Demolieron los legendarios estudios dublineses Windmill Lane
Fue el lugar donde U2 registró sus primeros tres discos y que utilizó como base para varias grabaciones hasta 2000. El estado de abandono llevó a su reciclaje final.
Se fue un pedazo de historia: el estudio de Dublín donde la banda irlandesa U2 grabó sus primeros tres discos completos (Boy, October y War) fue demolido ayer para iniciar la construcción de un complejo de departamentos, oficinas, tiendas y restaurantes. El mítico estudio de grabación estaba ubicado en un edificio de la calle Windmill Lane, en la zona de los muelles de la capital y, por allí, pasaron, además del célebre cuarteto, otros artistas de la talla de Van Morrison: por ese motivo, el callejón se había convertido en un sitio de peregrinación para melómanos de todo el mundo. En consecuencia, la empresa propietaria de este solar de unos 4000 metros cuadrados, Hibernia REIT, decidió conservar la pared donde miles de personas dejaron durante 35 años mensajes en sus visitas, si bien aún no se ha decidido qué hacer con ella.
“En los últimos años el edificio estuvo en ruinas y ha sido foco de actividades antisociales; los grafiti en las paredes se terminaron extendiendo a otras calles adyacentes. El estudio también ha estado vacío durante varios años, ya no quedaban equipo alguno o instalaciones que indicaran cuál había sido su uso previo”, señaló Hibernia REIT a través de un comunicado. Esta zona de la capital irlandesa fue una de las más pobres y deprimidas hasta que el período de bonanza económica –conocido como Tigre Celta– llevó a las autoridades a construir allí el Centro de Servicios Financieros Irlandés, transformándolo en un área con nuevos departamentos, restaurantes y numerosas ofertas de ocio.
La grave crisis económica que obligó al país a pedir en 2010 un rescate a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional frenó en seco el desarrollo de los llamados Docks (muelles), pero con la actual etapa de recuperación compañías como Hibernia REIT aspiran a continuar su expansión. No es la única: incluso la empresa que gestiona los intereses económicos de U2 posee varios inmuebles en esta zona, muy asociada a los comienzos del grupo formado por Bono (voz), The Edge (guitarra), Larry Mullen Jr. (batería) y Adam Clayton (bajo).
Además de grabar completos los tres primeros discos de su carrera (y parte de The Unforgettable Fire), U2 también registró en 1987 en los estudios de Windmill Lane parte del álbum The Joshua Tree, lo que le dio al estudio un aura aún más legendaria. Es que ese disco significó una auténtica explosión planetaria de la fama de la banda, con millones de copias vendidas y el tope de los rankings en varios países del mundo: el impacto de canciones como “With Or Without You”, “Where The Streets Have No Name”, “I Still Haven’t Found What I’m Looking For”, “Bullet The Blue Sky” y “Mothers Of Disappeared”, dedicado a las Madres de Plaza de Mayo, se tradujo en una resonancia planetaria, cuatro premios Grammy (incluyendo el de Disco del Año) y una exitosa gira mundial. Aunque a partir de allí U2 diversificó sus lugares de grabación y se acostumbró a ir ensamblando las canciones en estudios de Europa y Estados Unidos, siempre conservó como base de operaciones los estudios a la vera del río Liffey: en 1991 los ocupó para terminar de darle forma al revolucionario Achtung Baby, que significó un giro considerable en su sonido. También allí se grabó parte del disco inmediatamente posterior, Zooropa (1993), y se reservaron sesiones también para Pop (1997) y All That You Can’t Leave Behind (2000), en lo que fue la última visita del cuarteto al estudio. La banda, que el año pasado lanzó Songs of Innocence (primero en forma gratuita a través de iTunes y luego en formato físico), está a punto de comenzar una gira que la llevará de Vancouver (el 14 de mayo) a París (el 15 de noviembre), un recorrido de 70 conciertos en estadios medianos (“los llamados “arenas”) de veinte ciudades.
“Hibernia es consciente de la importancia histórica que tiene Windmill Lane y tiene previsto conservar un tramo de 20 metros de la pared del estudio”, destacó ayer la constructora. Entre las ideas que se barajan figura la de desmontarla y exponerla en el interior del nuevo edificio, donarla al ayuntamiento de Dublín o dársela a una organización humanitaria para que obtenga fondos a través de la venta de trozos de ladrillo a fans de todo el mundo. Demolido el sitio de tanta historia, será una manera de conservar parte de su legado.
Fuente: Página12.com.ar