Sorprendidos quedaron los mozos del restaurante del hotel Four Seasons cuando el miércoles a las 22 en punto el mismísimo Mick Jagger se presento acompañado por 12 amigos argentinos, ninguno famoso. Cinco minutos antes, sus custodios habían recorrido las mesas pidiéndole a los comensales que por favor no tomaran fotos ni usaran sus teléfonos celulares para que el rockero pudiera comer tranquilo. Pero el hotel sigue recibiendo estrellas esta semana. Más precisamente en La Mansión, y –sobre todo– en la suite presidencial. Ya sin los Rolling Stones cerca, desde ahora la atención estará concentrada en los irlandeses U2, recién llegados a Buenos Aires. Y la misma cama mullida y blanca en la que durmió Mick Jagger desde hoy será de Bono.
Fuente: LaNacion.com.ar