos que duplicaban o triplicaban incluso el precio de taquilla; improvisados guardarropas lucían mantas de "Se cuidan mochilas"; hasta comerciantes que lo mismo ofrecían tacos sudados o mexicanísimas tortas acompañados de refrescos y aguas multicolores. Claro está que los yuppies y demás fauna de nuestra pequeña burguesía consumía hamburguesas, pizzas y hasta refinados sushis.
Por momentos, el Azteca parecía una zona de guerra. Helicópteros sobrevolando las inmediaciones del estadio, lo mismo de la policía que de estaciones de televisión y radio. Sin embargo, esto no incomodó a la gente que se dio cita en el concierto, cuyo ingreso se dio sin incidentes de importancia.
Fuente: unomasuno
U2 - 1º Concierto en el Azteca
Liliana Flores Martínez
Reportera
CIUDAD de MÉXICO.- Tras ocho años de ausencia, U2 regresó México para cumplirle a su público con un concierto plagado de éxitos, nostalgia y mensajes de paz universal. la noche del miércoles pasado, la banda irlandesa ofreció la primera de dos presentaciones programadas en el Estadio Azteca.
The Secret Machines fue la banda que trató de calentar los ánimos de este esperado reencuentro entre U2 y México que desde hace varios meses se anunciaba a lo grande y durante los últimos días movilizó de manera intensa a sus seguidores y a la prensa nacional.
Por desgracia, este grupo no tuvo la capacidad escénica, ni la calidad de otros abridores de U2 en otras partes del mundo. Por ejemplo, para Estados Unidos y Japón el telonero fue Kanye West y para otras plazas de Latinoamérica, Franz Ferdinand. El resultado fueron ocho canciones que el público no cesó de abuchear y pedir la salida del mismo.
Tras una espera de varias horas, que para algunas personas fueron realmente de hasta tres días, en punto de las 21:30 horas U2 rompió el silencio y bajo oleadas de aplausos apareció en escena para iniciar su primer concierto.
Temas como “City of Blinding Lights” con la cual abrió la velada, “Vertigo”, “Elevation”, “Mysterious Ways” donde subió a una de las asistentes a que bailara la canción que años anteriores lo hiciera una bailarina de belly dance y “New Year’s Days”, fueron algunos de los temas con los que este cuarteto cautivó a un público que animado se mantenía atento a la presentación.
Por cierto, una nota para la trivia. Una de las bailarinas que participara en la gira de Zoo TV (particularmente interpretando este tema) es ahora la esposa de The Edge.
A pesar de la calidez del público, a Bono y a su banda, no puede soslayarse que les faltó verse más entregados en el escenario pues por momentos parecían distantes y muy apartados a comparación de otras presentaciones que han ofrecido dentro de su gira internacional “Vertigo”.
Por supuesto que en esta ocasión Bono no perdió la oportunidad de dar las gracias a su público y pedir perdón por la larga espera, “México es el futuro y U2 es la banda del futuro”, dijo en un paréntesis del show.
Cobijado bajo las luces de neón y las cerca de 70 mil personas que se dieron cita, U2 siguió con el recuento de su historia musical y no podían dejar fuera temas como “Original Of The Species”, “Sometimes You Can’t Make It On Your Own”, “Love and Peace Or Else”, “Sunday Bloody Sunday”, “Bullet The Blue Sky” con un fragmento de “When Johnny Comes Marching Home”, “The Hands That Built America” (otro fragmento) donde terminando la canción pudimos ver en las grandes pantallas frases de la Declaración Universal de los Derechos Humanos para invitar a tener un mundo de paz y armonía. Luego siguieron temas como “Pride (In The NAme Of Love)”, “Where The Streets Have No Name”, para culminar el primer bloque de canciones con “One” y un fragmento de “Unchained Melody”.
Para los gustos convencionales, U2 cumplía con dejar un grato sabor de boca entre su público de todas edades.
El momento emotivo de la velada para muchos llegó en el segundo bloque de canciones en donde encontramos a las que fueron el icono del “ZooTV Tour”, “Zoo Station”, “The Fly” para cerrar este bloque con la esperada de la noche “With Or Without You” con la que la respuesta pavloviana por parte del público, quienes ovacionaron una y otra vez a los irlandeses.
Para cerrar el tercer bloque, con el cual finalizó el concierto los irlandeses escogieron canciones como: “All Because Of You” y “Yahweh” para culminar con “40”.
Al finalizar la velada quedaron canciones en el tintero como “Desire” ó “Angel Of Harlem”, pero como apunta el crítico Oscar Sarquiz en un acertado comentario: “En mi opinión, se trata de un caso de devoción casi guadalupana. Hay un término para este tipo de público, en la tauromaquia que se llaman villamelones. Son el tipo de gente que va porque hay que estar”. Y por desgracia eso predominó en el retorno de U2 a México.
Reportera
CIUDAD de MÉXICO.- Tras ocho años de ausencia, U2 regresó México para cumplirle a su público con un concierto plagado de éxitos, nostalgia y mensajes de paz universal. la noche del miércoles pasado, la banda irlandesa ofreció la primera de dos presentaciones programadas en el Estadio Azteca.
The Secret Machines fue la banda que trató de calentar los ánimos de este esperado reencuentro entre U2 y México que desde hace varios meses se anunciaba a lo grande y durante los últimos días movilizó de manera intensa a sus seguidores y a la prensa nacional.
Por desgracia, este grupo no tuvo la capacidad escénica, ni la calidad de otros abridores de U2 en otras partes del mundo. Por ejemplo, para Estados Unidos y Japón el telonero fue Kanye West y para otras plazas de Latinoamérica, Franz Ferdinand. El resultado fueron ocho canciones que el público no cesó de abuchear y pedir la salida del mismo.
Tras una espera de varias horas, que para algunas personas fueron realmente de hasta tres días, en punto de las 21:30 horas U2 rompió el silencio y bajo oleadas de aplausos apareció en escena para iniciar su primer concierto.
Temas como “City of Blinding Lights” con la cual abrió la velada, “Vertigo”, “Elevation”, “Mysterious Ways” donde subió a una de las asistentes a que bailara la canción que años anteriores lo hiciera una bailarina de belly dance y “New Year’s Days”, fueron algunos de los temas con los que este cuarteto cautivó a un público que animado se mantenía atento a la presentación.
Por cierto, una nota para la trivia. Una de las bailarinas que participara en la gira de Zoo TV (particularmente interpretando este tema) es ahora la esposa de The Edge.
A pesar de la calidez del público, a Bono y a su banda, no puede soslayarse que les faltó verse más entregados en el escenario pues por momentos parecían distantes y muy apartados a comparación de otras presentaciones que han ofrecido dentro de su gira internacional “Vertigo”.
Por supuesto que en esta ocasión Bono no perdió la oportunidad de dar las gracias a su público y pedir perdón por la larga espera, “México es el futuro y U2 es la banda del futuro”, dijo en un paréntesis del show.
Cobijado bajo las luces de neón y las cerca de 70 mil personas que se dieron cita, U2 siguió con el recuento de su historia musical y no podían dejar fuera temas como “Original Of The Species”, “Sometimes You Can’t Make It On Your Own”, “Love and Peace Or Else”, “Sunday Bloody Sunday”, “Bullet The Blue Sky” con un fragmento de “When Johnny Comes Marching Home”, “The Hands That Built America” (otro fragmento) donde terminando la canción pudimos ver en las grandes pantallas frases de la Declaración Universal de los Derechos Humanos para invitar a tener un mundo de paz y armonía. Luego siguieron temas como “Pride (In The NAme Of Love)”, “Where The Streets Have No Name”, para culminar el primer bloque de canciones con “One” y un fragmento de “Unchained Melody”.
Para los gustos convencionales, U2 cumplía con dejar un grato sabor de boca entre su público de todas edades.
El momento emotivo de la velada para muchos llegó en el segundo bloque de canciones en donde encontramos a las que fueron el icono del “ZooTV Tour”, “Zoo Station”, “The Fly” para cerrar este bloque con la esperada de la noche “With Or Without You” con la que la respuesta pavloviana por parte del público, quienes ovacionaron una y otra vez a los irlandeses.
Para cerrar el tercer bloque, con el cual finalizó el concierto los irlandeses escogieron canciones como: “All Because Of You” y “Yahweh” para culminar con “40”.
Al finalizar la velada quedaron canciones en el tintero como “Desire” ó “Angel Of Harlem”, pero como apunta el crítico Oscar Sarquiz en un acertado comentario: “En mi opinión, se trata de un caso de devoción casi guadalupana. Hay un término para este tipo de público, en la tauromaquia que se llaman villamelones. Son el tipo de gente que va porque hay que estar”. Y por desgracia eso predominó en el retorno de U2 a México.
Fuente: unomasuno
