Los amigos de U2Miracle.com nos traen una excelente traducción de la extensa entrevista publicada en el revista NME:
La Superliga De Los Caballeros Normales
Ellos venden estadios completos por el mundo, pasean con presidentes, incluso salvan vidas de personas, pero cuando NME fue invitada durante tres días al estudio dublinés de U2 hace dos semanas, solo eran cuatro tipos haciendo tazas de té y charlando…
"He trabajado con The Eagles, Emmylou Harris, Bruce Springsteen, James Taylor, Pearl Jam, Paul McCartney..." recuerda el nacido Louisville, Kentucky, Dallas Schoo. "Y ninguno puede compararse a este este tipo. Tiene algo más..."
Dallas Schoo es el técnico de guitarra de Edge. Lo lleva siendo desde hace más de dos décadas, habiendo abandonado su espectáculo Lynyrd Skynyrd para unirse a la banda en la segunda manga del tour "The Joshua Tree". Sabe más de las guitarras de Edge que el mismo guitarrista y – para hacer de Chilla durante un segundo – los dos están abiertamente un poquito enamorados el uno del otro.
¿Edge cuántas guitarras usas normalmente en una noche?
"Oh, unas veinte..."
Dallas se inclina. "Son 18 en realidad Edge..."
El guitarrista y el técnico se ríen. Ambos se sonrojan.
Si alguna vez te encuentras en Dublín y quieres visitar el estudio de U2, date un paseo desde el centro de la ciudad hasta la rivera norte del Río Liffey. Cuando el graffiti dedicado a U2 cambia de un solitario logo garabateado en la pared del Pizza Hut a una masa de murales, retratos y mensajes personales ("Hola, somos Zoe y Alice de Croacia", "Esperamos hasta las dos y media de la mañana. Bono y Edge vinieron y nos firmaron un autógrafo"), entonces sabes que lo has encontrado. Aquí es donde NME y U2 están hoy, la banda para trabajar en la música de la intro de su segmento de apertura de la 51º edición de los Premios Grammy, NME va a estar aquí durante los próximos tres días para enterarse dónde están las cabezas de sus miembros, si el próximo empuje promocional verá la importancia de la banda aumentar o no y para… um… fisgonear un poco por ahí, para ser honestos.
Mientras Edge y Dallas arrancan sonidos de nave espacial de sus guitarras y consideran el futuro del Limón gigante del PopMart Tour de 1997, Edge: "En realidad intentamos vendérselo a The Mighty Boosh. Pensamos que podría ser de su estilo". Bono escucha los playbacks de la intro para los Grammys; un minuto y medio de ruido de hip-hop-con-rock-artístico que la banda tiene intención de que desemboque en el principio de su nuevo single, "Get On Your Boots". El técnico de estudio Declan pone en fila una variedad de mezclas. Bono – rosario, camisa vaquera, omnipresentes gafas de sol azules con aspecto de ser muy caras – gira sus caderas, gritando, "¡Esto suena de puta madre!" por encima de todos nosotros.
Bono: "¡Hay unas 16 partes vocales diferentes aquí!"
Edge: "¿De verdad? Suena como si fueses tu."
Bono mira alicaído, "Bueno, las hay"
Al final de la habitación del directo hay un espacio para almacenaje, que alberga de pared a pared maletas de vuelo, el exceso de aparatos de batería de Larry Mullen Jr. Y todavía más guitarras de Edge. Más allá hay una cocina con un pequeño lugar para estar; dentro uno de los miembros disponibles del equipo de U2 están cocinando pavo Cajun, otro está probando una mesa de mezclas recientemente comprada por el grupo para su próximo tour mundial. De las paredes cuelga una canoa tallada en madera (Bono: "La compramos para el cumpleaños de Adam, no la ha usado tanto como nos hubiera gustado"), un autógrafo enmarcado de Elvis (Edge: "Compramos esto para el cumpleaños de Larry. El chico es un gran fan") y en el comedor, una copia enmarcada del acuerdo de paz de Irlanda del Norte. Mientras Bono habla sobre su organización caritativa DATA (Deuda Sida Comercio África) con diferentes personas, sobre varias superficies espiamos una bola de cristal de Nueva York con nieve, el primer álbum de Longpigs, "The Sun Is Often Out", un libro de partituras del disco de Nirvana "In Utero" y un catálogo de Sotheby’s dirigido a Adam Clayton. Ahora alrededor de la mesa de comedor la banda se ha conjurado para echar un vistazo a la nueva edición del vídeo de promoción de su primer single.
Bono: "Es demasiado… obvio… no hay nada… sabes… especial. Sólo parece un poco ZZTop tener el título de una canción con botas en él y luego chicas llevando botas en el vídeo."
En la pantalla de la MacBook un enjambre de piernas de chicas con botas se apiñan hacia la banda como una tarántula gigante de S&M. NME está pensando que el vídeo es asombroso, solo podría ser mejor si una de las botas de las mujeres se convirtiera en una plataforma de lanzamiento de cohetes.
"¡Oohh, me gusta esa parte!" Dice Bono cuando una de las botas de las mujeres se convierte en una plataforma de lanzamiento de cohetes.
El mes que viene la banda dublinesa lanzará su próximo álbum, "No Line On The Horizon", asegurar las intros para las ceremonias de premios, aprobar los tratamientos de vídeo y, "oh, ¿necesitas que te demos luz verde para esas fotos para la prensa?" son una vez más parte integrante de la existencia cotidiana de la banda. Después de unas sesiones de estudio fracasadas con Rick Rubin en 2006 (aquellas sesiones capturando su colaboración con Green Day en la versión de "The Saints Are Coming" de The Skids) una vez más se han unido a su tropa de producción desde hace mucho tiempo, Brian Eno y Daniel Lanois, para crear su décimo segundo álbum de estudio y el primero desde 2004 con "How To Dismantle An Atomic Bomb" – el intervalo más largo entre dos álbumes de estudio de toda la carrera del grupo.
Puede que te sorprenda saber que el pelo de Bono huele a pétalos de rosas (da a NME un pequeño abrazo más tarde en nuestro viaje), o que su manera de saludar a NME, apretar sus nudillos fuertemente contra el surco de nuestra columna. O incluso enterarte de su próximo proyecto junto a Edge, Spiderman: The Musical (The Edge:"Vamos a llevarlo a Broadway, pero primero necesita un para de canciones más"). Pero las probabilidades son, que la absoluta sutileza de "No Line…" sea la más escandalosa revelación que rodee a U2 alrededor del 2009. Le falta el fausto de cualquiera de los discos que el grupo ha hecho después de 1991 ("Achtung Baby") y además con una sabiduría macerada en barril a diferencia de sus obras inexpertas ("Boy", "October", "War") o de sus penetrantes a escala de estadio ("The Joshua Tree", "Rattle and Hum"), tiene más que ver con el almíbar del grupo moderno favorito de Edge, Secret Machines (¿su nuevo grupo favorito? Secret Machines derivan de School Of Seven Bells) que nada de lo que la banda irlandesa ha hecho hasta ahora.
"Me encanta que digas eso, "dice el guitarrista. "Nosotros en realidad nos metimos en este disco para hacer simplemente música entre nosotros, para divertirnos y no estando seguros de si íbamos a publicar algo al final de todo aquello, creo que debido a esa libertad hemos encontrado un sonido que no es lo que podrías esperar de nosotros.• Definitivamente este es el primer disco de U2 en el que no estamos intentando probarle nada a nadie. Y – el tiempo nos lo dirá, obviamente – creo que podría ser nuestro mejor disco."
Dallas está comiendo un plátano. Edge hojea una copia de la revista Time que hay sobre la mesa. Bono está de pie al lado de la cafetera, dando vueltas a una taza de te y moviendo sus caderas, a pesar de que no hay ninguna música sonando en la habitación.
"¿Querés algo de mí?" pregunta.
NME creyendo que el cantante simplemente nos está ofreciendo una taza de té, declina amablemente la invitación. Es solo cuando el portavoz de la prensa del grupo, Frances, nos da un codazo en las costillas cuando nos damos cuenta de que hemos dejado pasar nuestro tiempo de entrevista con Bono.
"¡Te estaba preguntando que si querías hacerle una entrevista," dice Frances, "no si querías té! Debes ser la primera persona en 25 años que le dice "no" a Bono…"
Um… mierda.
"Todavía," dice Frances. "Al menos puedes hablar más con Edge mañana."
Para un hombre que posee varias casas alrededor del globo, el Hotel Clarence en Dublín, el mismo establecimiento en que ambos, periodista y guitarrista nos encontramos ahora mismo sentados, zampando sandwiches de jamón y queso, patatas fritas y Pepsi (NME) y Guinness (Edge) – y un yate de 140 pies llamado The Cyan, el hombre de U2 es una de las personas más humildes que podrías haber deseado conocer. Puede citar como influencias de seis cuerdas a los virtuosos irlandeses Rory Gallagher y Thin Lizzy, pero su filosofía musical está más cerca de la de Moe Tucker de The Velvet Underground. "Moe dijo una vez que realmente ella no tocaba la batería," dice el guitarrista,"pero que tocaba las canciones de Velvet Underground. Me gusta pensar lo mismo de mi, mi forma de tocar y las canciones de U2."
Le encanta también The Bee Gees, prefiere el disco al rock, posee 375 gorros negros y disfruta haciendo cortos animados con su hijo en casa, es descrito por Bono como un "científico zen punk" y piensa que el hecho de que la revista Rolling Stone le pusiera en el número 24 de los mejores guitarristas de todos los tiempos fue "una tontería".
También conduce un Audi TT (con mucha sensatez se manifiesta, cuando más tarde lleva a NME al estudio) no tiene ningún problema en permitirnos armar un jaleo espantoso con su colección de guitarras en el estudio y tiene una risa que suena como un ratón de dibujos animados con un fuerte resfriado. Los íntimos de la banda dicen que para entender a U2, primero tienes que entender a su fuerza conductora, Edge. Y también hay poca gente que entienda al hombre con el que hemos pasado el tiempo de entrevista mejor que él.
NME: Bono está soportando muchos golpes – como amigo tuyo ¿te hace eso daño?
Edge: "Creo que está preparado para ello y que podría evitarlo en parte si realmente le molestara. Pero creo que el piensa sinceramente que mucho de este criticismo hacia él está mal fundado, es un poco trivial y que tiene cosas más importantes de las que preocuparse. Creo que ha atravesado diferentes fases de sensibilidad sobre ello, en este momento creo que de alguna manera disfruta de hacer respingar algunas narices porque, sabes, el lo ha meditado con mucha más claridad que ninguno de sus críticos."
¿Por qué está recibiendo tanto odio?
"Creo que la gente odia cuando otros logran algo por encima de su alcance. Así que la idea de un humilde cantante de una banda recorriendo los pasillos del poder, hablando con los líderes del mundo, la gente piensa," ¿cómo es que está haciendo eso?" Y tú sabes que va con el corazón en la mano, que dice lo que piensa. Así que, andar con George W. Bush, el sabía que no era guay, que era profundamente impopular en ciertos sectores – sabía, por sus propias razones, que rendiría resultados. Y tenía razón. La cantidad de inversión americana extra en el desarrollo africano que ha ocurrido bajo esa administración, comparado incluso con la administración Clinton, ha sido enorme. Una gran parte del por qué ha ocurrido es porque Bono deseaba estar en las fotografías, hacer las reuniones y hacer de ello un tema popular.
¿El hecho de que Bono se mezclara en ese tipo de círculos hizo que la banda se sintiera incómoda en algunos momentos?
"Bueno, como sus compañeros, no te gusta ver que tiene que tragar lo que dicen los periodistas por todo el mundo. Quiero decir, yo intenté disuadirle de su encuentro con George W. Bush cuando me dijo que se iba a hacer una foto con él. Y él me dijo: "Bueno, creo que es lo correcto, lo que tengo que hacer." Así que, al final, yo solo dije lo mío y dejé que siguiera con ello. ¡Tienes que entender que este hombre realmente quiere salvar vidas de personas! Pero, de cualquier forma, tenía razón. El me probó que yo estaba equivocado… otra vez."
Un día después fuimos invitados de nuevo al estudio para ver a la banda tocar tres canciones para nosotros, el equipo y el que todavía se puede considerar la mejor razón para ver BBC2: Lauren Laverne. El propósito de esta breve actuación en directo es proporcionar a The Culture Show material en directo, pero también proporciona la fascinante oportunidad de ver a la mayor banda del mundo, mmm, meter la pata.
Mientras Dallas y el equipo repasan las canciones asignadas por la banda, tocándolas mejor que el mismo grupo lo hará 30 minutos después, el bajista playboy Adam Clayton juguetea con el cinturón ("parece que me puedes ver la hebilla" dice en un tono de voz entre Kenneth Williams y James Bond) mientras que el baerista Larry Mullen Jr. da la mano vigorosamente (y en el caso de NME dolorosamente) a todos los allí reunidos. Bono se sienta en una habitación sellada viendo todavía otra edición del vídeo de "Get On Your Boots".
Al moverse a la sala del directo la banda toca tres versiones y media la pista que da título al nuevo álbum, dos versiones de su segunda pista "Magnificent", y cuatro del nuevo single, Bono pidiendo con orgullo que se incorpore la música grabada para la introducción en los Grammys. Es una actuación chapuza, pero agradable. Después Bono nos dice "Nunca nos volverás a vernos tocar tan mal…" Unos incómodos intercambios durante el té más tarde, un breve solo de la versión de "Light My Fire" de The Doors de José Feliciano a la guitarra acústica y por fin tenemos una oportunidad de sentarnos y charlar…
NME: Edge me dijo ayer que "No Line On The Horizon" es el primer álbum de U2 que no está tratando de probar nada a nadie…
Bono: "Bueno, ciertamente desaparecimos unos dentro de los otros y se convirtió en hacer música para nosotros cuatro. Cuando escribimos "Moment of Surrender" sólo la tocamos una vez, fue un encantamiento y estábamos dentro de ella. Uno de nosotros dijo "¿Sacaremos un álbum?" y fue Larry, creo, quien dijo "¿Por qué? ¿Por qué no solamente tocamos?" Esa manera de pensar afectó a la manera en que lo hicimos, porque no estábamos pensando "Oh, mierda, podríamos tener que tocar esta canción en la entrega de premios Brit."
Entonces, ¿cuándo empezaste a pensar que realmente podrías publicar la música?
"Hace más o menos un año, y decidimos que queríamos sacarla en noviembre. Extrañamente perdimos el hilo entonces; tan pronto como hubo presión para tenerlo terminado y publicado, lo encontramos realmente difícil de terminar. Sólo pudimos salir de ahí al ir a los estudios Olympic de Londres. Íbamos a publicar dos juegos de EPs, "Luz de Día" y "Oscuridad"; teníamos todas esas ideas, pero al final simplemente tomamos las mejores canciones y las pusimos en un disco."
Treinta y tres años de carrera, sería fácil para el cínico descartar a U2 como dinosaurios aferrándose a ser importantes…
"Honestamente no pensamos así – lo que ocurre con U2 es que pensamos sinceramente de nosotros mismos como contemporáneos de bandas como The Killers, Interpol, y Kings of Leon. Todas estas bandas estuvieron en la carretera con nosotros, al principio, nos miraban como si tuviéramos 10 cabezas. Luego, después de poco tiempo, dejaban de mirarnos como a antiguos artefactos y tan solo nos miraban como si fuéramos unos músicos más."
¿Es eso lo que los detiene de salir y hacer lo que los Stones hacen, simplemente regurgitar sus éxitos?
"Bueno, los Stones todavía hacen alguna música extraordinaria, a pesar de lo que la gente diga. La historia es que las relaciones se tensan en las bandas y está claro que la relación entre Mick y Keith no es lo que era. Siempre estoy agradecido de que U2 haya conseguido mantener este tipo de relaciones al ralentí."
Todos parecen todavía tan próximos. ¿Cómo lo han conseguido?
"Teniendo un amor propio de banda. Hay algunos grandes egos en U2, pero ninguno es más grande que el de la banda misma. Por ejemplo, significa que la idea es más importante que de quién fue. Dejamos eso atrás cuando teníamos 20 años. Nuestras circunstancias nos enseñaron a pensar de forma diferente. Tienes que recordar que estaban todas esas sandeces sobre el punk rock que eran asquerosas…"
¿Qué quieres decir con eso?
"Bueno, el punk rock era real… (se para). NME fue el gran faro cultural en promocionar esta nueva forma de ver la música y realmente fue algo semejante al año cero; la idea de que la imaginación era lo único que podía mantenerte. ¡El problema era que la mayoría de las bandas de punk eran horribles bastardos que no creían en ninguna de esas cosas! Mientras que nosotros cuatro éramos los niños del público y nosotros nos lo creíamos al 100 por 100 y realmente intentábamos conseguir esos ideales…"
"¿Duele no ser admitido en 'el club'?"
"Si, porque éramos irlandeses y no éramos guays y no nos dábamos cuenta de lo poderoso que era no ser guay entonces. Sólo pensábamos "mejor que nos hagamos guays", ¡pero gracias a Dios no lo hicimos, porque significaba que realmente podíamos decir cosas! La gente guay no tiene el mismo poder para decir cosas. El "tienes que ser guay" confinó al punk, paralizó su talento. Siempre agradezco que pasáramos todo esto y al mismo tiempo nos las arregláramos para permanecer relativamente sin ser cínicos."
Y este es el caso, puede que Bono encontrara la expresión para nosotros. Puede que debiéramos haber usado esta expresión "falta de cinismo" en vez de "sutileza" cuando describíamos "No Line On The Horizon" antes…
U2 no son tan guays como Nirvana, Oasis, The Clash, The Pistols, The Beatles, The Stones, The Velvet, The Roses, The Smiths, The Strokes, The Libertines y todos esos nombres de grandeza. Pero por alguna razón medio Dublín está embadurnado del graffiti de U2. Hay una cosa que ellos hacen mejor que todas esas bandas. Es por lo que todavía importan.
Es ese sentimiento de sonreírle a la cara del desdén, de hacer un ruido que suena más alto y más fuerte de lo que nunca creíste que cuatro mortales eran capaces de hacer; que son una banda que se apoya en su torpeza, momentos incómodos con rock and roll que quiere salvar vidas, no importa cuantas veces se amoraten las rodillas en el proceso. Y cuyo cantante – a pesar de cometer el pecado capital de llevar gafas de sol puestas en el interior en todo momento – ha salvado en la realidad vidas de personas. Y ¿qué has hecho tú últimamente?
Oh, maldita sea. Es ese sentimiento de conjurar la pasión. Y a pesar de lo que aquellos viejos tipos mezquinos dijeran a finales de los '70, nosotros no podemos pensar en algo más punk que la pasión.
Mientras Bono hace una taza de té para NME, esta vez de verdad, Adam coquetea con todas las mujeres de la sala y Larry continúa destrozando los nudillos de todas y cada una de las manos extendidas que ve, presenciamos la escena de una banda en paz, en casa.
Y ¡mira a Dallas! Su cara se ilumina mientras Edge exprime otro pase de mano alienígena por la Gretsch Country Gentleman en el cuarto de estar. Ahora hay un tipo que entiende lo que estamos intentando conseguir aquí…