En el día de hoy el Primer Ministro británico, David Cameron, ha pedido disculpas por las acciones de los soldados británicos después que la investigación Saville encontrara que las catorce víctimas, activistas por los derechos humanos y transeúntes, fueron asesinadas sin justificación.
Describiendo las acciones de los soldados como "injustificadas e injustificables", el Primer Ministro dijo a los Comunes: "Lo que sucedió nunca debió haber sucedido."
"Estoy profunda, profundamente apenado."
El Reporte Bloody Sunday informa que se encontró que todos los asesinados estaban desarmados y que los paracaidistas perdieron el control y abrieron fuego sin previo aviso. Algunos habían estado tratando de huir cuando fueron alcanzados y, según el reporte, los soldados habían hecho cuentas falsas en un intento de cubrir sus actos.
Un total de 13 civiles desarmados, siete de ellos adolescentes, murieron en Londonderry cuando soldados del 1º Batallón del Regimiento de Paracaidistas, abrieron fuego durante enfrentamientos luego que la marcha fuera detenida en la entrada al centro de la ciudad el 30 de enero de 1972. El 14º hombre murió algún tiempo después a causa de las heridas recibidas.
Como consecuencia de este acontecimiento, distintos medios internaciones recordaron a "Sunday Bloody Sunday", la canción que mantuvo viva la memoria de la tragedia.
La canción que inmortalizó el Domingo Sangriento
Nada ha mantenido viva la memoria de la tragedia como el tema de U2
Los sucesos del Domingo Sangriento se han reflejado de distintas formas en el espejo de la cultura popular. Por ejemplo, de la mano del excelente telefilme de Paul Greengrass y de decenas de relatos autobiográficos. Pero nada ha mantenido viva la memoria de la masacre de Derry como la canción de los irlandeses U2, que mantuvo la memoria de aquellas muertes y sacudió la conciencia mundial en torno a la violencia en el Ulster.
Y sin embargo todo nació de las cenizas de una bronca amorosa: la del guitarrista The Edge y su novia. Un enfado que produjo el riff inicial sobre el que gira la canción y la idea de usar el violín como sucedáneo de sirena bélica.
'Sunday Bloody Sunday' es el tema inicial del álbum 'War' (1983). Pero los miembros de U2 la presentaron antes frente a unas 3.000 personas en una sala de Belfast. Según cuentan, les asustaba la reacción de la muchedumbre y Bono llegó a decir: "Si no os gusta, no la tocaremos más". Lo cierto es que para entonces el líder del grupo había suavizado la letra inicial de su guitarrista. Según sus críticos, para garantizar la seguridad de U2 en sus viajes al Ulster. Según sus defensores, para evitar malentendidos y hacer explícita la renuncia del grupo a la violencia.
Una opinión reforzada por las palabras del batería Larry Mullen, que dijo en una ocasión: "La gente cree que es una canción sobre católicos disparados por soldados británicos. Pero no es cierto. Ése es sólo un ejemplo de la violencia en Irlanda del Norte. Es la forma más fuerte que encontramos de decir: ¿por cuánto tiempo tendremos que seguir soportando esto? Nos da igual si son católicos o protestantes. Uno sabe que la gente muere todos los días. Y nosotros nos preguntamos por qué".
Un himno republicano
Pese a todo, el tema fue adoptado como himno por el movimiento republicano y estimuló las donaciones que alimentaron la campaña del IRA en los años 80. Un extremo que nunca gustó a Bono, que expresó su repulsa a raíz del atentado de Enniskillen, donde una bomba se cobró la vida de 12 personas durante un acto de recuerdo a los soldados británicos caidos en las dos guerras mundiales.
"No soporto a esos irlandeses de América que no han vuelto por aquí en 20 o 30 años y me hablan de la resistencia y de la revolución en Irlanda del Norte", dijo el líder de U2: "Que le den por el culo a la revolución. Lo que no dicen es que la revolución es sacar a un hombre de su cama y dispararle delante de su mujer y de sus hijos. O poner una bomba en un desfile lleno de jubilados y dejarlos muertos o mutilados debajo de los escombros de una revolución que la mayoría de la gente en mi país no quiere". Un tono profético que concuerda con la letra de la canción, algunos de cuyos versos están tomados del Evangelio de Mateo o de la Epístola a los Corintios.
'Sunday Bloody Sunday' la ha interpretado en directo U2 más de 600 veces y la ha dedicado a las víctimas inocentes de diversos conflictos. Entre otros, los atentados de Bali en 2002 y el conflicto entre israelíes y palestinos.