Muse invitó a compartir el escenario al guitarrista de U2, The Edge, en el principal concierto de la noche del sábado en Glastonbury.
El trío tocó cerrando el escenario piramidal por segunda vez en seis años, trayendo un final épico a la segunda noche.
La banda brindó su marca registrada de grandilocuencia a pesar de un show más básico de lo que suele hacer, reservando a la mayor sorpresa para los bises.
La banda dejó el escenario por un respiro más largo luego de finalizar el set inicial con "Stockholm Síndrome." Cuando retornaron, lo hicieron junto a The Edge, que sumó su clásica guitarra a una versión del hit de U2, "Where The Streets Have No Name."
"Este es nuestro amigo The Edge," dijo simplemente Matt Bellamy, líder de Muse, al final de la masivamente coreada canción.