U2 habla sobre el disco nuevo después de la histórica presentación en la azotea de “Tonight Show”

“¡Yo quiero estar en esa banda!” Bono de U2, grita de placer mientras mira fijamente la pantalla. El cantante, sosteniendo una cerveza y bailando con la música, se abarrota con el resto del grupo, el guitarrista The Edge, el bajista Adam Clayton y el baterista Larry Mullen Jr., dentro de la pequeña sala de control de los estudios de la NBC en el Rockefeller Center de New York. U2 esta revisionando la mezcla y la filmación de su actuación de menos de una hora atrás en la terraza del edificio, 71 pisos arriba, con un frío por debajo del punto de congelación bajo un hermoso cielo del atardecer invernal, para el debut de Jimmy Fallon como conductor de The Tonight Show.

“¡Muchachos, esto es historia!” se despacha Fallon al pequeño y afortunado público antes de presentar a la banda, refiriéndose tanto a esa gran noche como a la aparición de U2. La explosión electrónica de “Invisible”, del próximo disco de U2, grabado a lo largo de los dos últimos años con el productor Brian Burton, también conocido como Danger Mouse, es la primera interpretación pública de la banda de material nuevo desde el final de su gira en estadios en 2011. Después de una primera toma Bono no la considera del todo buena, U2 toca nuevamente “Invisible”, flanqueado por miembros de la banda de música de Rutgers University. Bono salta sobre el borde del escenario como un entusiasta boxeador, dando puñetazos al aire mientras canta, y The Edge dispara repiqueteos de guitarras claros y fuertes a través del gélido aire.

La historia detrás de “Invisible”

“Se trata de no tener ninguna barrera,” dice Bono después del estribillo de esa canción, “No hay ellos”, mientras pasa el rato en el pasillo bajo las escaleras, fuera del estudio principal, esperando para que U2 toque su segunda canción para Fallon, la nominada al Oscar “Ordinary Love”. “Invisible”, continua Bono, es “acerca de que no haya público. Somos solo vos y yo, nosotros, cada vez que tocamos. Y lo extraordinario que es eso,” agrega, “decidí hacer esto sin el nombre de mi padre”, refiriéndose a la línea sobre su deliberada reinvención cuando era adolescente, del nacido en Dublín como Paul Hewson.

“Comenzó como una canción de rock directo,” dice The Edge de “Invisible” durante una entrevista en el camerino de U2. “Fue una demo que trabajé en Los Angeles, casi al estilo Ramones. Cuando la llevé a la banda a Dublín, la minimizamos. Probamos varios y diferentes arreglos. Todos eran prometedores pero no lo suficiente. Entonces dimos con este arreglo con Brian, llevándola hacia la estética electrónica. Desde ese punto de vista, Bono fue capaz de poseerla como cantante y sintió como que esto era territorio nuevo.”

Haciendo “Love” con The Roots

En esa sala de control, la banda también esta mirando la interpretación de “Ordinary Love”, que comienza en el sofá contiguo al escritorio de Fallon, Bono con un micrófono, The Edge y Clayton con instrumentos acústicos y Mullen golpeando una pandereta. Bono se estremece cuando oye la primera nota de su boca nuevamente, un poco plana. “No tenía ningún monitor,” explica después. “No me podía oír.” Pero la canción suena cálida y bastante intensa, hasta que Bono le pide a la banda de la casa de Fallon, The Roots, que pongan su funk.

“Hemos escuchado todo acerca de la televisión norteamericana desde Bruce Springsteen,” bromea Bono. “Él dijo, 'Recuerda, ellos pueden levantarte, ellos pueden bajarte. Pueden poner la pausa. No tienes el control.' Por años, evitamos hacer TV, porque no sentíamos que podíamos hacernos entender como lo que somos, la manera en la que queremos que nos escuchen.”

“Pero cuando haces algo como esto,” continua, radiante, “te das cuenta que puedes ser tu mismo, hacer algo especial que sirva a la canción.”

The Edge señala que U2 originalmente planeó tocar “Ordinary Love” acústicamente de forma completa. “Pero ayer, pensé, 'Quizá para el final, podríamos dejar entrar a The Roots durante una parte.' Y cuando Bono les pidió que se metieran, pude sentir esa cosa, '¡Guou!', y Bono comenzó a tomar el mando.”

“Fue un lindo recordatorio,” dice el guitarrista, “que no hay nada tan gratificante que tocar una gran canción, una nueva canción a los fans de U2.”

El disco nuevo

“Aun estamos en el estudio,” admite The Edge durante esa entrevista en el camerino cuando se le preguntó sobre el progreso del disco nuevo de U2. Se esperaba que la grabación saliera el pasado diciembre, ahora está tentativamente establecido para salir durante el verano en el hemisferio norte. Pero The Edge solo confirmaría que “realmente queremos que las canciones estén bien. Esa es la única razón por la cual no estamos en gira, porque somos tan buenos al comienzo, y no tan buenos al final. Esa es siempre la forma en la que ha sido.”

El guitarrista dice que la banda tiene alrededor de 30 canciones “que estamos entusiasmados con ellas, en varios etapas de ser finalizadas.” De ellas, “seis o siete están mezcladas y listas para salir.” Allí hay “un hilo conductor común” también, “el período de música, en nuestras vidas e historias, cuando realmente comenzamos a existir, encendidos por la música, las semillas que nos hicieron querer estar en una banda.”

“La cosa sobre las canciones de U2,” continua The Edge, “es que no hay una manera establecida para que surjan. Un par de canciones del disco literalmente han sido como, 'Estamos todos juntos, aquí están algunos acordes, veamos qué sucede.' Y de repente, una hora después, hay una canción, un arreglo y una grabación. Con otras cosas, sabes que hay algo grandioso allí, pero cómo hacer que realmente tengan importancia.”

“Somos tenaces,” dice orgullosamente. “Algunas personas van, 'Intentamos esto. No funcionó. Próxima idea.' Nosotros no abandonamos a nuestras canciones si realmente creemos que hay algo allí. Seguimos presionando. Simplemente no nos rendimos.”

The Edge se levanta para irse. La banda está volando de regreso a Dublín de inmediato, tienen un disco que terminar. Cuando se le preguntó, cuando está a punto de salir por la puerta, si el disco tiene un título, The Edge responde, “Aun no. Tenemos varios.” Riéndose dice, “Ese es el problema.”