Bono nunca ha sido unilateral en su desprecio al terror… sea la que sea la bandera que ondea

U2 siempre ha sido imparcial cuando se trata de criticar atrocidades, insiste Ivan Little, periodista y actor norirlandés

El a veces pomposo y arrogante Bono puede ser acusado de varias cosas pero el cantante de U2 ha sido de todo menos un unilateral en su condena a los perpetradores de la violencia, sin importar de qué lado están.

Sin embargo, el exalcalde de Belfast, Jim Rodgers, ha dado una seria advertencia de lo que podría suceder en el SSE Arena el próximo mes si U2 canta su nueva canción “Raised By Wolves” completa con las emotivas imágenes acerca del atentado de la Fuerza Voluntaria del Ulster en Dublín y Monaghan que se cobró 33 vidas en 1974.

El veterano político del partido Unionista del Ulster, que dice que es un fan de la banda, les ha llamado a reflexionar sobre su decisión de tocar la canción cuya inclusión en el concierto de Belfast podría herir la sensibilidad de los sentimientos de las víctimas de la violencia republicana.

¿Pero podría el grito de U2 de justicia por las víctimas de una de las masacres más sangrientas de Irlanda, la mayor parte en la ciudad natal de U2, realmente provocar un disturbio en Belfast como lo sugiere Jim Rodgers? Lo dudo.

Rodgers dice que el setlist de Belfast debería ser más equilibrado pero dónde está proponiendo que Bono trace la línea. No es como si el hombre no haya hablado y cantado acerca de las atrocidades del IRA en el pasado.

¿Quién sabe? Tal vez la polémica canción, sus visuales y su audio podría dejarse de lado para Belfast pero U2 no es conocido por escaparle a la controversia.

Cuando ellos dieron un recital en el King’s Hall en Belfast en junio de 1987 había predicciones de que todo el infierno se desataría si incluían su canción “Sunday Bloody Sunday” sobre el día más oscuro de Derry en su repertorio. Tres años antes, en Maysfield Leisure Centre, Bono había dicho que nunca cantaría la canción nuevamente si al público no le gustaba, pero la respuesta fue positiva aunque el cantante continuó presentándola con las palabras “Esta no es una canción rebelde.”

Sin embargo, en 1987 la jugada correcta era que U2 no tocara la canción en medio de las tensiones que prevalecían en Belfast en aquel entonces.

Entrevisté a Bono en el Aeropuerto Internacional de Belfast solo horas antes del concierto y no dio pistas acerca del setlist. La única sorpresa pensada, dijo, sería si la banda podría estar en sintonía o no.

Al final resultó que “Sunday Bloody Sunday” fue la séptima canción que tocaron. Y no hubo ningún murmullo de descontento de los 6000 fans.

Irónicamente, solo cinco meses después del concierto en Belfast, el IRA se ganó el repudio venenoso de Bono al asesinar a 11 personas en un atentado en Poppy Day en Enniskillen.

U2 estaba tocando en Denver, Colorado, más tarde en ese mismo día y durante “Sunday Bloody Sunday”, Bono condenó la atrocidad, gritando el “a la mierda la revolución” en un discurso en el medio de la canción. También, denunció a los “republicanos berretas” entre los irlandeses norteamericanos y dijo que la mayoría de la gente en Irlanda no apoyaba al IRA.

“Dónde está la gloria de bombardear en el desfile del Día de la Conmemoración de los viejos pensionados, sus medallas sacadas y lustradas para ese día. ¿Dónde está la gloria en eso? De dejarlos morir o lisiados de por vida o muertos bajo los escombros de una revolución que la mayoría de las personas en mi país no quieren.” Y agregó, “No más.”

Bono, difícilmente, podría haber hecho sus sentimientos más claros y respaldó sus palabras con acciones cuando U2 tocó un concierto para una audiencia invitada especial de jóvenes votantes en el Waterfront Hall en vísperas del referéndum del acuerdo de Viernes Santo en mayo de 1998.

Fue solo cuestión de meses, por supuesto, después que la bomba de Omagh mató a 29 personas y Bono dijo en un tributo televisivo a las víctimas: “La única esperanza de que sea posible resurgir de este terror es que esto sea el fin de ello.”

Bono después escribió una canción llamada “Peace On Earth” que contiene los nombres de algunas de las víctimas de Omagh, incluyendo a Ann McCombe, cuyo esposo Stanley dijo que estaba honrado de que ella hubiera sido mencionada y agregó que millones de personas de todo el mundo entenderían el mensaje.