Los cuatro miembros de la legendaria banda irlandesa le contaron a TIME acerca de otro disco nuevo en proceso, y de su proyecto secreto con Apple que podría salvar a la industria de la música.
A muchas, pero a muchas personas realmente, les gusta U2. No siempre ha sido fácil recordar ese hecho en medio de las cáusticas, y a menudo hilarantes, respuestas al lanzamiento del 9 de septiembre de Songs Of Innocence. La decisión de U2 de juntarse con Apple para entregar su disco nuevo a cada usuario de iTunes, sin preguntar, planteó preguntas válidas acerca de la elección del consumidor y del espacio personal en un mundo que rutinariamente infringe ambas. Por otra parte, mientras Apple paga a U2 por el disco, los críticos del acuerdo sugieren que este punto se pudo haber perdido entre los clientes de iTunes que lo obtuvieron gratis. Si es así, ese mensaje está ciertamente en desacuerdo con las intenciones de U2.
Como un artículo en la nueva edición de TIME revela que, Bono, Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr, creen tan fuertemente que los artistas deben ser compensados por su trabajo, es que han emprendido un proyecto secreto con Apple para tratar de hacer que eso suceda, no es un objetivo fácil cuando el acceso gratuito a la música está en todas partes gracias a la piratería y sitios webs legítimos tales como YouTube. Bono le cuenta a TIME que espera que un nuevo formato de música digital en elaboración probará ser tan irresistible para los fans de la música que los tentará nuevamente a comprar música, discos completos como así también canciones individuales. El punto es no solo ayudar a U2 sino que a los artistas menos conocidos y a otros en la industria que no pueden hacer dinero, como lo hace U2, de sus actuaciones en vivo. “Los compositores son gente que no salen de gira,” dice Bono. “Cole Porter no habría vendido camisetas. Cole Porter no hubiera ido a un estadio cercano a vos.”
TIME ha estado pasando el tiempo con U2 en el estudio, en Londres y en Malibu, y acompañó a la banda al lanzamiento de Apple en Cupertino. Durante los días que siguieron al lanzamiento, los miembros de la banda mantuvieron un semblante de alegría y tienen razones para sentirse bien. Controversial como lo fue, la salida de Songs Of Innocence catapultó al catálogo de la banda a los charts nuevamente. Al día de hoy Apple dijo que 38 millones de usuarios han accedido a Songs, descargando el disco o escuchándolo en streaming. Por cada tuit mordaz, U2 obtiene una respuesta positiva de un fan feliz o de un nuevo oyente. La banda está, con razón, orgullosa de su último trabajo, sin embargo la reacción no pasó desapercibida. “Es como el vómito de todo el mundo sin importar lo que es su primera impresión,” dijo Adam Clayton en un momento, desconcertado en vez de autocompasivo.
U2 podría siempre haber esperado algo de un duro camino por esto, el 13er disco en estudio de la banda. Por un lado, Songs tenía que ser comparado con su anterior lanzamiento, incluso con Achtung Baby, el extraordinario disco de U2 de 1991, que se ganó a los críticos que tenían previamente descartado al cuarteto como baladistas de estadios. Por el otro, puede ser duro escuchar a U2 a través de la estática que las campañas de su cantante a veces crea. Trabajando para aliviar la extrema pobreza a través de ONE, la organización que confundó, y luchando contra el SIDA a través de su iniciativa (RED), Bono ha ayudado a muchos en detrimento de algunos, de sí mismo y de sus compañeros de banda. Sus impulsos pueden ser públicamente temperamentales, y lo son, a pesar que los detractores de Bono prefieren parodiar su filantropía como un auto engrandecimiento, pero vamos, no dejar de hablar sobre las economías en desarrollo no es exactamente rock and roll.
En marzo TIME vio a Bono subirse a un estrado en Dublín con la canciller alemana, Angela Merkel, para entregar un afilado discurso a los delegados del Partido Popular Europeo, el bloque de partidos de centro derecha en el parlamente europeo. Él siempre trató de movilizar apoyo a sus causas de la gente que puede entregar un cambio, incluso si esto crea yuxtaposiciones incómodas o, en Dublín, encontrarlo haciendo lo suyo en una sala llena de conservadores en trajes, que luego los acosan cuando deja el escenario. (Repetimos: a muchas, pero a muchas personas realmente les gusta U2)
Edge, Clayton y Mullen no siempre están emocionados acerca de las actividades extracurriculares de Bono, pero como TIME también descubrió, ellos lo apoyan completamente, por él y por cada uno de ellos. Quizá la cosa más sorpresiva acerca del cuarteto, y en extensas y francas conversaciones ellos entregaron muchas sorpresas, acerca de sus actitudes con el dinero o con sus creencias religiosas, es lo cuánto aun disfrutan de la compañía del otro.
Como Bono y Edge bromearon afectivamente en el almuerzo de celebración justo después del lanzamiento de Apple, el viejo amigo de la banda y exproductor Jimmy Iovine, cuya compañía Beats fue adquirida por Apple por 3 mil millones de dólares en mayo, observa “No verías a Mick y a Keith haciendo esto.” Jagger y Richards, en harmonía en el escenario, discordantes fuera del escenario, son más socios típicos del rock que Bono y Edge. Después de años en la ruta y de encierro en estudios, las bandas de muchos años suelen alcanzar un punto de saturación entre cada uno de los miembros. Por el contrario, los cuatro amigos del colegio que formaron U2 en 1976 están más cerca que nunca.
Y su ambición quema por su brillo. Hay más música en camino, no solo una versión acústica de Songs Of Innocence y unos temas extras sino que también todo un disco nuevo y una gira mundial. Además tiene un plan trascendente para salvar a la industria de la música, la noticia, que sin dudas, atraerá más dardos de 140 caracteres en su dirección.
Fuente: TIME.com