Otra vez, el cuarteto irlandés se subió a lo más alto de los rankings de todo el mundo. Y lo hacen con “No Line On The Horizon”, su nuevo álbum de estudio. Bono, Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. hablan largo y tendido sobre el lanzamiento discográfico más importante del año.
Ya es costumbre: cada nuevo disco de U2 es un tanque imposible de detener, que arrasa con todos los rankings alrededor del mundo. La historia se repite con “No Line On The Horizon”, el flamante álbum del cuarteto irlandés. En su primer día en las bateas vendió 65 mil unidades en el Reino Unido. Al cabo de una semana ya llevaba vendidas 80 mil copias en España y, prepárate para este numerito, 500 mil solo en los Estados Unidos. Y las cifras crecen cada hora. La clave del éxito, como siempre, son las canciones, esta vez producidas por Brian Eno y Daniel Lanois. La dupla de productores había trabajo con U2 en “The Unforgettable Fire” (1984), “The Joshua Tree” (1987), Achtung Baby (1991) y “All That You Can’t Leave Behind” (2000). Eno también produjo “Zooropa” (1993), pero sin Lanois. Mientras analizan la posibilidad de editar otro álbum antes de fin de año, que se titularía “Songs Of Ascent”, Bono, el guitarrista Edge, el bajista Adam Clayton y el baterista Larry Mullen Jr. cuentan cómo compusieron y grabaron el lanzamiento discográfico del año, y reflexionan sobre la fama en la que viven envueltos desde hace más de 30 años.
-¿Todavía les sorprende el hecho de que cada vez que sacan un disco se convierta, automáticamente, en un éxito mundial?
Bono: Hemos recibido críticas enloquecidamente buenas del disco. Creo que valió la pena el esfuerzo. Estuvimos trabajando en un montón de canciones. Algunas quedaron afuera del disco porque son parte de un estilo diferente que vamos a encarar en el futuro. Así que no es que, en estos dos años, sólo hicimos las 11 canciones del disco. Hicimos otro trabajo también.
Adam Clayton: Sí, y yo diría que ese trabajo del que habla Bono fue difícil. Hay un espíritu diferente en este disco, y creo que tiene que ver con el apoyo y la consideración que tuvimos para trabajar las canciones. Cuando decidimos posponer la salida del disco, nos dimos la oportunidad de examinar algunas de las canciones que habíamos dejado afuera. Nosotros mismos nos presionamos para hacer el mejor disco que podíamos.
Larry Mullen Jr.: Algunas veces elegís una fecha de finalización de un disco porque piensas que los vas a tener listo. Pero, en este caso, nosotros fuimos un poco optimistas. Después nos dimos cuenta de que no se iba a poder respetar la fecha que nos habíamos puesto. Por eso, a fines del año pasado, decidimos tomarnos unos meses más para terminarlo. Finalmente, terminamos el disco y estamos muy orgullosos.
Edge: Creo que dos de las grandes cosas que tiene el disco son su originalidad, y el hecho de que Brian Eno y Daniel Lanois participaran del proceso de composición, además de estar a cargo de la producción. Eso hizo una diferencia enorme en cuanto a cómo nos aproximamos al disco. El único inconveniente de todo eso fue que se hizo muy duro tener una cabeza para componer y otra para producir. En Marruecos se produjo un agitado proceso de alegría y euforia. No teníamos nada que hacer, excepto concentrarnos en crear música en ese ambiente increíble y salvaje. Pero cuando regresamos al estudio para grabar esa música nos dimos cuenta de que grabarla nos iba a llevar más tiempo del esperado.
-¿Por qué hicieron la preproducción del disco en un hotel de la ciudad de Fez, en Marruecos?
Bono: Porque nos atraen los lugares exóticos. Fue Berlín para “Achtung Baby”, Arizona para “The Joshua Tree” y Sarajevo en algún otro momento. Nos sentimos particularmente atraídos por los cruces de caminos, como Miami, por ejemplo, que es el cruce entre Sudamérica, Norteamérica, Cubo y el Caribe. De hecho, en Miami grabamos “Pop”. En cada esquina de Fez había un ruido alegre construido por los cantes sufíes y judíos, y los percusionistas de Jujuka. En Fez se desarrolla cada año un festival musical religioso al que me han invitado en los últimos cinco años. Una de las veces que fui pensé: “¿por qué no venimos acá, nos metemos en un pequeño hotel y grabamos?”. Y eso fue lo que hicimos.
Edge: Pienso que parte del motivo por el cual fuimos a Marruecos fue la necesidad de experimentar algo nuevo, de irnos de nuestro ámbito de confort para encontrar una perspectiva diferente de la música, de nuestra música, de la cultura mundial. Irónicamente, no introdujimos en el disco sonidos de la música norteafricana o la marroquí, aunque tocamos con músicos locales y prestamos atención al festival de música religiosa que se desarrollo en Fez mientras estuvimos ahí. Pero creo que estar allí nos dio una perspectiva diferente sobre nuestro trabajo y nos liberó de algo que puede asesinar tu creatividad: el juego de expectativas e ideas preconcebidas acerca de cómo debería sonar tu banda y cómo debería sonar la música contemporánea. Por eso, con esa libertad y trabajando con Brian y Daniel como compositores adicionales, realmente vivimos la experiencia de componer mucha música, alguna objetividad que Larry mantiene cuando observa cosas fundamentales y hace comentarios. Larry dice cosas como “¿Este sonido tiene sentido?”, “¿Es esta una gran ejecución de esta melodía?”. Yo me siento muy afortunado de estar en una banda como U2; todos lo estamos. Para grabar un disco de U2, cada uno de nosotros tiene que mostrar y dar absolutamente todo lo que tiene para ofrecer, porque si no lo hace, no conseguimos nada.
-¿Esa entrega total a la banda les deja tiempo libre?
Edge: Esto que hacemos nos demanda todo nuestro tiempo. La verdad es que no tenemos mucho tiempo para descansar. Tengo que ser honesto: para recrearme, por lo general, compongo una canción. Nuestros shows son una especie de catarsis que sirven para ajustar el eje emocional. Es como si vos pudieras focalizar todo lo que pasa en tu vida y transformar las cosas negativas en positivas. Nosotros estamos bastante sanos, pienso, y casi todas las personas que conocemos se sorprenden por eso. Esto tiene que ver con que nosotros no nos rodeamos de personas que nos dicen que tenemos siempre la razón o que somos geniales. Todo lo contrario: tratamos de trabajar con gente que sea honesta con nosotros. La otra cosa importante que nos mantiene centrados es que nuestra relación con el público es única: nos conocen mejor que nosotros mismos y eso nos permite confiar en ellos. Si subiéramos al escenario a tocar enfrente de una audiencia desinteresada y dispersa, nosotros haríamos un show de una calidad inferior. Nuestros fans se interesan y entienden lo que hacemos, por eso son una parte importante que contribuye enormemente al show, y eso es alfo que está mucho más allá de nuestra habilidades.
-Además de en sus giras, ustedes han tocado en Live Aid, el Live 8 y en el acto de asunción del presidente estadounidense Barack Obama. ¿Cuáles de esos shows históricos recuerdan con más alegría?
Adam: Algunos de esos eventos a los que hemos sido invitados han sido asombrosos. Yo recuerdo muy bien cuando tocamos en el Madison Square Garden de New York, luego del atentado contra las Torres Gemelas. Fue una fiesta increíble, pero por razones completamente diferentes a las que puedas imaginarte. Fue la primera vez después del ataque que los neoyorquinos salieron a la calle para participar de un evento público y multitudinario. Fue increíble ver eso y ser parte de eso.
Bono: Los policías de New York son todos irlandeses, al igual que los bomberos. Todos ellos fueron al show. Yo los hice subir al escenario y cantamos juntos “Walk On”. Fue un gran momento. Luego, mientras se iban del escenario, uno de ellos agarró el micrófono y dijo: “Joel, esto es para vos. Vinimos a cantar al Madison Square Garden. Cantamos en el Garden. Joel, esto es para vos”. El hombre dijo eso porque había perdido en las Torres Gemelas a un amigo con el que tenía una banda, y el sueño de ambos era cantar en el Garden.
Adam: También fue hermoso tocar “Pride” en las escalinatas del monumento a Lincoln, en Washington, durante la asunción de Obama.
-¿Leen las críticas que se escriben sobre sus discos?
Bono: Leemos las que están bien escritas, y también las están mal escritas. En una revista nos pusieron tres estrellas y media, que no está nada mal, pero la crítica estaba tan brillantemente escrita que me encantó. Para que la música pueda ser disfrutada por completo necesita, como se dice en el mundo del arte, ser puesta bajo sospecha. Y está bien que así sea. La verdad es que no hay un montón de música grandiosa. Es una mentira que cada año surgen diez bandas geniales. No es así. Surge una banda genial cada diez años; y, con suerte, una cada tres años. Este año hubo una cosecha abundante, porque tenés a The Killers, Kinas Of Leon e INTERPOL, que me parece es una banda increíble. Coldplay giró con su nuevo disco y tuvo mucho éxito, lo que es muy raro. Vos podés tener una banda de mierda con un gran cantante o una banda que haga buenas melodías pero letras horribles. La realidad es que es muy difícil reunir todos los requisitos para se una banda genial.
-A pesar de ser una superbanda, ¿cómo hacen para no creérsela?
Bono: Existe la idea estúpida de que el rock and roll es una forma de arte diferente a la pintura, el cine o la literatura. A partir de eso se supone que vos tienes reglas diferentes a las del resto y las canciones se te ocurrieron cuando dormías, que todo es diversión y que no te preocupa que el público esté cómodo o no en un concierto. Nadie se imagina a un pintor pensando esas cosas o hablando de esa manera. Pero eso pasa porque todos piensan que el rock and roll no es un arte, sino que es algo que sucede. Y no es cierto. Me imagino que mucha gente piensa que Oasis, por ejemplo, no se preocupa por nada ni piensa en nada. Se equivocan. Ellos piensan mucho sobre lo que hacen y lo que van a hacer. Noel es una gran estratega y Liam, un frontman de primera.
-Ustedes llevan juntos más tiempo que muchos matrimonios. ¿Cuál es la clave?
Adam: Creo que eso pasa porque llega un punto en el que entiendes que puedes llegar mucho más lejos y hacer mejores cosas con un grupo de gente maravillosa que si lo intentas solo. Se llega mucho más lejos trabajando juntos que cada uno por su cuenta. Creo que esa es la idea que se puede aplicar a U2.
Bono: El conjunto es mucho más grandioso que la suma de las partes. Hay personas que me dicen que cuando U2 sube al escenario, aunque no te guste la banda, te sentís arrastrado por lo que te rodea. Lo que ellos no saben es que para nosotros también eso es una locura. Yo no entiendo qué es eso ni por qué pasa, pero creo que se llama química. Y hay química entre nosotros cuatro. Sería algo difícil vivir separados.
-¿Creen que estar en un grupo ayuda a un músico a mantenerse creativo y activo, a diferencia de lo que puede sucederle a un solista, como Elton John?
Bono: Elton John es un compositor y cantante genial. Yo hablé con el sobre este temay llegué a la conclusión de que es difícil ser solista, tener un equipo de músicos cesionistas y técnicos, que se toma lo que hace como un trabajo. Se necesita una disciplina y un compromiso muy grande de parte de ellos para que la música funcione. Pero yo no pienso en eso. Siempre que trabajé con otras personas me pasó de mirar hacia todos lados, buscando a Edge, Adam y Larry. No puedo sin ellos.