Los reales héroes de la guitarra no juegan a los juegos. Ciertamente, el guitarrista de U2, The Edge, duró cinco minutos en el videojuego Guitar Hero.
"Oh, fue bueno para una sonrisa," dice sonriendo The Edge, nacido como Dave Evans. "Lo extraño de la realización, para mí, es que en el siglo 21, el Guitar Hero es una de las maneras en que los chicos descubren la música. Yo la encontraba en la radio y yendo a las tiendas de discos por una pieza de vinilo sagrada. No estoy seguro de lo que decir sobre dónde estamos hoy. Al final, es mejor que los chicos encuentren música a que no."
Que The Edge acepte el dominio de los videojuegos en la cultura popular no significa que U2 esté luchando por un lugar en los tiempos modernos. Por el contrario. Estamos en la trastienda del U2 360º Tour, el show de rock más grande del mundo y un hito del cambio tecnológico. La producción, con una pieza central de 50 metros de altura y con forma de garra, lleva al espectáculo de rock tan lejos como es posible. Y los U2, entrando próximamente en sus 35 años de vida, planean ir más lejos.
"Creo que es remarcable que seamos creativamente relevantes y que aun sigamos siéndolo," dice Adam Clayton. "Nunca nadie dijo que tendrías una gran visión creatividad y un entendimiento de tus propias habilidades en tus 40 y 50. Quizá es porque en este punto de la carrera, la mayoría de los de 50 años están tocando en el Holiday Inn. Pero empiezas a valorar cuán lejos has llegado. Te das cuenta que has recorrido un largo camino, aprendido un montón de lecciones y que lo hicimos juntos. Eso tiene un valor real."
The Edge dice que U2 ha durado porque sus personalidades son diferentes. "Es el secreto de por qué esta banda es lo que es," dice. "Nuestras fortalezas son diferentes y nuestras debilidades son diferentes. Intensificamos unos a otros las fortalezas y cubrimos las debilidades."
Clayton compara a U2 con una gema preciosa. "Déjame decirte que U2 es como un diamante," dice. "Bono está al frente, haciendo preguntas, apretando botones, haciendo cosas, a veces con éxitos, a veces no. The Edge trae el pensamiento tecnológico, intelectual y científico pensando qué vamos a hacer y a dónde vamos a ir. Yo traigo algo emocional e instintivo a la banda. Y Larry está en el fondo, asegurándose que nadie nos aceche."
Es famoso, en el único incidente que amenazó a U2, que el alcoholismo se acercó a Clayton en 1993. El problema le causó perderse el show en el SCG de aquel año. Fue la única vez que U2 tuvo que actuar sin los cuatro miembros. Clayton se puso a tratamiento y logró la sobriedad poco después.
"No puedo recordar como me terminé en esa situación donde no podía actuar en un show. Así que algo tuve que cambiar," dice Clayton. "En el mundo en que vivimos, es difícil no volverte adicto a algo. Y por mucho tiempo, no supe qué era. Pero se metió en el camino de mi desarrollo personal y de mi vida musical y creativa. Cuando fue el tiempo de lidiar con el, no miré hacia atrás. He hecho todo lo que quise. Hice todo con las drogas y el alcohol, hice todas las locuras. Estoy bien con lo que hice. Pero me alegra no tener que hacerlo más."
Es verdad. U2 nunca ha falsificado sus movimientos.
"Todavía tenemos arrogancia," dice The Edge, sonriendo. "Lo mejor del rock and roll es una combinación. Necesitas ser un showman con una habilidad de abrirte, ser sentimental y emocionalmente vulnerable en tu trabajo. Ahí es dónde puedes tener un gran alcance. La gente no se impresiona solo con la teatralidad. Ellos se impresionan con un artista que se está revelando. Se requiere de una doble personalidad. Por otro lado, necesitas mucha frontalidad. Y tienes que estar revelándote. Ese es el truco."
U2 tiene dos discos nuevos en proceso: una grabación pop con el productor Danger Mouse y otra con Will.I.Am. Bono y Edge también han escrito el musical basado en el superhéroe Spider-Man. Que se estrena en Broadway en diciembre, con previas que empezarían la próxima semana.
"Broadway es otro mundo," dice The Edge. "La mayoría de la gente nos ha dado la bienvenida. Ha habido unos cínicos también. Pero los hay en todos lados."
Los teatrales contrastes del U2 360º Tour y del musical son evidentes. Pero The Edge dice que vienen del mismo lugar.
"Salimos del público," dice. "Éramos chicos cuando íbamos a los shows, vimos grandiosas actuaciones en vivo y decidimos que queríamos estar en una banda. Nunca hemos perdido esa conexión de lo que es ser un fan. Nunca ha sido, 'Ven a ver a U2, los grandes maestros'. Hay una cierta cantidad de autoindulgencia que se dedica a cualquier trabajo creativo. Eres un artista. Pero hay un lado sano de nosotros que nunca pierde de vista lo que es estar en el público de un show de U2. Esa memoria, de ser un fan, está fuertemente conectada."
Fuente: HeraldSun.com.au