Injusta y fuertemente denostada, la banda ya logró que 33 millones de usuarios escucharan su música en el término de seis días de manera gratuita
No existe una ley que dictamine gustar de U2. Tampoco es obligatorio escucharlos en la radio ni en Spotify. Es totalmente válido cambiar de canal de TV o cerrar la ventana de nuestro navegador cuando alguna canción de la banda comienza a reproducirse. Mas aún, nadie nos forzará a ir a sus conciertos ni a leer sus biografías.
¿Por qué tanto alboroto - negativo - alrededor de esta supuesta imposición de U2 en la tienda virtual iTunes a 500 millones de usuarios? Algunas reacciones son tan infantiles que poco sentido tiene analizarlas ya que, además, esconden un odio visceral previo hacia la banda y, especialmente, hacia Bono.
De todas maneras, sería bueno recalcar algunos aspectos de esta movida de marketing que lo único que hizo fue dejar en la cuenta de los clientes un disco de rock/pop de once canciones de la última banda más grande del planeta y cuya más reciente gira (360º Tour) fue catalogada como la más recaudadora de la historia.
"¡Violaron mi privacidad!", "¡No me dejan elegir!" y frases similares se han leído desde que el 9 de septiembre el álbum Songs of Innocence fuera lanzado en forma gratuita. Cabe decir que el disco se puede borrar y la llamada violación a la privacidad no es más que una promoción en la que Apple, según informan algunas fuentes, le pagó unos 100 millones de dólares a U2 y su discográfica a cambio de distribuir este nuevo trabajo en forma exclusiva durante poco más de un mes a sus usuarios, como un presente para ellos.
Lo que se discute casi da risa. Apple y U2 han llevado a cabo una jugada original y contundente. La llamada intromisión no parece tal cuando la acción no forma parte de un meticuloso seguimiento de nuestros pasos como sí ocurre con las redes sociales y los servicios de streaming de música on line, o con Google mismo. En esos casos, cuando vemos un video en YouTube o entramos a nuestro muro de Facebook la invasión de la publicidad forma parte de su contenido habitual, constante, repetitivo y especialmete dirigido para uno. Y si bien hay críticas, también se entiende que el modelo de negocio de estas empresas que nos proporcionan diversión sin cargo debe solventarse de algún modo.
Entonces, ¿por qué tanta animosidad contra U2? ¿Por qué se necesita escupir tanta rabia cuyo origen desconocemos? ¿Por qué - los más aplomados - insisten en criticar que se regale música al usuario cuando el modo en que se consume esta forma de arte ha tomado el camino de la gratuidad hace rato y ya parece irreversible?
Las canciones de U2 pueden no agradar pero, ¿por qué desperdiciar tanta energía en despotricar contra el disco cuando se puede borrar de nuestra biblioteca y olvidarse del asunto? Al día de hoy, 33 millones de usuarios sintieron curiosidad por el duodécimo álbum de estudio completo de la banda. En esa cifra se incluyen a quienes lo bajaron, lo escucharon en streaming y en la radio de iTunes.
La banda y, particularmente, Bono han sufrido todo tipo de hostilidades de parte de quienes los desdeñan hace años. Y esta ha sido una gran oportunidad para destilar el odio contenido desde su disco anterior, más de cinco años atrás. Songs of Innocence no fue escuchado por 467 millones de clientes de iTunes aún pero buena parte de ellos ya tenía su veredicto cinco segundos antes de que el trabajo apareciera en sus dispositivos. Fea la actitud.
Fuente: PaulEsTodo.com