La revista quincenal Hot Press fue lanzada en Dublín justo a tiempo para cubrir los primeros conciertos de The Clash, The Stranglers, The Ramones y The Jam. Y justo a tiempo, como ha sido el caso, para mantener un ojo puesto en los primeros acordes en vivo de U2 como miembros de Feedback.
Niall Stokes ha sido el editor desde el día uno, y por lo tanto estaba perfectamente ubicado para recopilar una imperdible colección de las primeras reseñas, artículos y entrevistas de Hot Press con la mayoría de las bandas locales de Dublín. Junto a aquellos artículos, él también encargó piezas retrospectivas de algunas de las personas que estaban cuando todo empezaba a suceder para U2, muchos de cuales nunca han hablado públicamente antes sobre la banda. El libro se llama “North Side Story: U2 in Dublin, 1978-1983” y será publicado como una edición limitada para los suscriptores de U2.com. Brian Draper habló con Niall Stokes.
¿Qué te sorprendió, revisando el pasado a través de los viejos artículos y reseñas?
Bueno, me había olvidado por completo de algunas cosas, tales como la pelea que se desató en un concierto en Ballina. Si me hubieras dicho, “¿Qué es eso que U2 estuvo involucrado en una pelea?” Te hubiera dicho, “¡No, no! ¡No es cierto, no puede ser cierto!”
Así que cuando leí el artículo de Eilish Ward nuevamente, me reí como loco, porque hay algo extraordinariamente muy inocente sobre la manera en la que la historia es contada, y la forma en la que Bono es descripto, y su respuesta a la pelea. No pudo hacer sido fácil, la violencia erupcionando en tu concierto y siendo atacado por algunos de los muchachos que pensabas que venían a apoyarte. Buscamos a Eilish, ella es ahora una profesora de sociología en University College Galway, y recuerda las circunstancia de la noche, solo que esta vez con el beneficio de la retrospectiva.
¿Cuántos ojos llorosos de nostalgia, y personas que afirman “haber estado” cuando no estuvieron, reescribieron la historia de esos primeros días?
Es fascinante ver cómo la gente recuerda cosas de la manera en la que las quieren recordar, hasta el momento en que realmente tienen que pensar sobre eso, ¡cuando la verdad comienza a surgir! Hablando con John Fisher, que fue el promotor de los conciertos en Dandelion Market, esos conciertos fueron grandiosos, pero ellos no siempre fueron grandiosos. La razón por la cual John mantuvo a U2 fue porque funcionaba: ellos atraían a mucho público y él estaba haciendo dinero.
Fue una importante etapa para U2, estaban perfeccionado su actuación, y generando un público más joven que no podía asistir a los conciertos nocturnos. Pero John recuerda que una de las condiciones, para cualquiera que tocara en Dandelion Market, era que tuvieran que ayudar a construir el escenario. Ahora hay una visión: Bono, Adam y Paul McGuinness haciendo eso.
¿Tus escritores pudieron ver la chispa de U2 en esos principios? Sin dejarse llevar, aparentemente decían lo correcto...
Es satisfactorio ver hacia atrás y ver eso, justo desde el principio, hubo una conciencia entre nuestros escritores en Hot Press, que realmente fue algo potencialmente especial. Pero la cosa es que, no sabes qué es lo que está pasando. La gente respondía honesta y naturalmente a lo que ellos veían. Pero incluso cuando eran escépticos o críticos, ellos podían ver que había algo diferente con estos muchachos.
Disfruté de una de las primera entrevistas que publicamos, desde el Project Arts Centre, en la cual Karl Tsigdinos dice que “¡U2 tiene un solo problema: que la falacia 'rápido-es-bueno' que ahora los acosa los conquiste!” (Los Ramones tenían una gran influencia en la manera en que las bandas se acercaban a las cosas, y ellos pensaban que más rápido, mejor.)
Pero lo que surge realmente con fortaleza desde los muchachos que estaban muy cerca de ellos en su terruño en Northside, las personas que iban a la carga de los primeros conciertos, era que desde el principio, Bono estaba hablando sobre U2 siendo una de las bandas más grandes en el mundo. Y eso es un factor de enorme importancia que ayudó a distinguirlos en su momento, en términos de su ambición.
Revistas musicales como la tuya eran muy influyentes, en esos días antes de Internet y todo eso...
Es verdad: cuando la lanzamos en 1977, éramos personas estimuladas y Hot Press fue muy importante para los músicos de ese momento. Se creó un sentido de comunidad. Cuando mirás aquellas páginas de cartas, hemos publicado una colección en el libro donde hay referencias a U2, había un verdadero sentido de compromiso.
Todas las bandas querían que las cubriéramos, incluyendo U2, pero la diferencia fue que U2 también quería asesoramiento. No es que ellos querían personas que le dijeran lo que tenían que hacer, sino que ellos estaban dispuestos a escuchar a aquellos que tenían más experiencia. Quería aprender.
Otra cosa muy significante, mirando hacia atrás, especialmente a través de artículos extras que hemos publicado en el libro, de publicaciones de Suecia, Bélgica, Holanda y demás, es que, cuando ellos estaban de gira, eran más abiertos que la mayoría de las bandas, hablando con gente después de los conciertos, con personas pasando por sus hoteles... Yo no diría que eran necesariamente la única, pero cerca de eso; ellos no iban por ahí con la actitud de ser mejores que los demás, lo que muchas bandas de rock and roll hacen.
¿Esto no es solo una historia sobre U2, verdad? Es también, como lo dices en tu introducción, una historia sobre Dublín e Irlanda. ¿Qué tan importante fue que U2 se quedara en Dublín luego de que encontraran el éxito?
Es muy importante para Dublín e Irlanda que U2 se haya establecido allí, en lugar de trasladarse a Londres que era la norma por entonces. Se benefició U2, que podían hacer lo que pensaran y desarrollarlo sin que la compañía discográfica fuera a los ensayos o intentar involucrarse demasiado en el proceso creativo.
Pero desde un punto de vista irlandés, la hipótesis de trabajo fue siempre, “Tienes que salir de aquí si quieres ser exitoso.” Y para una banda que cambió eso en su cabeza, volviéndose la banda de rock and roll más exitosa en el mundo, establecida en Dublín, fue transformador en términos de percepciones de las personas.
Dublín se convirtió en un centro para la música de rock and roll. Fue reconocido como un lugar donde la creatividad era honrada, y, en el amplio contexto del negocio, un lugar donde podías encontrar una fuerza laboral educada que venían con grandes ideas y haciendo cosas en diferentes maneras. Mucho de esto se debe a U2.
Así que la decisión de quedarse le dio a los irlandeses por primera vez el sentido que, “No tenemos que irnos; no tenemos que emigrar.” Y eso es enorme, en términos de nuestra confianza y convicción colectiva.
¿Si pudieras revivir alguno de esos momentos icónicos en Dublín, cuál sería?
Definitivamente los conciertos de Dandelion Market. Para contar cuántas personas estuvieron allí realmente.
Pero también la noche en que U2 tocó en el National Stadium en enero de 1980, ellos tomaron una decisión muy valiente al “subir” a tocar a ese lugar, y fue una extraordinaria noche. De hecho, fue la noche que Nick Stewart de Island Records vino a verlos y dejó claro: “Esta es una banda que realmente quiero.” Él cuenta la historia de esa noche en el libro, que es increíble.
Es curioso que incluso en su encuesta de lectores de 1982, algunos de los fans de U2 estaban preocupados de que la banda se estaba volviendo muy grande. Hot Press fue una publicación iconoclasta lanzada dentro de la escena punk de 1977, ¿correcto? ¿Qué hubieras hecho, en aquel entonces, de U2 volviéndose tan “grandes” como lo son ahora?
Así es la cosa: cualquier revista es una colección de personas con diferentes puntos de vista y diferentes conjuntos de creencias. Pero el espíritu de Hot Press fue poner valor en la habilidad, sin importar en qué género, para escribir canciones. Así que incluso cuando el punk estaba sucediendo, nosotros escribíamos sobre Jackson Browne que: es un compositor genial. Y decíamos de Bruce Springsteen: es un compositor genial. Y de Tom Waits.
Siempre hemos tenido en mente valorizar la habilidad de las personas de producir grandes canciones; y también de generar esa especie de electricidad que solo un gran artista puede generar.
U2 aun califica en ambos casos.
¿Cuánto de la banda local permanece dentro de la marca mundial?
Desde el punto de vista de la banda, esa es una pregunta muy importante. La cosa es, ¿hasta qué punto puedes, a través de todos los cambios que trae el éxito, retener en tu corazón la esencia de hacer lo que realmente quisiste hacer en primer lugar?
Y esto es algo que nunca serás plenamente capaz de explicar, es un poco como intentar explicar el amor. ¿Por qué es, cómo es, qué es? Si tratas desglosarlo, podría derrumbarse. La verdad es que hay una química, algo mágico en ello, y para una banda ser capaz de sostener eso desde entonces hasta ahora es un logro extraordinario.
Cuando el público se volvió masivo, la banda ha respondido estando a disposición de tantas personas como fue posible. Y en el camino han manejado eso, creo que U2 ha establecido el estándar para que otros lo sigan. Pero no hay dudas: ser capaces de entrar en Baggot Inn nuevamente, o en McGonagle's, y ver al U2 actual haciendo lo que ellos pueden hacer en esos entornos, eso sería una cosa absolutamente extraordinaria de experimentar.
Al parecer Bono era capaz de “dar una buena entrevista”, como tu dices, desde el principio, incluso cuando era un adolescente. ¿Eso se destacaba en aquel momento?
Creo que lo hacía. Una de las cosas que algunas de las otras bandas no les gustaba de U2 era que ellos tenían una seriedad de objetivo que era diferente; los marcó. Hay dentro del grupo una inteligencia, un cuidado y un deseo para entender cosas, y desde el principio, ellos no quisieron ir por el camino copiando lo que otras bandas decían o el lenguaje que ellas usaban.
Bono siempre se esforzaba para encontrar un lenguaje que expresara sus propias experiencias, y a esas personas como él en Dublín de aquellos días. Y eso se extendió a sus entrevistas.
Siempre tenía que ser un fabricante de frases. Encontraría un modo de decir algo que sería diferente, lo que le daba una sensación que eso era más grande o más importante, de que esto iba a algún lado.
Y esa fue la sensación que siempre tenías con U2: que estaban, de hecho, yendo a algún lado. La belleza de eso es que aun lo hacen.
Fuente: U2.com