'Todas las manos están en la baraja...'
... para finalizar el nuevo disco, comenta Paul McGuinness, quien también habla sobre las recientes reediciones de "Boy", "October" y "War" en una entrevista publicada en The Telegraph del Reino Unido.
'A treinta años desde el single debut en Irlanda, U2 se ha empezado un amplio programa de remasterización y reedición. Esta semana, sus tres primeros discos, Boy, October y War ha salido a la venta en ediciones deluxe que incluyen canciones inéditas'.
"Lo hemos tomado como una oportunidad, no como una tarea", comenta McGuinness. "No espero que el CD desaparezca en toda mi vida, pero creo que los artistas y las compañías discográficas tienen que poner más esfuerzo en esto, de lo contrario por qué la gente querría algo más que la descarga?..."
... para finalizar el nuevo disco, comenta Paul McGuinness, quien también habla sobre las recientes reediciones de "Boy", "October" y "War" en una entrevista publicada en The Telegraph del Reino Unido.
'A treinta años desde el single debut en Irlanda, U2 se ha empezado un amplio programa de remasterización y reedición. Esta semana, sus tres primeros discos, Boy, October y War ha salido a la venta en ediciones deluxe que incluyen canciones inéditas'.
"Lo hemos tomado como una oportunidad, no como una tarea", comenta McGuinness. "No espero que el CD desaparezca en toda mi vida, pero creo que los artistas y las compañías discográficas tienen que poner más esfuerzo en esto, de lo contrario por qué la gente querría algo más que la descarga?..."
Fuente: U2.com
U2: Cómo se han mantenido en la cima del mundo
En un rápido movimiento, Bono y sus compañeros se han mantenido por delante en el juego. Cuando se ha producido el re-lanzamiento de sus primeros álbumes, el manager Paul McGuinness revela sus estrategias a Neil McCormick.
U2 están en una carrera contra los plazos para terminar su nuevo álbum en el tiempo previsto para su puesta a la venta en Octubre.
Con la grabación aún en curso, los diseños de portada siendo finalizados, las descargas visuales siendo completadas, y todo tipo de planes de marketing poniéndose en su lugar, la atmósfera es de frenética concentración.
“Todas las manos están en la baraja”, dice el manager Paul McGuinness, aunque su sonrisa sugiere que, si tienes que pasar el verano en el estudio de grabación, no es tan grave si tu equipo se encuentra en un enclave de lujo en la Provenza, rodeado de sus familiares y amigos. McGuinness puede tener un móvil en la mano y hacerse cargo de las empresas, pero él está llamando desde la piscina.
Los U2 tienen reputación de ser idealistas, una banda de rock fuerte con ética cristiana comprometida con la caridad política y campañas para cambiar el mundo. Pero hay otra cara que implica refugios fiscales, derechos de propiedad y acuerdos que han ayudado a ser a U2 no sólo una de los más exitosas, sino también una de las más ricas y más poderosas bandas de música en la historia.
“U2 siempre pensaba que sería patético ser buenos en la música y malos en los negocios”, dice McGuinness. “Creo que es parte de la responsabilidad del artista, honestamente, y los artistas que no están interesados se van a encontrar que es más difícil llegar al público”.
No hace mucho, las grandes historias en el negocio de la música tendían a centrarse en la música. Hoy en día, es igual de probable que se trate sobre la propia empresa y las convulsiones que están experimentando, ya que intentan adaptarse a la era digital. Sólo en la semana pasada, los Rolling Stones sin piedad han demostrado el poder creciente de los artistas dejando EMI para ir a Universal, llevándose su catálogo con ellos.
“Los artistas y managers que tengan ingenio, ahora están haciendo por sí mismos, cosas que fueron históricamente realizadas por las compañías discográficas”, señala McGuinness, aprobando.
Mientras tanto, bajo la presión de la Industria Fonográfica Británica y el gobierno, algunos de los mayores proveedores británicos de servicios de Internet (ISP) están de acuerdo en enviar cartas de advertencia a los clientes sospechosos de participar en la acción ilegal de compartir archivos, un movimiento apoyado con entusiasmo por McGuinness.
“El modelo de negocio que espero ver desarrollar en el futuro estará asociado con los proveedores de servicios de Internet, donde efectivamente se convertirán en recaudadores de ingresos para sus socios propietarios de los derechos. Es una lástima que ellos hayan preferido vender suscripciones de banda ancha lo más rápido que sea posible sin tener en cuenta sus responsabilidades con los propietarios del contenido, pero hay señales alentadoras de que están despertando”.
Y el gigante de la radiodifusión por satélite Sky llego a un acuerdo con Universal (también el hogar de U2) para poner en marcha un nuevo servicio de descarga de música para competir con iTunes.
“Alguna música la escucharemos en estos servicios y los ingresos provendrán de los anunciantes. No me gustaría encorsetar a los clientes que gestiono, pero el futuro será multi-plataforma, y los artistas tendrán que aceptarlo si quieren tener éxito”.
Te da la impresión de que McGuinness vive y respira este material. “No tengo nostalgia de las cosas pasadas. Se está realizando y escuchando más música que nunca, y las múltiples plataformas proporcionadas por los servicios streaming, descargas digitales y productos físicos deben hacer un mundo más interesante. Son, sin duda, más complejas, pero las oportunidades son mayores que nunca”.
Un inglés educado en Irlanda, McGuinness era un director de cine publicitario y un empresario musical a tiempo parcial de 27 años cuando vio por primera vez a U2 en 1978. El cantante de la banda, Bono se ha referido a él como “un puño de hierro en un guante de terciopelo”, y McGuinness va con un aire de subestimado poder, siempre muy cortés y amable, aunque con una gran fuerza. Su energía, su ambición y la visión de que una banda irlandesa podría conquistar el mundo haciendo primero frente a América, fue una fuerza motriz para el éxito de U2, tanto como el carisma de Bono o el extraordinario trabajo con la guitarra de The Edge.
McGuinness siempre vio el largo plazo, razón por la cual los contratos que ha negociado, se han convertido en legendarios en el negocio de la música. Antes de que U2 hubiera tenido un éxito, él se aseguró de que las recopilaciones y reediciones fueran excluidas de sus acuerdos.
“Nos sentíamos bastante reacios con los Greatest Hits, que por lo general eran prematuros y no tenían ningún trabajo del artista detrás, y a menudo, marcaba el final de la carrera de una banda. Creíamos que era responsabilidad de la banda recopilar y ordenar su propio catálogo, y esos álbumes deberían de ser trabajados como un álbum normal”.
Treinta años han transcurrido desde su single debut en Irlanda, y U2 se ha embarcado en un amplio programa de remasterizaciones. Esta semana, sus tres primeros discos, 'Boy', 'October' y 'War' son puestos a la venta en ediciones de lujo que incluyen canciones inéditas.
“Lo hemos tratado como una oportunidad, no como una tarea”, dice McGuinness. “No espero que el CD desaparezca durante mi vida, pero creo que los artistas y las compañías discográficas tienen que poner más esfuerzo en él, de lo contrario ¿por qué la gente querría uno más que una descarga?”
“El trabajo artístico en torno al lanzamiento de un nuevo trabajo de un artista que te interesa es, en muchos aspectos, tan interesante como la música. Puedo recordar cuando llevar un LP de 12 pulgadas por la calle era casi una expresión del tipo de persona que eras, tan importante como lo que vestías o cómo te cortabas el cabello. Estas cosas evolucionan, pero creo que la industria en su conjunto está perdiendo la oportunidad de producir el coeficiente visual digital [de la portada de un álbum]. Y darse cuenta de este espacio es algo de lo que se ocupará U2 en su próximo álbum”.
Sin embargo, U2 no espera seguir los pasos de Radiohead y regalar su música. Alan McGuinness, ex manager de Oasis, recientemente afirmó que “las únicas personas que piensan que la música no es libre son las compañías discográficas”, pero Paul McGuinness no está convencido.
“Me molesta mucho cuando escucho a bastante gente sensata hablando del final de los derechos de autor. Creo que los derechos de autor son parte de la civilización, y seriamos muy tontos de aceptar la propuesta de que ahora es un concepto superfluo.
“Hay una cuestión moral aquí. ¿Deberíamos de permitir a la gente tomar nuestra música porque pueden? No dirías eso si estuvieras hablando de ladrones de tiendas. En caso de que nuevas formas de robo en los grandes almacenes se estuvieran desarrollando, tu no deberías de renunciar a dirigir grandes almacenes y decirles que pueden tomarlo”.
“Creo que la clave para todo esto va a ser la cooperación y la participación en los ingresos con los proveedores de servicios de Internet. Y una vez que este principio sea aceptado, obtendremos una mejor calidad de la música legalmente y pagaremos un precio razonable por ello”.
U2 están en una carrera contra los plazos para terminar su nuevo álbum en el tiempo previsto para su puesta a la venta en Octubre.
Con la grabación aún en curso, los diseños de portada siendo finalizados, las descargas visuales siendo completadas, y todo tipo de planes de marketing poniéndose en su lugar, la atmósfera es de frenética concentración.
“Todas las manos están en la baraja”, dice el manager Paul McGuinness, aunque su sonrisa sugiere que, si tienes que pasar el verano en el estudio de grabación, no es tan grave si tu equipo se encuentra en un enclave de lujo en la Provenza, rodeado de sus familiares y amigos. McGuinness puede tener un móvil en la mano y hacerse cargo de las empresas, pero él está llamando desde la piscina.
Los U2 tienen reputación de ser idealistas, una banda de rock fuerte con ética cristiana comprometida con la caridad política y campañas para cambiar el mundo. Pero hay otra cara que implica refugios fiscales, derechos de propiedad y acuerdos que han ayudado a ser a U2 no sólo una de los más exitosas, sino también una de las más ricas y más poderosas bandas de música en la historia.
“U2 siempre pensaba que sería patético ser buenos en la música y malos en los negocios”, dice McGuinness. “Creo que es parte de la responsabilidad del artista, honestamente, y los artistas que no están interesados se van a encontrar que es más difícil llegar al público”.
No hace mucho, las grandes historias en el negocio de la música tendían a centrarse en la música. Hoy en día, es igual de probable que se trate sobre la propia empresa y las convulsiones que están experimentando, ya que intentan adaptarse a la era digital. Sólo en la semana pasada, los Rolling Stones sin piedad han demostrado el poder creciente de los artistas dejando EMI para ir a Universal, llevándose su catálogo con ellos.
“Los artistas y managers que tengan ingenio, ahora están haciendo por sí mismos, cosas que fueron históricamente realizadas por las compañías discográficas”, señala McGuinness, aprobando.
Mientras tanto, bajo la presión de la Industria Fonográfica Británica y el gobierno, algunos de los mayores proveedores británicos de servicios de Internet (ISP) están de acuerdo en enviar cartas de advertencia a los clientes sospechosos de participar en la acción ilegal de compartir archivos, un movimiento apoyado con entusiasmo por McGuinness.
“El modelo de negocio que espero ver desarrollar en el futuro estará asociado con los proveedores de servicios de Internet, donde efectivamente se convertirán en recaudadores de ingresos para sus socios propietarios de los derechos. Es una lástima que ellos hayan preferido vender suscripciones de banda ancha lo más rápido que sea posible sin tener en cuenta sus responsabilidades con los propietarios del contenido, pero hay señales alentadoras de que están despertando”.
Y el gigante de la radiodifusión por satélite Sky llego a un acuerdo con Universal (también el hogar de U2) para poner en marcha un nuevo servicio de descarga de música para competir con iTunes.
“Alguna música la escucharemos en estos servicios y los ingresos provendrán de los anunciantes. No me gustaría encorsetar a los clientes que gestiono, pero el futuro será multi-plataforma, y los artistas tendrán que aceptarlo si quieren tener éxito”.
Te da la impresión de que McGuinness vive y respira este material. “No tengo nostalgia de las cosas pasadas. Se está realizando y escuchando más música que nunca, y las múltiples plataformas proporcionadas por los servicios streaming, descargas digitales y productos físicos deben hacer un mundo más interesante. Son, sin duda, más complejas, pero las oportunidades son mayores que nunca”.
Un inglés educado en Irlanda, McGuinness era un director de cine publicitario y un empresario musical a tiempo parcial de 27 años cuando vio por primera vez a U2 en 1978. El cantante de la banda, Bono se ha referido a él como “un puño de hierro en un guante de terciopelo”, y McGuinness va con un aire de subestimado poder, siempre muy cortés y amable, aunque con una gran fuerza. Su energía, su ambición y la visión de que una banda irlandesa podría conquistar el mundo haciendo primero frente a América, fue una fuerza motriz para el éxito de U2, tanto como el carisma de Bono o el extraordinario trabajo con la guitarra de The Edge.
McGuinness siempre vio el largo plazo, razón por la cual los contratos que ha negociado, se han convertido en legendarios en el negocio de la música. Antes de que U2 hubiera tenido un éxito, él se aseguró de que las recopilaciones y reediciones fueran excluidas de sus acuerdos.
“Nos sentíamos bastante reacios con los Greatest Hits, que por lo general eran prematuros y no tenían ningún trabajo del artista detrás, y a menudo, marcaba el final de la carrera de una banda. Creíamos que era responsabilidad de la banda recopilar y ordenar su propio catálogo, y esos álbumes deberían de ser trabajados como un álbum normal”.
Treinta años han transcurrido desde su single debut en Irlanda, y U2 se ha embarcado en un amplio programa de remasterizaciones. Esta semana, sus tres primeros discos, 'Boy', 'October' y 'War' son puestos a la venta en ediciones de lujo que incluyen canciones inéditas.
“Lo hemos tratado como una oportunidad, no como una tarea”, dice McGuinness. “No espero que el CD desaparezca durante mi vida, pero creo que los artistas y las compañías discográficas tienen que poner más esfuerzo en él, de lo contrario ¿por qué la gente querría uno más que una descarga?”
“El trabajo artístico en torno al lanzamiento de un nuevo trabajo de un artista que te interesa es, en muchos aspectos, tan interesante como la música. Puedo recordar cuando llevar un LP de 12 pulgadas por la calle era casi una expresión del tipo de persona que eras, tan importante como lo que vestías o cómo te cortabas el cabello. Estas cosas evolucionan, pero creo que la industria en su conjunto está perdiendo la oportunidad de producir el coeficiente visual digital [de la portada de un álbum]. Y darse cuenta de este espacio es algo de lo que se ocupará U2 en su próximo álbum”.
Sin embargo, U2 no espera seguir los pasos de Radiohead y regalar su música. Alan McGuinness, ex manager de Oasis, recientemente afirmó que “las únicas personas que piensan que la música no es libre son las compañías discográficas”, pero Paul McGuinness no está convencido.
“Me molesta mucho cuando escucho a bastante gente sensata hablando del final de los derechos de autor. Creo que los derechos de autor son parte de la civilización, y seriamos muy tontos de aceptar la propuesta de que ahora es un concepto superfluo.
“Hay una cuestión moral aquí. ¿Deberíamos de permitir a la gente tomar nuestra música porque pueden? No dirías eso si estuvieras hablando de ladrones de tiendas. En caso de que nuevas formas de robo en los grandes almacenes se estuvieran desarrollando, tu no deberías de renunciar a dirigir grandes almacenes y decirles que pueden tomarlo”.
“Creo que la clave para todo esto va a ser la cooperación y la participación en los ingresos con los proveedores de servicios de Internet. Y una vez que este principio sea aceptado, obtendremos una mejor calidad de la música legalmente y pagaremos un precio razonable por ello”.