¿Qué es todo esto de los ataques a U2 desde que la banda decidió lanzar su disco en iTunes coincidiendo con la presentación del iPhone 6?
Desde entonces ha habido una respuesta negativa, culminando en otro gran artista, Paul Brady, criticando duramente a la banda por hacer aun más difícil para los músicos ordinarios que les compren sus productos. Los medios de comunicación están llenos de autores furiosos criticando lo que la banda ha hecho para el lanzamiento de su disco nuevo.
Hay un alto grado de odio hacia Bono en muchos de los comentarios, una sensación de que el artista de Dublín lleva tiempo siendo demasiado grande para su gran silla.
Hay algo clásico irlandés, y de otras partes, que son cosas de personas con rencor. Bono es acusado de todo, desde ser un evasor de impuestos a ser un obsesivo de si mismo.
A lo que digo, “Bien por él y por sus compañeros de banda.”
Hubo un momento en Norteamérica cuando Irlanda significaba cabañas de paja y una repetición de Quiet Man. U2 fueron los primeros en romper ese estereotipo y darles a los irlandeses un respiro para ser considerados parte del mundo moderno.
Bono y los muchachos podrían haber crecido borrachos con riquezas, jugando a los chicos malos todos sus vidas laborales y aun recibir el tratamiento de adulación y de griterío de fans de todas partes.
El hecho de que decidiera tener una deuda que reparar por todo su éxito y una obligación moral de usar su fama para intentar ayudar la situación de hambre en África o la paz en Bosnia pareció ofender a un gran número de personas.
Claro que podría adoptar el tono intimidatorio cuando se habla sobre la crisis del SIDA; seguro que muy a menudo se lo encontró demasiado engreído.
¿Pero no era mejor aparecer así, hablando de la crisis mundial del SIDA o tratando de hacer al mundo mejor para gente hambrienta o remover la destructiva deuda del tercer mundo de países que no podían afrontar el pago?
La alternativa era un estilo Rolling Stone inclinado hacia la irrelevancia con canciones juveniles rebeldes siendo tocadas por hombres de edad avanzada y desde hace tiempo como parodia de ellos mismos.
Bono, The Edge y los otros miembros de la banda nunca cayeron en esa trampa. Incluso hoy, más allá del momento en que músicos de sus edades se han ido a echar semillas o a tocar viejos éxitos, la banda retiene una relevancia y presencia como lo probó el lanzamiento del iPhone 6.
Una vez me lo encontré, de regreso en el hotel del banda en Manhattan después de un concierto en Meadowlands. Lo que me sorprendió fue la rapidez con la que el hombre que era un Dios en el escenario solo una hora después estaba totalmente con los pies en la tierra, ordenando pizza, bebiendo cerveza, y escuchando intencionalmente un debate sobre Irlanda del Norte.
Creo que no merece pedradas sino un Premio Nobel por sus esfuerzos a favor de los menos favorecidos. Creo que eso enviaría una hermosa señal que el mundo de la cultura pop y el mundo de la política y la filantropía no son mundos separados.
Ha ido a donde pocos artistas, antes o después que él, han ido, y dejaría al mundo como un lugar mejor si nunca volviera a cantar otra nota. ¿Cuántos de nosotros puede afirmar eso? Creo que es el irlandés más destacado de su generación.
Ha sido el hombre que en la arena sufrió las adversidades por décadas, pero al pie del cañón.
Una vez él describió memorablemente a sus críticos como “mal llevados quejones desde lo marginal. Muchos de ellos no sabrían qué hacer si estuvieron en el campo. Son el partido que siempre estarán en la oposición así que nunca tendrán que tomar la responsabilidad por decisiones ya que saben que nunca serán capaces de implementarlas.”
Amén por eso.
Fuente: IrishCentral.com