Con más de 25 millones de copias despachadas, este álbum marcó un antes y un después en la trayectoria de la banda irlandesa, pasando de héroes a superestrellas.
El 9 de marzo de 1987 las vidas de Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen, o sea U2, por entonces aún veinteañeros, cambiaron para siempre. La culpa la tuvo la primera cara de su quinto álbum de estudio, "The Joshua Tree", uno de los más importantes del rock (ocupa el puesto número 26 en la lista de Los 500 mejores álbumes de la historia), con himnos épicos de estadio como "Where The Streets Have No Name", "I'm Still Haven't Found What I'm Looking For" y "With Or Without You". Así, de corrido, quince minutos para corazones bombeantes.
La potente "Bullet The Blue Sky" y la sentida "Running To Stand Still" cerraban el primer bloque de un vinilo que se completaba, en su segunda cara, con "Red Hill Mining Town", "In God's Country", "Trip Through Your Wires", "One Tree Hill", "Exit" y "Mothers Of The Disappeared". Todas ellas canciones siempre reclamadas por los seguidores más acérrimos (talibonos, les llaman algunos), aunque sólo excepcionalmente interpretadas en directo.
Producido por Daniel Lanois y Brian Eno, "The Joshua Tree" supuso un salto cualitativo y cuantitativo para unos U2 siempre en progresión, desde que debutaran en 1980 con "Boy". Ya con "The Unforgetable Fire" (1984) y su participación en el "Live Aid" de 1985 dieron pasos importantes, pero este álbum, resultado de mezclar la música de raíz americana con la irlandesa, disparó todo hasta niveles mucho más altos de manera fulminante, acaparando la atención de medios no estrictamente musicales, como la revista Time, que les concedió su portada con un sugerente titular: "Rock's Hottest Ticket".
Fascinados por América en general y Estados Unidos en particular, los músicos pusieron música a la cara fracasada del sueño americano y prácticamente capturaron la desapacible magia de grandes espacios naturales como el Death Valley californiano, un inhóspito e inspirador desierto que acogió las sesiones de fotos promocionales del álbum. La portada, de hecho, es una foto de Anton Corbijn de la banda posando en el Zabriskie Point, ubicado en el extremo este del valle de la muerte, ahora parque nacional a medio camino entre Los Angeles y Las Vegas.
Los viajes que por aquella época Bono hizo a Nicaragua y El Salvador también están presentes en el disco (en "Bullet The Blue Sky" o "Mothers Of The Disappeared"), así como la muerte de su ayudante Greg Carroll (para él es "One Tree Hill"). Tal era su estado de creatividad durante 1986 que sopesaron seriamente lanzar un disco doble, si bien finalmente se decantaron por ir colocando canciones sobrantes como caras-b de los diferentes sencillos. Entre ellas, "The Sweetest Thing", "Walk To The Water", "Luminous Times (Hold On To Love)" o "Spanish Eyes", todas ellas recopiladas ya sí en un lanzamiento doble en 2007, con motivo del veinte aniversario del álbum.
Bono sufrió un ataque de pánico antes de la publicación de este material al pensar que no era suficientemente bueno. Sin embargo, es de suponer que sus miedos desaparecieron cuando "The Joshua Tree" se convirtió entonces en el disco con más ventas de la historia en Reino Unido, con 300.000 copias despachadas en dos días. Fue número uno en una veintena de países, con cientos de semanas de permanencia en los mercados discográficos más importantes. Sus icónicos videos también lograron una notable repercusión, y quién no se acuerda de U2 tocando gratis y por sorpresa en el tejado de una licorería de Los Ángeles o paseando e improvisando por las calles de Las Vegas.
La gira de presentación del álbum arrancó en abril de 1987 y tuvo un total de 109 fechas en tres diferentes tramos por Estados Unidos y Europa, tanto por estadios como por pabellones, con más de tres millones de espectadores. El éxito del disco le convirtió en la columna vertebral de estas actuaciones, en las que tocaban diez de sus canciones, dejando fuera únicamente "Red Hill Mining Town". Una gira sin duda austera para lo que después haría U2 en directo.
Con el paso de los años "The Joshua Tree" se ha convertido en un clásico, y U2 una banda onmipresente. Tanto que casi mueren de éxito, devorados por una maquinaria a la que aún no estaban acostumbrados y que a punto estuvo de acabar con la banda con la llegada de los noventa. Sin embargo, antes de eso, la fascinación de U2 por Estados Unidos continuaría en 1988 con el descalabro del doble álbum "Rattle & Hum", acogido con críticas no precisamente amables por parte de la crítica especializada y sólo salvado en su totalidad por los más talibonos entre los talibonos. Pero esa ya es otra historia, preámbulo de las gafas de sol, los trajes de vinilo negro, las pantallas gigantes y los mega espectáculos en directo.