¿Bono, sangriento Bono?

Andy Storey no tiene pelos en la lengua. No cuando se trata de su visión sobre el trabajo activista de Bono. El profesor de estudios para el desarrollo de la University College de Dublín se describe como "muy crítico" del cantante y activista. "Sus abrazos con poderosos anula lo que él pueda decir. Él pide que se incremente la ayuda, pero al mismo tiempo, encumbra y legitima a la misma gente que está ayudando a mantener la alta disparidad entre ricos y pobres."

"El es un idiota útil para los líderes mundiales que se ven grandiosos cuando son fotografiados a su lado. Y hay algo totalmente indecoroso en el servilismo de Bono para con ellos."

El lunes pasado, el líder de U2 celebró su 50º cumpleaños. En el mismo día, el diario nacional líder de Canadá, The Globe and Mail, publicó un especial sobre África que fue editado por Bono y Bob Geldof. No es la primera vez que un medio de gran tiraje le ha abierto las puertas a Bono, cuyo curriculum también incluye participaciones especiales como editor invitado en Vanity Fair, The Independent y Libération.

"Es típico del narcisismo del hombre," dice Storey. "Aquí está Bono, una privilegiada estrella de rock blanco pontificado por África y recaudando fondos con la campaña One, que por ejemplo, no pueden ser verificados."

Mientras que Bono ha tenido que enfrentarse con críticos de su trabajo activista desde 1984 cuando habló por primera vez sobre la pobreza africana, su estatus observado como chico del póster por el activismo lo ha llevado este año a un ataque sostenido de comentaristas del tercer mundo.

En su libro, Dead Aid, la escritora de Zambia, Dambiso Moyo, es particularmente mordaz con respecto a la contribución de Bono, mientras que el académico de Nueva York, William Easterly, ha sido tan crítico sobre el trabajo de ayuda del hombre de U2 que se ha ganado el mote de Anti-Bono.

Una polémica convincente es la tesis central de Moyo que dice que la ayuda occidental ha hecho al África pobre aun más pobre. Ella argumenta que la "industria de la piedad" no solo ha facilitado la corrupción a través de dictadores dando acceso a vastas sumas de inexplicable efectivo, sino que la ayuda también ha sofocado a la inversión y a la libre empresa.

Ella objeta cómo celebridades tales como Bono se han "transformado sin querer o manipulados en los voceros del continente africano" y remarcó en una entrevista con el The New York Times que en la única ocasión en donde se vio con Bono, en una fiesta para recaudar fondos para los africanos, ella era la única persona originaria de África en ese lugar.

Esta semana, en una sesión de preguntas y respuestas con The Globe and Mail, Bono refutó tales sugerencias. "No veo el color. La gente irlandesa somos generalmente inmigrantes. Donde quiera que estemos, nos sentimos en casa y no lo veo en términos de África. Nunca me veo hablando en nombre de África. Yo soy un fan de África, estoy enamorado. Quizá he sido un poco nativo. He pasado mucho de los últimos años en el continente o hablando sobre cuestiones que afectan profundamente al continente."

"Lo que tratamos de hacer, porque venimos de la cultura pop, es tomar las cuestiones que a menudo son tergiversadas con argumentos de alto nivel a favor y en contra de la ayuda y tratamos de hacerlas más accesible para la gente y solo para recordar a la gente que hay algunas metas muy alcanzables aquí."

Jamie Drummond, cofundador de One, dice que los objetivos significativos ya han sido cumplidos. "Hoy hay treinta millones más de niños en las escuelas de África porque la ayuda fluyó y hay ahora más de tres millones más de personas con anti retrovirales," le dijo a Weekend Review en marzo. "Bono tiene una larga trayectoria en África y mucha gente a lo largo de África piensa que él tiene un rol que hacer".

John O'Shea, jefe ejecutivo de Goal, aprueba esa opinión. "Bono se ha lanzado en esta área desde hace mucho tiempo. Él ha apremiado, avergonzado, adulado e impresionado a muchos líderes mundiales tomando el tema de la pobreza extrema en serio. "Bono tiene el oído de los más poderosos líderes y ese es un logro notable. El mundo necesita más activistas como él, se traten de cantantes, futbolistas o políticos. La conciencia es la clave."

Pero un ejecutivo de otra entidad caritativa irlandesa toma un punto de vista más crítico. "No dudo de la sinceridad de Bono, pero tengo cuestionamientos con su hipocresía. Este es un hombre que vuela alrededor del mundo en jet privado y vive una vida increíblemente privilegiada y cuando lo ves fotografiado junto a la gente africana, usualmente no sabemos sus nombres. Ellos parecen objetos convenientes en una fotografía que lo refleja muy bien a él."

"Y la decisión de U2 de mover sus asuntos impositivos a otro país realmente demuestra hipocresía cuando consideras lo bien que podrían ser usados esos enormes ingresos en el área de ayuda. El gobierno ajusta el monto de dinero que contribuye a las naciones en desarrollo y los impuestos aportados por la gente súper-rica harían, seguramente, una diferencia."

Andy Storey fue una de las voces más opositoras a la reestructuración impositiva de U2 cuando la historia se dio a conocer en 2006. Él aun está enfadado. "Eso es hipócrita y se te atraganta en la garganta. ¿Puede Bono no ver lo irónico en eso? Encuentro increíble que no hubiera más de una protesta, pero el silencio lo dice todo. La gente, particularmente en las organizaciones de ayuda, tienen miedo de poner sus cabezas por encima del parapeto y criticarlo."

Una figura de una de las más conocidas ONG cree que este es el caso. "Bono ciertamente genera un montón de críticas entre las organizaciones de ayuda, bien harías si encontraras a alguien que adoptara alguna posición públicamente sobre él con sus cuestiones. En privado, la gente puede ser muy maliciosa, recientemente, escuché a uno de nuestros voluntarios hacer una observación sarcástica sobre cómo la carrera musical de Bono ha hecho muy bien a la pobreza global cuando piensas en que la actuación de U2 en Live Aid los llevó a todo un nuevo nivel."

La cabeza de asuntos públicos de Concern, Caroline Hickson, apoya ampliamente la campaña de Bono y hace notar que su enfoque ha sido muy diferente a la de otras celebridades. "Bono y alguien como George Clooney han puesto una cantidad de tiempo enorme en Darfur para entender los problemas y han trabajado en el aumento de la concientización," dice. "Eso es muy diferente de otras celebridades que se benefician de una crisis y no invierten mucho de su propio tiempo. De esa gente tienes la sensación que lo hacen al menos por la oportunidad de aparecer en la foto. Después de todo este tiempo, no pienso que se pueda acusar a Bono de eso."

Es un tema que Bono incorporó en The Globe and Mail esta semana. "Acepto la fotografía más vergonzosa que a menudo acompaña nuestro trabajo donde tienes a estrellas de rock ricas junto a las más vulnerables personas en el mundo. A veces nos avergonzamos de esa yuxtaposición pero si esto es lo que se toma para desviar la atención de los argumentos entonces voy a aguantar la vergüenza."

Bono no estuvo disponible para hablar con Weekend Review esta semana, pero, según un socio cercano, las críticas que ha recibido no detendrán su campaña. "África es algo en la que ha estado apasionado por más de un cuarto de siglo. Él pasa más tiempo con los problemas de la pobreza que lo que lo hace con U2."

"Él es conciente de las críticas y siente que algunas son válidas pero es inflexible con las otras que están fuera de la realidad, particularmente los argumentos hechos en el libro de Moyo que parecen tan simplista y brutal. Esta es una persona, después de todo, que aboga por el fin de la ayuda occidental a África."

Sin embargo, el mismo Bono ha llegado a la idea de que los viejos acercamientos a África no funcionan.

"Mucha gente se da cuenta que la verdadera manera de salir de la pobreza no es la ayuda, es el comercio," le dijo a The Globe and Mail. "No me hice un activista pensando así pero he aprendido eso. Es un poco triste que yo, como activista, que entré en esto preferentemente preparado para estar en las barricadas con un pañuelo sobre mi nariz haya terminado ahora despertándome con la vista de mezcladoras de cemento y carreteras siendo construidas."

Mientras tanto, el actual editor del diario, John Stackhouse, ha tenido que defender los aportes de Bono y Geldof, luego que los canadienses expresaran opiniones diversas para con la edición de África.

"¿Por qué entregar el diario a dos músicos europeos que nunca han vivido en África?", escribió. "El Sr. Geldof y Bono reconocieron su poder como estrellas y la habilidad de obtener luz en las sombras del debate público. No presumen de hablar por los africanos o por los canadienses. Ellos están aquí como ciudadanos mundiales, confrontando con una problemática global."

"Mientras Bono tuvo que regresar a Nueva York por su fiesta de 50 años (que fue una sorpresa), el Sr. Geldof persistió el domingo a la noche, reelaborando titulares y discutiendo con el personal sobre la ubicación."

Sin embargo, la contribución de la pareja al periodismo canadiense no fue del agrado de algunos de los lectores del diario.

"¿Solo porque estos payasos viajen en jets privados van a ser pontificados en lo que ellos predican?" escribió un lector en la página web del diario. "Ellos son muy buenos queriendo gastar el dinero de otros."