Así lo asegura la siguiente nota:
¿Qué tiene 4 patas, en rededor?
¿Qué quieres cuando vas a ver a tu banda favorita a un estadio? ¿Escuchar la música claramente? ¿Ver a los músicos, aun si es a través de una pantalla porque estás en un lugar barato y lejano? ¿Que se sientan tan cómodos en el escenario que toquen espectacularmente bien? ¿Olvidar que los estas viendo junto a otras 10000 personas en un lugar donde una pelota es usualmente pateada por los alrededores?
Quien diseña un espectáculo tiene que entregar todo eso - y más. Como cada día extra de gira cuesta dinero, el show debe ser montado y desmontado tan rápido como sea posible, y trasladado en el menor número de camiones. El proceso también necesita ser a prueba de idiotas porque la mayoría de los técnicos son contratados localmente y solo lo harán una sola vez. Financieramente es una enorme apuesta, porque el concepto de diseño se estableció antes que un simple ticket haya sido vendido.
El precio para la última apuesta de U2 es de 150 millones de dólares, que es lo que costará mantener la gira “U2 360º”, que empezará el 30 de junio en Barcelona, durante 18 meses en la ruta. En giras pasadas, U2 ha adoptado la forma convencional de construir el escenario sobre un extremo del estadio. Esta vez, la banda tocará en un escenario circular y ubicado cerca del medio. Posado sobre cuatro espigadas patas estará un coloso de acero portando la iluminación, el equipo de sonido, el cableado y una gigante pantalla de video cónica. Un monstruo de 50 metros de altura y 390 toneladas de peso que se traslada en 180 camiones.
“Todos los que la vieron dicen que es como algo diferente,” dice Willie Williams, quien trabajó con U2 desde 1982 y diseño el espectáculo junto al arquitecto Mark Fisher, un veterano de giras de Pink Floyd y Rolling Stones. “El cohete de Tintin. La Guerra de los Mundos. Cactus. Octopus. La Garra. Cuando comenzó a parecerse a algo, Mark y yo la empujamos hacia otra dirección. Pero tiene un aspecto como si se hubiera escapado de un acuario espacial gigante.”
Las giras de rock no siempre fueron tan llamativas. Los Beatles tocaron en el Shea Stadium de New York en 1965 en una escenario abierto para un record de 56000 personas, muy pocos podían ver o escuchar a la banda. No fue hasta los mediados de los 70s que las bandas como Yes o Pink Floyd introdujeron un sonido y escenarios más sofisticados. Al igual que otras actuaciones emergentes del movimiento punk de los 70s, U2 rechazó tal treatricidad para sus primeros shows en estadios en los 80s.
La treatricidad tuvo lugar en la gira ZooTV de 1991, la cual fue concebida por Williams y Fisher, en su primer proyecto para U2, como una deslumbrante sátira de la cultura mediática con pantallas de video gigantes. El PopMart de 1996 fue aun más salvaje. Parodiando al consumismo, contenía un limón gigante (desde el cual la banda tuvo que escapar por una escalera cuando este, en un show, quedó atascado), los arcos dorados de McDonald y una pantalla de LEDs gigante. “En ese momento fue completamente nuevo, pero cada show se parece a ZooTV o PopMart ahora,” dice Williams. “Tenemos que movernos, y hacer algo que se siente más poderoso para la audiencia.”
Tocar rodeados es atractivo. Es la mejor manera de crear una ilusión de intimidad en un público superior a las 90000 personas, y generamos unas 20000 ubicaciones extras en el espacio usualmente ocupado por el escenario. Pero parece no haber sido posible para U2 antes. ¿Cómo construyeron algo lo suficientemente fuerte para que soporte tantos equipos sin bloquear la vista de la audiencia? Los escenarios de ópera flotantes construidos en el lago Constance de Bregenz en Austria convencieron a Williams que eso era técnicamente posible. Estilísticamente, fue inspirado por las cuatro patas de la estructura en arco del Theme Building de 1961 del aeropuerto de Los Angeles. Esbozó sus ideas a Fisher para que lo diseñara.
Desde que se formó con Peter Cook, cofundador del grupo de arquitectura vanguardista Archigram, en los 60s, Fisher ha querido crear estructuras tensas portátiles (que en la jerga de la arquitectura se les dice de forma flexible). La estructura de 360º fue su oportunidad, y revistió el acero con una tela tensora originalmente desarrollada para los motores de Fórmula 1. Verde a la luz del día, refleja cualquier color de luz brillando en la noche. El resultado evoca al proyecto fantástico de Archigram de 1964, la Ciudad de a Pie [Walking City], que se paseaba sobre unas patas tambaleantes. No solo dará a la audiencia de una vista clara de la banda, sino del escenario que contiene una edificación que alberga a los equipos de U2 y a docenas de técnicos que los buscan.
La audiencia también verá imágenes del show en la pantalla cónica. Desde el ZooTV en adelante, las pantallas han sido el símbolo fálico en las giras de rock. El escenario entero de la gira de 2008 de Nine Inch Nails fue una pantalla interactiva con imágenes generadas por los movimientos de la banda. La nueva pantalla de U2 consiste en 500000 píxeles montados en paneles entrelazados. Estarán inmóviles durante la mayor parte del show, entonces se estirarán hacia abajo, distorsionando las imágenes como paneles fragmentados.
Tomará un día instalar la pantalla, el escenario y los equipos en cada estadio. Como la estructura de acero requiere cuatro días, se han encargado tres versiones. Mientras una esta en uso, otra esta siendo construida en la próxima ciudad y la tercera estará en tránsito, para juntar la mayor cantidad de shows como sea posible dentro de la gira.
“Todo nuestro trabajo es ver con las logísticas de construcción de una pieza muy grande de infraestructura técnica en muy poco tiempo, y hacer algo interesante de esto,” dice Fisher. “¿Por qué la gente va a los shows como estos en la era digital? Es por la enorme experiencia colectiva, social y espacial y memorial. Este espectáculo contribuirá creando un enorme sentido de anticipación y de entrega de una asombrosa actuación cinética.”
Fuente: The New York Times