Bono llevó a la Casa Rosada su mensaje
El líder y cantante de U2 fue recibido por el presidente Kirchner, a quien elogió, y destacó el rumbo político de América del Sur.
- El encuentro se mantuvo durante una hora
- Además del primer mandatario, estuvieron presentes la primera dama y varios funcionarios
- Sobre lo único que no se habló fue de música
Sucedió lo previsible. Nadie le preguntó si por la noche tocarían más temas de "Boy" y de "October", sus primeros trabajos, que del último disco. Porque de lo único de lo que no hablaron el presidente Néstor Kirchner y Bono -a estas alturas no es necesario aclarar que es el cantante de U2- fue de música. Por lo demás, se entendieron a la perfección. La charla de una hora que mantuvieron ayer en el despacho presidencial pasó revista a todos los temas: hablaron de fútbol, de la negociación de la deuda de la Argentina con el FMI, de la necesidad de difundir en las grandes capitales la situación de los países más pobres, de la orientación política de los gobiernos del Cono Sur...
Después, en público, todo terminó con un contundente elogio público por parte de Bono. "Uno siente que con este presidente se inicia una nueva era para la Argentina y toda la región", afirmó, sombrero y anteojos puestos, ante la mirada del jefe del Estado y la primera dama Cristina Fernández en un breve contacto con la prensa.
"Ha hecho lo correcto"
Y agregó: "Creo que el presidente ha hecho lo correcto para la Argentina; sé que queda mucho por hacer. Hay problemas complejos, pero creo que tienen un hombre que puede dar respuestas complejas a esta tarea".
El cantante de U2 llegó a la Casa Rosada a las 17, acompañado por el empresario Daniel Grinbank y el representante del grupo, Paul McGuinness. Su desembarco provocó revuelo en el personal femenino de la sede del Gobierno, que hizo intentos por obtener una foto o un autógrafo del vocalista.
Apenas ingresó, se dirigió al despacho presidencial, donde lo aguardaban el jefe del Estado; la primera dama Cristina Fernández; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga, y el vocero presidencial, Miguel Núñez.
Todo menos rock
Allí se inició una conversación que ahondó en los temas que preocupan al Bono no rockero: la deuda de los países más pobres con los organismos multilaterales de crédito y las desigualdades del comercio mundial.
Fue en ese contexto en el que el cantante de U2, según dijeron a LA NACION participantes del cónclave, elogió la decisión de Kirchner de pagar la totalidad de la deuda de casi 10 millones de dólares que el país mantenía con el FMI.
Además, según las fuentes, el vocalista se mostró entusiasmado con la orientación política que encarnan en el sur del continente los gobiernos de Kirchner, de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil y de Michelle Bachelet en Chile.
Kirchner le hizo un raconto histórico de las dictaduras en América latina, que llevaron, finalmente, a este proceso. En público, Bono destacó especialmente "su apoyo a las Madres de Plaza de Mayo y su lucha por esclarecer el tema de los desaparecidos" en la última dictadura.
Como es habitual, hubo intercambio de regalos: el presidente Kirchner le entregó a su huésped una bocha de pato y un rebenque. Bono respondió con otra ofrenda, esta vez para la hija de Kirchner: le regaló una copia autografiada del libro "Pedro y el Lobo", cuento clásico infantil irlandés que lleva ilustraciones de su autoría.
Después, en público, todo terminó con un contundente elogio público por parte de Bono. "Uno siente que con este presidente se inicia una nueva era para la Argentina y toda la región", afirmó, sombrero y anteojos puestos, ante la mirada del jefe del Estado y la primera dama Cristina Fernández en un breve contacto con la prensa.
"Ha hecho lo correcto"
Y agregó: "Creo que el presidente ha hecho lo correcto para la Argentina; sé que queda mucho por hacer. Hay problemas complejos, pero creo que tienen un hombre que puede dar respuestas complejas a esta tarea".
El cantante de U2 llegó a la Casa Rosada a las 17, acompañado por el empresario Daniel Grinbank y el representante del grupo, Paul McGuinness. Su desembarco provocó revuelo en el personal femenino de la sede del Gobierno, que hizo intentos por obtener una foto o un autógrafo del vocalista.
Apenas ingresó, se dirigió al despacho presidencial, donde lo aguardaban el jefe del Estado; la primera dama Cristina Fernández; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga, y el vocero presidencial, Miguel Núñez.
Todo menos rock
Allí se inició una conversación que ahondó en los temas que preocupan al Bono no rockero: la deuda de los países más pobres con los organismos multilaterales de crédito y las desigualdades del comercio mundial.
Fue en ese contexto en el que el cantante de U2, según dijeron a LA NACION participantes del cónclave, elogió la decisión de Kirchner de pagar la totalidad de la deuda de casi 10 millones de dólares que el país mantenía con el FMI.
Además, según las fuentes, el vocalista se mostró entusiasmado con la orientación política que encarnan en el sur del continente los gobiernos de Kirchner, de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil y de Michelle Bachelet en Chile.
Kirchner le hizo un raconto histórico de las dictaduras en América latina, que llevaron, finalmente, a este proceso. En público, Bono destacó especialmente "su apoyo a las Madres de Plaza de Mayo y su lucha por esclarecer el tema de los desaparecidos" en la última dictadura.
Como es habitual, hubo intercambio de regalos: el presidente Kirchner le entregó a su huésped una bocha de pato y un rebenque. Bono respondió con otra ofrenda, esta vez para la hija de Kirchner: le regaló una copia autografiada del libro "Pedro y el Lobo", cuento clásico infantil irlandés que lleva ilustraciones de su autoría.
Fuente: LaNacion.com.ar