Por qué está bien que Bono crea que la respuesta a la pobreza sea el capitalismo

Mark Hendrickson, Profesor de Economía en Grove City collage y colaborador de Forbes.com, escribe un artículo explicando por qué Bono hace bien reconociendo que el capitalismo es la herramienta necesaria para luchar contra la extrema pobreza.


Bono Se Abraza Valientemente Al Capitalismo

Bono, el cantante líder de la banda de rock U2, ha estado durante mucho tiempo luchando porque lo gobiernos incrementen su ayuda a los países más pobres del mundo. En uno de mis cursos de economía, muestro a la clase un segmento del programa de John Stossel de 2005, "Mitos, Mentiras y Estupidez" que empieza con un video de Bono suplicando al público usar sus teléfonos celulares para contactarse con los gobiernos y pedirles que incrementen su ayuda externa.

Siempre he tenido sentimientos mezclados acerca de la posición de Bono, hasta hace poco. Desde un punto de vista humanitario, admiro su sincero deseo de querer ayudar a la supervivencia desesperada de las personas más pobres del mundo, y espero que prospere. Por otro lado, su petición de más gasto público me hace gruñir, porque me recuerda a mí mismo a temprana edad cuando creía en el mito que la redistribución de la riqueza era la forma correcta de ayudar a los necesitados.

Mira, tienes que ser cruel, o inconciente, para ser indiferente hacia la penosa miseria en el mundo. Como Bono, una vez pensé que el gobierno tenía la respuesta. Con 19 años estudiando en Bogotá, Colombia, la severidad de la pobreza en los países en desarrollo me golpeó justo entre los ojos. Una multitud de pequeños niños, por lo general entre edades de 3 a 9 años, se precipitaban hacia mí, mendigando una limosna. Invariablemente, al menos a un niño de entre todos le faltaba un pie. Al principio, no podía entenderlo, no había una razón aparente que explicara tal inusual número de chicos con un solo pie. Cuando le pregunté a uno de mis profesores colombianos al respecto, me dijo que los propios padres de los chicos le amputaban un pie antes de abandonarlos, creyendo que más gente se compadecería de un niño mutilado que de un niño completo, aumentando así sus probabilidades de sobrevivir. (No estoy seguro si esa teoría fuera válida, porque no recuerdo haber visto a un adulto con un solo pie durante toda mi estadía en Colombia.)

Me quedé estupefacto. Todo mi ser se rebelaba contra tal tremenda realidad. Impaciente, como muchos de nosotros lo éramos siendo jóvenes, rápidamente me convertí en socialista, creyendo que la acción gubernamental sería la forma más rápida de poner fin al terrible sufrimiento de la aguda pobreza.

En pocos años, sin embargo, descubrí que los libres mercados harían más para aliviar la pobreza que los programas gubernamentales. Hay un viejo refrán que sugiere que cualquiera que no fue socialista cuando tenía 20 años no tiene corazón, y que cualquier que aun sea socialista cuando ya tiene 30 no tiene cerebro. Hay mucha sabiduría en eso. Como seres humanos, nuestras emociones alcanzan vigor antes que nuestro intelecto. Lo segundo toma tiempo en desarrollarse.

La historia de la economía muestra que algunos métodos funcionan mejor que otros cuando se trata de desarrollo económico. En términos de lo que la gente en un país puede hacer para asistir al desarrollo económico de otro país, resulta en que el comercio exterior y la inversión extranjera contribuyen significativamente al desarrollo económico, mientras la ayuda externa no lo hace.

Pregunta: ¿Qué países dieron ayuda externa a los Estados Unidos en el siglo 19 para convertirse en el país más rico del mundo? Respuesta: Ninguno, pero un considerable capital extranjero fue invertido junto con mucho comercio internacional. Similarmente, Zhou Xiaochuan, la cabeza del banco central de China, ha declarado con las políticas de China para ayudar el desarrollo económico deben estar basadas en continuar "promoviendo el comercio y la inversión."

La ayuda exterior, en contraste al comercio y a la inversión, tiene un triste récord. Los países que han recibido grandes paquetes de ayuda han permanecido en gran parte pobres. Dos estudios del Banco Mundial atribuyen esto al hecho que la ayuda externa a menudo apuntala a los regímenes que gobiernan mal. Las estadísticas han mostrado que la mayoría de los países dependientes de la ayuda han promediado un leve desarrollo económico negativo, dejándolos sumidos en la pobreza. La ayuda no es la respuesta.

Cuán favorable, entonces, es para mí saber que Bono ahora, también, entiendo esto. Uno de mis estudiantes me envió un video, mostrando a Bono dirigiéndose a una audiencia de estudiantes en la Universidad de Georgetown, en donde declara, "La ayuda es solo un paliativo. El comercio, el capitalismo empresarial, saca más gente de la pobreza que la ayuda." Bono dice también, "Al tratar con la pobreza aquí y en el mundo, el bienestar y la ayuda externa son una curita. La libre empresa es la cura."

¡Bravo! Aquí está el hombre que se ha mantenido en busca de respuestas en vez del enfoque perezoso (y popular) de dar a conocer una causa digna sin saber qué políticas funcionan en realidad. Bono entonces tiene el coraje de ir a la guarida del león ideológico de una universidad norteamericana para desafiar la ortodoxia académica declarando que el capitalismo es la respuesta. ¡Dios te bendiga Bono! Aun hay esperanza para nosotros.

Fuente: Forbes.com