En el medio de la preparación para rodar el corto para “You’re The Best Thing About Me” en junio, la inesperada muerte de un ser querido ayudó a la cineasta Tatia Pilieva a decidir sobre la historia que quería contar en la pieza.
“Quiero decir, es una canción de amor,” dice Pilieva a última hora de la tarde en Los Angeles la semana pasada. “Así que estuve tratando de una manera interesante de resaltar el amor uniendo a la gente, pero no estaba llegando a obtener buenas ideas. Entonces, mi abuela falleció. Así que volé a la República de Georgia, que es de donde soy, y pasé 24 horas allá, despidiéndome de mi abuela y de toda esa gente que amo, porque toda mi familia está allí.”
“No había dormido por dos días y estoy sentada en el avión y de pronto lo veo: lo que es interesante no es reunir a las personas, es la separación,” dijo.
Pilieva, nacida en la República de Georgia, emigró a la ciudad de New York en 1993 como una adolescente y asistió a la High School de las naciones Unidas antes de obtener una licenciatura en cine en el Bard College y el American Film Institute, logró prominencia en 2014 cuando su film de 3 minutos y medio First Kiss – ella invitó a 20 extraños a besarse por primera vez frente a una cámara – se volvió viral con más de 123 millones de visualizaciones al día de hoy. También, ganó un León de Oro en Cannes y un premio Clio. Su primer largometraje, Forever, tuvo como protagonista a Deborah Ann Wall (True Blood), y dirigió varios cortos más que ganaron distintos premios, todos centrados alrededor de la vulnerabilidad y de las relaciones públicas.
Decidió que el film para “You’re The Best Thing About Me” debería ser un documental acerca de parejas que, por varias razones, fueron forzados a separarse.
Pilieva y su equipo encontraron a cuatro parejas de diversos ámbitos y los siguieron durante 24 horas mientras estuvieron juntos antes que uno de ellos tuviera que dejar al otro.
Una pareja recién casada de militares.
Unos enamorados de una secundaria.
Una familia de refugiados de Siria en Grecia.
Una pareja joven de México.
“La clave para mi es que cuando estas personas están diciendo adiós, todavía siguen estando muy enamorados,” dice Pilieva. “No quería filmar un puñado de rupturas. No quería poner eso en el mundo. Quería poner algo positivo. Sí, es realmente desgarrador, pero hay amor en todo.”
Ninguna de las personas que aparecen en el film de Pilieva para “You’re The Best Thing About Me” son actores. Nada estuvo guionado. Es 100% real y la acción se desarrolló en las 24 horas previas a que las parejas se separaran por una variedad de razones.
La filmación estuvo programada para comenzar en julio, con la pareja de militares. Pero primero, Pilieva tenía que encontrarlos – no fue fácil.
Ciara y Alicia: “Habíamos estado casadas por tres semanas y un día.”
Las recién casadas Ciara y Alicia accedieron a aparecer en el film, cuatro días antes de la primera movilización militar de Ciara – y dos días después que el presidente de Estados Unidos anunciara su intención de prohibir a las personas transexuales de servir al ejército estadounidense el 26 de julio. Pilieva dijo que quiso filmarlas porque parecían mujeres sorprendentes e inteligentes profundamente enamoradas. Alicia es una ex marine retirada, y ambas son fans de U2. “Muy fans,” agregó Pilieva, “Estaba impactada al punto de que me preguntaba ¿cómo encontré a alguien como vos?”
No fue hasta la mañana antes que Ciara se fuera que Pilieva recibió el visto bueno de las autoridades que podían filmarlas. La pareja le dio al equipo un excepcional acceso en lo que sería un día muy emotivo.
“Incluso me dieron el código de su casa así podría filmarlas levantándose. Yo me metí descaradamente y entonces les hice un café,” cuenta Pilieva. “Yo trataba de ser una mosca en la pared y conseguir su confianza para que pudieran darnos sus emociones tal como lo necesitábamos.”
Misión cumplida.
“La llevé personalmente a Ciara a la base y al aeropuerto, y fui la que le di el último abrazo. No podíamos filmar [en la base aérea militar] pero estuve ahí,” Ciara y su esposa se despidieron en el estacionamiento. “Estuvieron llorando todo el tiempo. Quiero decir, yo era un desastre y los dos hombres adultos que estaban conmigo – mi esposo [su frecuente colaborador, el cineasta Andre Lascaris] y nuestro sonidista, Chris, que podía escuchar mejor que cualquiera de nosotros – estaba llorando.”
“Fue desgarrador. En cierta medida, creo que es importante enamorarse de la gente con la que trabajas, a quien representas, y ahí había mucho amor,” contó Pilieva.
La siguiente pareja que Pilieva y su equipo filmó fueron unos enamorados de secundaria de Los Angeles.
India y Matthew: “No puedo imaginar cómo sería la vida sin ella.”
“Lo primero que noté fue cómo estaban enamorados,” dijo Pilieva de india y Matthew, ambos de 18 años, que estaban por separarse a principios de agosto cuando India se fue a la Universidad de California, Berkeley, mientras Matt se quedaba, saliendo un mes más tarde a la Universidad de Chicago.
“El primer amor estaba escrito por todos lados, y estaban destrozados, no podían reunir sus sentimientos,” dijo Pilieva. “No tenían idea de cómo navegar esta etapa juntos… Primera ruptura. Se lo tomaron con fuerza. En cierto modo, lo más difícil [de cualquiera de los temas en el film.]”
Matthew e India había estado juntos por cuatro años – desde que tuvieron 14 años.
Suena un poco como Bono y Ali – Pilieva no había escuchado la historia detrás de cómo el vocalista líder llegó a escribir “You’re The Best Thing About Me.”
Cuando U2 estrenó al single nuevo en su show de Indianápolis el 1º de septiembre, Bono le contó al público el trasfondo de la canción: “Es una canción,” explicó. “Escrita acerca de un sueño que tuve – una pesadilla, realmente – donde me desperté en una extraña casa y honestamente soñé esto, en la que mi esposa e hijos me había dejado. Y entonces, me di cuenta que estaba en esa extraña casa. Pensé: No, los he dejado. No se de dónde vino esto… pero le conté a mi querida esposa Ali y se rio de mi y me dijo, ‘Está bien, no voy a irme a ningún lado. Vos no te vas a ir a ningún lado. Y si quisieras encontrar la puerta, ni siquiera sabrías dónde está, ¿no es cierto?’”
Después de los adolescentes con los corazones rotos, Pilieva se dirigió a Grecia a filmar a una familia refugiada de Siria en la isla de Tilos, el día previo a que el esposo se fuera a Atenas en búsqueda de trabajo para sostener a su esposa y sus cinco hijos.
Maha y Abed: “La voluntad de Dios es que nos volvamos a ver pronto…”
Casados durante casi 15 años, después de huir de su hogar en la Siria devastada por la guerra, Maha y Abed, junto a sus cinco hijos de 10 meses a 13 años, han estado viviendo en un campamento de refugiados en la isla de Tilos de Grecia.
“¿Puedes imaginar tener cinco hijos y estar viviendo en un campamento de refugiados?” Pilieva, con su marido, que justamente es griego, tienen un hijo de dos años. “Más allá de la idea del amor, quería decir que todos somos lo mismo, y es que mientras el amor es muy profundo en el momento de decir adiós, también es unificador. Todos conocemos esa sensación.”
Al conocerlos en el film, Maha de 30 años y Abed de 40, contaron la historia de su primer beso – en la mejilla. “Como ellos dicen, su historia de amor comenzó con un faláfel… y están muy enamorados,” cuenta Pilieva.
“Son musulmanes no practicantes y su dinámica fue muy justa e igualitaria. Ella es una dama muy fuerte, dura y con opinión. Y él es un chef,” recordaba, agregando que Abed los tuvo que dejar porque la gente del campamento y los voluntarios que trabajan se dieron cuenta de lo talentoso que es como chef y lo ayudaron a encontrar trabajo en Atenas – un trayecto de 15 horas en un ferry desde la pequeña Tilos.
“Se fue para ir a trabajar así podía sostenerlos,” dice Pilieva. “Y tuvo que dejar a su esposa y a sus cinco hijos detrás. Mi Dios, eso fue duro. Y ese bote estuvo retrasado y esa despedida fue muy larga. Quiero decir, fue una tortura.”
Desde Tilos, Pilieva viajó a México para encontrarse con la última pareja del film.
Natalia y Gonzalo: “Te amo. No te mires en el espejo, siempre eres hermosa.”
Esas palabras fueron escritas por Gonzalo en una tarjeta pegada en el espejo del baño de Natalia en la Ciudad de México. La pareja de unos veintitantos años, que se conocieron en la escuela de cocina, han estado juntos por alrededor de cuatro años.
Cuando los conocimos, Natalia se estaba preparando para mudarse a París por trabajo.
“Fueron un manojo de alegría,” dice Pilieva. “Comenzaron como amigos, se volvieron los mejores amigos, y entonces en amantes.” Ambos aspirantes a chefs, cuando Natalia recibió la oferta de trabajo en París debatieron mucho acerca de si la tendría que aceptar, sin saber lo que significaría para la relación si ella se iba.
“No podía seguirla,” explica. “No puedes solo ir y trabajar en París. Pero era una oportunidad demasiado grande para ella y decidieron que la tomara.”
Permanecen absolutamente enamorados y comparten una pasión similar. “Cuando hablé con ella acerca de escenario soñado, me contó que quería tener una pequeña pastelería. Y creo que él quiere lograr una estrella Michelin,” cuenta Pilieva. “Pero, él también dijo que se imagina con ella, si la vida se lo permite, en un pequeño pueblo en México donde manejen un pequeño lugar, y cocinen juntos, y que conozcan a todas las personas que allí vayan a comer.”
La pareja, que aun viven separadamente con sus padres en la Ciudad de México, no rompieron cuando Natalia se fue. Pero no tienen idea de cuándo puedan volver a verse.
“Estaba destruido,” cuenta Pilieva de Gonzalo, que, junto a las dos hermanas, la madre y la abuelita de Natalia, fue al aeropuerto para decirle adiós. “Pensé que se iba a morir. Fue tan, pero tan duro.”
Pilieva y su equipo filmó a la pareja en la Ciudad de México justo unos días antes del terrible terremoto que golpeó a la ciudad (Ella se puso en contacto con Gonzalo telefónicamente minutos después del terremoto y, él junto con toda la familia de Natalia, estaban bien y a salvo.)
Pilieva siempre ha estado fascinada por México y su rica cultura. Aunque su opción a filmar en la Ciudad de México podría parecer providencial, no estuvo influenciada por la banda, que tenía programado realizar sus conciertos en el Foro Sol los pasados 3 y 4 de octubre.
“Me encanta el país en su conjunto y, además, la discusión que está sucediendo al sur de nuestra frontera es realmente interesante e importante,” dijo. Al elegir parejas para el film, “Me preocupaba las razones de la separación y su trasfondo, de dónde provenían. Tenía que mirar ampliamente. Así que tienes a refugiados, militares, enamorados y quise hablar acerca de la inmigración, pero no de una manera directa.”
“De la misma manera, si no sabes sobre refugiados, espero que la historia de Maha y Abed no te llegue como ¡REFUGIO! Realmente, no son diferentes que mi esposo y yo tratando de criar a nuestro hijo de dos años… La manera en la que encaramos al film fue la de asegurarnos que el público entienda a las personas como tal – como seres humanos… Son personas y son refugiados,” dice. “Necesitamos conectarnos solo como personas. Necesitamos sentir.”
“Una vez que la idea estuvo ahí, lo filmamos y empezamos a ponerlo todo junto, la relación entre la canción y el film fue muy natural,” cuenta Pilieva. “Estaba preocupada porque estuve filmando con diálogo y no sabes si eso va a cuajar. Pero al momento de poner todo junto – oh, funcionó. Estaban destinados a ser. Es esta hermosa y orgánica relación.”