En este extracto de "From the Ground Up", editado y publicado por U2.com, el escritor Dylan Jones cuenta el backstage en el día del show de Moscú, describiendo cómo la banda se prepara cada noche, y cómo es que se escuchan entre sí durante el show.
En el 360 Tour, cada día fue una fiesta, cada encuentro previo al concierto una cumbre, cada after-show un VIP colmado de amor. Esta era la primera vez que U2 tocaba en Rusia, y en agosto de 2010, el día posterior a que Bono viajara a Sochi en el Mar Negro para un encuentro oficial con Medvedev, la banda finalmente actuó en el estadio Luzhniki de Moscú. Y hubo casi tantos guardias de seguridad en el show como genuinos fans de la banda. De acuerdo con el equipo de la gira, estar en Moscú significaba que todo lo que se necesitaba hacer probablemente tomaría al menos el doble que lo habitual y estaría lleno de obstáculos sin sentidos.
"¿Por qué no tocamos en Moscú antes?" dice Paul McGuinness. "De hecho por la misma razón que argumentaron Hitler y Napoleón: está muy lejos. Hasta hace poco no había muchos lugares intermedios para realizar una ruta. Si se necesitan tres días para que lleguen los camiones a Moscú y tres días para que lleguen al próximo lugar en el que puedes tocar, digamos Berlín, no vale la pena. Como Europa del Este se ha vuelto más próspera y hay más lugares en donde tocar, se vuelve más fácil. Ciertamente, no fue una decisión en principio, solo que nunca lo habíamos logrado."
"En muchas maneras es un país que ha llegado muy lejos y de otras maneras no se ha movido muy rápido en absoluto," dice Arthur Fogel. "Entonces haciendo negocios puede ser muy desafiante, pero está definitivamente abierto como un mercado real para los shows, y hay muchos turistas que pasan por allí."
"Ellos conocían las canciones, y estuvieron muy entusiasmados y ruidosos, a pesar que había mucha seguridad," dice Adam. "Las autoridades tenían un problema con activistas de Amnesty International y Greenpeace, ambos estaban peticionado, y quisieron arrestarlos. Entonces una llamada telefónica fue hecha y todo se calmó. Pero teníamos policías con armas y cosas como esas, y no estamos acostumbrados a eso. En el pasado siempre éramos un poco cautelosos de que no hubiera un mercado real en Rusia, que no se pudieran vender tickets al público en general, y aun es cuestionable porque hay tal diferencia entre la clase media y la pobreza. Pero está mejor de lo que era."
En el show de Moscú, Bono invitó al público con una versión a capella de "Singing In The Rain", propicia para la ocasión, aunque los fans parecían más familiarizados con las letras de "Where The Streets Have No Name", "One" y "With Or Without You". Y como llovía, y en Moscú la lluvia cae como no lo hace en ningún otro lugar en el mundo, el paraguas computarizado de Larry se disparó para cubrir a la batería, haciendo que el público instintivamente aplaudiera otro de los elementos de ciencia ficción del show.
El programa de la tarde del día del show de la banda fue más o menos igual que el de siempre. El programa de Adam seguramente lo fue. En la tarde vería a un fisioterapeuta, para relajarse luego del entrenamiento de la mañana. Entonces tendría una comida ligera en el camarín, y entraría a vestuario. Luego la banda discutiría el listado de temas, que los vería cerca de las ocho menos cuarto yendo a varias habitaciones para encontrarse con invitados que habrían sido invitados para la noche.
"Tengo que decir que hoy en día puedo, realmente, hacer frente a mucha más distracción previa al show de lo que solía ser capaz de hacerlo," dice Adam. "Estoy mucho más enfocado de lo que solía ser. Vacío mi mente de cualquier cosa que pueda distraerme, tratando de lograrlo ahora en vez de pensar sobre las llamadas telefónicas que debo hacer o los correos electrónicos que debo contestar, y también de todo que en un modo organizativo pudiera ser una distracción. El vestidor tiene cierta calidad monástica; la gente está tranquila, concentrándose en el orden estipulado."
Curiosamente, Adam se preocupa. "A veces, incluso a pesar que hayas interpretado una canción miles de veces, cada vez que vuelves a ella es un problema. Así hay momentos cuando tengo el cerebro congelado, en donde si no he dominado una melodía y es usualmente cuando la grabamos, cuando no puedo resolver un cambio de acordes, o no creo que sea lo suficientemente fluida siempre me fastidio y termino pagándolo caro. Termina siendo una lucha de voluntades y luego, eventualmente, estoy bien con eso. 'Walk On' es una canción que me da pavor, y puedo verla venir verdaderamente con horror. Suelo conseguirlo ahora, pero sigo olvidando varias notas. Y tú sabes, 'Streets' es siempre un problema ya que hay constantemente muchos cambios de acordes que requieren de una gran concentración. Pero, tu sabes, eso cambia."
El 360 fue la segunda gira de U2 en la que Adam llevó puestas sus "orejas", tal como ellos lo denominan. Son los auriculares monitores usados por los músicos en la actualidad para poder escuchar lo que están tocando en el escenario. Se parecen a auriculares de un iPod, y son hechos a medida de la forma de la oreja del que los va a usar. Esencialmente, te ponen una jeringa en tu oído, que chorrea una sustancia similar a la pasta de modelaje o a la pasta dentífrica, creando una increíble sensación de intrusión a tu canal auditivo. Se lo deja puesto, entonces se lo extrae con un satisfactorio silenciador antes de ser enviado a los audiólogos.
"El resto de la banda los ha estado usando desde el ZooTV Tour, pero yo empecé a usarlos en la gira pasada," dice Adam. "Te dan una mezcla de sonido muy precisa, sin importar en qué parte del escenario estés, así que es como escuchar un buen concierto en vivo, mientras que tradicionalmente, si estabas actuando intentabas obtener tu lugar en el escenario, un bajista tiene que escuchar a la batería, y obviamente al bajo. Escuchabas lo suficiente del resto de la banda para saber dónde estabas. Pero si necesitabas escuchar más de algo solo te movías hacia ello, porque podías estar parado cerca de los amplificadores de la guitarra si querías escuchar el solo, o te acercabas al cantante si querías escuchar más las voces. Así que una vez que tienes esas cosas puestas es como tener auriculares, es como escuchar tu propio iPod. En realidad, estar en el escenario es a veces como estar en un iPod."
Justo antes de la hora del show, Edge rasguearía su guitarra tranquilamente, Larry se mantendría consigo mismo, y Bono empezaría a calentar su voz. Si te sientas en una de las habitaciones adyacentes podrías escucharlos haciendo ejercicios, que, a través de las paredes, a menudo suenan como una mala grabación pirata de Björk. La programación del show casi nunca cambia: 5 p.m. 'Puertas', 7.15 p.m. 'Snow Patrol', 8 p.m. 'Cambio del set', 8.45 p.m. 'U2 en el escenario', 11 p.m. 'Hora límite'.
Y mientras que la banda hizo las pruebas de sonido en los primeros días de la gira, fue fundamentalmente problemático que las puertas se abrieran tan temprano. Ellos permitieron entrar a la gente desde las 5 en punto, lo que significa que cualquier prueba de sonido necesitaría empezar a las 3 p.m., comprimiendo seriamente el día. El ritual previo al show nunca ha cambiado tampoco. Cada noche, antes de salir al escenario, U2 hace exactamente lo mismo. Caminan desde sus camarines individuales, o desde las salas de recepción, y se convocan unos a otros.
Generalmente, los miembros de la banda no han charlado entre sí durante todo el día, ya que han estado haciendo sus propias cosas, u se han ocupado de sus familias, y eso es una forma de reconexión. No es exactamente una arenga auto administrada, sino una especie de comunión, y un momento de gratitud.