Un gran camión blanco articulado se encuentra aparcado en medio de Fez durante las últimas semanas. Prácticamente cubre al típico riad marroquí que se encuentra detrás. No hay nadie de servicio en la puerta abierta, pero si nos adentramos en el frío interior, pasando bajo de una pequeña escalera en espiral, nos encontraremos en un amplio patrio recubierto de mármol que, para nuestra sorpresa, ha sido temporalmente reconvertido en un estudio de grabación de rock n' roll.
Junto a un pilar se encuentra la inconfundible figura de Brian Eno, que viste una camisa azul de manga corta y mira constantemente su portátil Mac. El amplio borde de un parasol verde chillón cuelga sobre su cabeza, protegiéndole del sol de mediodía que entra a través del tejado abierto en este inesperado espacio de grabación que U2 ha creado en el norte de África.
Eno no está aquí para producir un disco, sino para colaborar en la escritura de nuevas canciones. Es uno de los seis músicos que forman un amplio círculo alrededor del patio. Junto a él, en el sentido de las agujas del reloj, se encuentra Larry Mullen en su batería, ensayando un nuevo ritmo. Más allá está Adam Clayton, punteando su familiar bajo verde. A su lado, con un gorro marrón picudo y tocando una guitarra de cuerdas de acero, está Daniel Lanois. Varios técnicos, todos ellos caras conocidas en el entorno de U2, entran y salen constantemente en el círculo de músicos. Entre ellos se encuentra Dallas Schoo, el técnico de guitarras de Edge, que está afinando el próximo instrumento que utilizará el músico. Junto a él, sentado en un sofá de terciopelo, rodeado de libros, Bono garabatea ideas para las letras de las canciones.
‘¿Brian?’, pregunta Danny Lanois. '¿Podemos escuchar la canción de anoche otra vez?'
'¿La número uno o la número dos?', responde Eno, mientras una pausa en la música deja oír la melodía de los pájaros sobre los tejados de la casa. 'Los pájaros se están animando', dice Eno. 'Han sido unos críticos muy severos durante nuestra estancia'.
El hecho de que U2 este componiendo canciones en esta antigua ciudad, que visitaron por primera vez durante la grabación del video de Mysterious Ways en 1991, ha sido un secreto para la comunidad local. Eno y Lanois, trabajando codo con codo con la banda por un largo período de tiempo desde la grabación de 'All that you can't leave behind' en 2000, llegan sin hacerse notar cada mañana una hora antes que los miembros del grupo. Emplean ese tiempo para escuchar las ideas que surgieron en el día anterior y en las sesiones de composición de comienzos del año. Estas dos semanas suman la tercera y la cuarta en la que los seis músicos han estado componiendo canciones.
'Es un lugar realmente interesante para tener un estudio de grabación, ¿no es verdad?', pregunta Bono. 'Y muy creativo', añade Larry. 'Hemos llegado al estudio con dos o tres ideas cada día', explica. 'Todo comenzó en Francia, cuando Brian y Danny vinieron a componer con nosotros, hace un par de meses, y probablemente continuará a lo largo del año'.
'Es la primera vez que trabajamos con Brian y Dan en la composición de canciones, así que es algo muy diferente a otras ocasiones, muy experimental y liberador a la vez'.
'Entremos todos después de Larry, desde la introducción', dice la voz de debajo del parasol, devolviendo a todo el mundo a la música. La canción va desarrollándose mientras Eno lanza suaves instrucciones al círculo: 'verso, verso, estribillo...'.
Una de las canciones en las que han estado trabajando suena como una composición soul con claros ritmos árabes. Otra es una pieza épica que dura alrededor de siete u ocho minutos. Esta vez, cuando la música termina, el canto de los pájaros compite con un muecín local que llama a los habitantes de Fez a la oración.
'Es muy agradable sumergirse en la creación de música de esta forma', comenta Larry. 'Normalmente tenemos que acabar una canción, pero aquí estamos desarrollando muchas ideas diferentes, concluyendo algunas, llevándolas a un cierto punto y luego dejándolas ahí para ver qué sucede...'. En este nivel, añade, nadie sabe qué sucederá con el trabajo, por eso es tan divertido. Y este enclave tan exótico añade su propio espíritu a la música. 'Sucede dondequiera que estés. Si estás en Francia o Dublín, incorporas lo que hay en la atmósfera. Fez puede parecer una elección extraña, pero a veces, para escribir canciones, tienes que escapar de todo lo que te interrumpe en tu vida diaria'.
Algunos días también hay en el estudio de grabación músicos locales, percusionistas y violinistas. Algunos elementos de la música toman forma gracias a una clara escala musical arábica. 'Ellos no hacen un compás 4/4', comenta Larry. 'Trabajan en 5/4, 6/8 y 3/4. Trabajan con ritmos muy complejos, por lo que es muy interesante para nosotros formar parte de ello. Definitivamente, es una curva de aprendizaje para nosotros'.
La policía marroquí está furiosa. Fuera de la casa, en el centro de Fez, el conductor de la furgoneta que nos lleva a ver a la legendaria vocalista iraní Parissa, está recibiendo una fuerte bronca. A juzgar por la falta de interés de la gente que se dirige a un mercado cercano, es un episodio sin importancia, incluso aunque el punto de debate parezca ser el convoy de coches que acaba de pasar transportando a la reina Rania de Jordania, invitada en Fez por el rey de Marruecos y que se dirige a ver la misma actuación. Con una resolución pacífica, la mayoría de los miembros de U2 y un pequeño grupo de acompañantes abandonan la furgoneta y se dirigen a pie atravesando las calles medievales de Fez para llegar a la actuación de Parissa.
Veinte minutos después estamos sentados con otras 2.000 personas en el interior de un hermoso jardín amurallado, mientras Parissa y su grupo, el Dastan Ensemble, comienzan su actuación. Resulta que el Ensemble es el grupo de música clásica iraní más famoso en el mundo y hacen actuaciones llenas de virtuosismo con instrumentos de percusión y cuerdas raramente vistos en Occidente. Parissa es una extraordinaria cantante árabe, totalmente sumergida en la música, con las manos levantadas como en una plegaria, aunque nadie tiene ni idea acerca de que está cantando.
'Teológica' es la palabra que emplea posteriormente Brian Eno para describir esta tradición musical árabe. Tiene muy poco en común con la estructura 'verso, verso, estribillo, puente...' del rock n' roll occidental. Por ejemplo, no les preocupa la idea de un sencillo de éxito, la primera canción de su disco dura cuarenta y cinco minutos. '¿Puedes creerlo?', pregunta Bono, mientras el público se pone en pie para ovacionarles al final de su actuación, compuesta de dos canciones que en cojunto duran 70 minutos. '¿A que es algo diferente?'.
A medida que Bono habla sin cesar acerca de los vínculos históricos entre la música árabe y la música irlandesa, acerca de 'coptos y celtas' y cómo él ha venido a Fez a experimentar la tradición de canto y relato de historias sufí, Edge muestra su asombro por la destreza musical de los intérpretes. Savorear música como esta es una de las razones por las que el grupo ha elegido esta ciudad para componer música, dado que acoge un festival anual de música sacra. Es un entorno perfecto para 'samplear' algo de música tradicional del norte de África. 'El festival de música sacra fue un gran atractivo para nosotros y para Brian, que ha estado muy interesado por la música árabe durante años', añade Edge. 'Teníamos la sensación de que conoceríamos a muchos músicos interesantes durante nuestra estancia aquí, y, ciertamente, lo hemos logrado'.
Tras conseguir abrirse un camino a través de la multitud que lucha por conseguir una foto con la reina Rania, una hora después, al anochecer, el grupo se encuentra de vuelta en el riad y comienza a trabajar en otra canción. 'Brevemente', dice Eno, explicando la distinción peculiar de la tradición musical árabe. 'Se puede decir que la música africana es generalmente cíclica: ideas que van dando vueltas en una forma claramente progresiva. Pero la música árabe generalmente no es cíclica. Se puede decir que es una especie de narración en el sentido de que empieza en un punto y termina en otro totalmente diferente... La palabra apropiada es 'teleológica'.
'Sí, tiene una trayectoria definida y una narrativa que la acompaña, y no se repite, como hace la mayoría de las canciones pop africanas. En una típica canción pop tienes una estructura algo parecida a 'ABABABCABB', pero en la música árabe puedes tener una estructura 'ABCFBGF' o algo parecido. Básicamente se va alejando de su punto de partida, y lo que hemos estado haciendo aquí en los últimos días es disfrutar de cosas como esta, alejándonos de la forma cíclica de componer canciones'.
¿Así que estáis tratando de crear una sensibilidad diferente en la composición? 'Bueno', comenta Eno, 'se puede decir de esta forma: cuando hemos tenido que tomar una decisión estética nos hemos preguntado cómo se habría solucionado dicha decisión en la música árabe. Eso nos da otra perspectiva desde la que pensar. No significa que siempre hagamos lo que un músico árabe habría hecho, pero nos proporciona una referencia diferente'.
De hecho, continúa, el simple hecho de viajar a Marruecos, tras breves períodos de composición en Irlanda y Francia, ha modificado su enfoque respecto a la composición. 'He tenido mucho interés por la música árabe durante años. Siempre he creído que será el próximo eslabón en la tendencia hacia la fusión de estilos. Llevo diciéndolo cerca de 30 años y creo que por fin va a hacerse realidad. Hay muchas cosas que me gustan de la música árabe y que son diferentes de la música occidental, por lo que hemos empezado a incorporar algunos de esos elementos. No es tanto una cuestión de sonidos, sino de decisiones estructurales diferentes'.
Mientras Larry se sienta en su batería y Adam anota algunos acordes, Edge comienza a afinar una mandolina, lo que constituye la señal final para que Eno vuelva a su portátil y su teclado, ocupando su propio lugar en el círculo creativo. Preguntado hasta qué punto han llegado estas sesiones, responde: 'Supongo que habrá diferencias de opinión respecto a lo que constituye un récord, pero tenemos un montón de piezas. Mi norma general es que sólo me interesan cosas que no he escuchado antes, y tenemos muchas de ellas'.
Durante las próximas cuatro horas, exceptuando una pequeña pausa para la cena, la casa reverbera con el sonido de seis músicos que trabajan en dos nuevas canciones. Es un trabajo laborioso, detallado y repetitivo; a cada toma sigue una discusión sobre qué no funciona o cómo podría cambiarse. Y sigue otra toma. 'Dicen que es como hacer salchichas', bromea Bono, que nos mira desde su copia desgastada de 'Minds At War', una antología de poetas de la Primera Guerra Mundial. 'Si superas todo lo que llevamos hecho, no te gustaría probarlo'. Pero esta gente ha hecho esto muchas veces. Hay pocas distracciones en Fez, así que la música se lleva toda la atención. Al final de la noche, una de las canciones parece que puede acabar siendo algo. Eno parece de acuerdo. Cuando comienza una última toma, empieza a juguetear con su consola, da una pirueta rápidamente y toca la primera nota en su teclado...