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De Fez a Dublin, 1º parte

        En guardian.co.uk se publica en extensa entrevista relacionada con todo el período de sesiones y grabaciones de "No Line On The Horizon". Acá esta la primera parte de la traducción del artículo:



Los peregrinos

Desde Marruecos a Dublín, vía reuniones con presidentes y la realeza, el armado del nuevo disco de U2 vio a la banda confrontar un cambio mundial, y haciendo frente a sus propias vulnerabilidades. Durante 18 meses, Sean O'Hagan los estuvo siguiendo.

        Estamos a mitad de enero este año y Bono está en su casa en Killiney, condado de Dublín, con una hora a disposición antes de entrar a la ciudad para una tarde de reuniones. "Las cosas se ven bien," dice. "Está hermoso, soleado, un día de invierno y Edna O'Brien me ha acabado de enviar su libro sobre Lord Byron."

        Ha estado levantado "desde tempranas horas", su día de trabajo ahora está dedicado a equilibrar las demandas de la familia, el estrellato del rock y la campaña en curso por África. El largamente esperado nuevo álbum de U2, "No Line On The Horizon", está finalmente terminado. "Empezó y finalizó en un instante," comenta. "Las últimas 24 horas fueron simplemente extraordinarias. Fue como la caligrafía china, donde a los monjes les lleva una eternidad mezclar la tinta y entonces – ¡bam! – todo sucede en segundos."

        En un período de tres días, la banda voló a Washington, donde interpretó "Pride (In The Name Of Love)", su canción de Martin Luther King, y "City Of Blinding Lights", la canción de Barack Obama, en las escalinatas del Lincoln Memorial. "El mundo esta despertando nuevamente," dice Bono. "Esta siendo una transformación dura, pero esta siendo excitante. Las cosas están cambiando de maneras sorprendentes".

        En la próxima hora, Bono hablará sobre qué significa ser la estrella del rock más grande del mundo y el activista más famoso, sobre la música, la fe y el activismo, y las tensiones que su tambaleante celebridad ha causado en la banda. También habla sobre la música de U2, y del cambio de su estilo de escribir canciones distante de estar en primera persona.

        "No Line On The Horizon" es el 12º disco de estudio. Este ve a la más grande banda del mundo desafiándose a sí mismos – y a la expectativa de audiencia – en una forma que no lo han hecho desde la experimentación de los '90 con "Achtung Baby" y "Zooropa". Fue, en cierta manera, un dificultoso y prolongado nacimiento, y fui un testigo de esa gestación. En el plan original, tramado hace casi dos años en una casual conversación con Bono, fui invitado a Fez para seguir la elaboración del nuevo álbum, etapa por etapa, desde la concepción a la terminación. Así fue que, lo que parece que fue hace una eternidad, abordé un avión hacia Marruecos.

        Fez, Marruecos, Junio de 2007

        Bono, el guitarrista Edge, el baterista Larry Mullen y el bajista Adam Clayton están reunidos, con los productores Brian Eno y Daniel Lanois en la antigua ciudad fortificada del norte de África grabando un puñado de nuevas canciones. Su "estudio" esta encerrado en el patio de un RIAD al borde de la Medina. Las alfombras marroquíes han sido extendidas a través del piso de piedra, columnas ornamentadas y palmeras diseminadas por encima de los amplificadores y mesas de sonido, y, de vez en cuando, pequeños pájaros volando por encima, sobresaltados por el constante estallido de la música improvisada.

        El clima hace juego con el improvisado escenario: un grupo de nuevas canciones, tentativas, a medio crear, esbozos, son mejoradas o dejadas de lado para futuras referencias. Eno, quien asume el rol de director musical, indica cambios en el tempo, instrucciones, sugerencias. "El coro suena un poco ordinario," dice de un relajado, aplacado ritmo. Bono, que tiene todo un sofá para el mismo, está de acuerdo. "Necesitamos encontrar aquel sentimiento del club nocturno en Tripoli," grita hacia tras, bamboleándose con el ritmo, "entonces nos movemos hacia Bamako." La sensación es de una creatividad relajada, los seis músicos – Eno en teclados, Lanois en guitarra y en pedal steel – desenvolviéndose y disfrutando juntos. Se siente como el comienzo de una nueva aventura.

        "Lo que está sucediendo aquí está más allá de la razón," Bono se entusiasmó, cuando la idea de que yo los siguiera había sido el primer planteo. "Los espíritus están sobrevolando. Estamos siguiendo al baterista Joujouka y diferentes estructuras populares."

        El legendario baterista Joujouka condujo a Brian Jones y William Burroughs a Fez a finales de los sesentas, pero esta vez, otros espíritus guías también trabajaron. Cada noche, cuando la oscuridad cae, las voces persistentes de los devotos cantantes sufistas se elevarían y cruzarían los tejados, sus canciones de rezos duran horas. "Hay definitivamente algo en el aire aquí," Bono me diría más tarde. "Y lo tomamos de el."

        ¿Podría describir qué era eso exactamente?

        "No sin el sonido pretensioso," dice, riendo. "Quiero decir, muchas personas han ido allí, buscando. Hay un poco de Mighty Boosh al respecto. Afuera en el desierto, buscando un nuevo sonido. ¿Has visto aquel episodio donde está afuera en el desierto buscando un nuevo sonido? Ellos encuentran a Chris de Burgh y el estuvo afuera buscando por un nuevo sonido por 10 años [risas]. Es probablemente no más profundo que eso".

        Dieciocho meses después, sin embargo, sentado junto a una mesa en su estudio en Notting Hill, Brian Eno, un hombre que no es de exagerar, describiría una canción que "fue ideada casi en forma completa en unas pocas horas sobrecogedoras" en Fez como "la más asombrosa experiencia en estudio que haya tenido." Lo que está diciendo algo. Esa canción es "Moment Of Surrender", de un ritmo complejo hermoso y de acumulada intensidad, que, como Bono apuntaría luego, ocupa el mismo lugar en "No Line On The Horizon" que "One" lo hizo en "Achtung Baby". Es decir, es una pieza central emocional de una grande, sobrecargada, creativamente riesgosa grabación. "Aparte de algunas ediciones y el agregado de una corta pieza de cello," dice Eno, "la canción aparece en el álbum exactamente como fue la primera y única vez que la tocamos".

        Más tarde, también, Larry Mullen, quien en el pasado ha sido menos que entusiasta por los más experimentales trabajos de U2, me diría que "el trabajo que hicimos en Fez fue la más jovial y liberadora parte de todo el proceso del álbum. Fue lo que siempre he imaginado estando en U2: solo tocando música para el disfrute sin un fin en vista. A veces fue caótico pero incluso en el caos fue creativo. Puedes perder de vista eso algunas veces con todas las otras cosas que surgen estando en U2."

        (Más tarde Bono diría de Marruecos: "Lo que me sorprendió fue que Larry estaba de acuerdo. Estuve esperando por esos ojos girando. Pero no lo hicieron. Quiero decir, la mayor parte del tiempo, es demasiado difícil para Larry salir del lado sur de Dublín.")

        En el segundo día que pasé en Fez, tomé una dramática señal de "todas las otras cosas que surgen estando en U2." En la tarde, Paul Allen, cofundador de Microsoft y el 41º hombre más rico en el mundo, visitó los ensayos. Y trajo a su banda con el; cuatro tipos de mediana edad en equipos náuticos y gorras de béisbol. Un par de ellos incluso acarreaban guitarras, y, por un momento, parece que se sentarían en el ensayo de U2. Entonces, luego de un improviso estallido de un rock de bar, se fueron, sonriendo como adolescentes.

        Aquella noche, Allen y sus amigos reaparecieron en la cena que Bono estaba dando en la galería del hotel para la Reina Rania de Jordania, quien, a la tarde siguiente, también aparecería en los ensayos de U2. "La elegante realeza jordana," como es referenciada en los tabloides, sentada en un sofá, viendo, bien, elegante y majestuosa, mientras Bono canta una de las canciones más tranquilas en la que el grupo haya estado trabajando. Es un camino largo del fondo de la cuenta en McGonagles y el último autobús a casa a la Avenida Ballymun, esto es todo que puedo decir.

        Ambos, la Reina Rania y Paul Allen son los protagonistas principales en el mundo de la prestigiosa filantropía global, la cual es una de las varias enrarecidas redes socio políticas en las que ahora Bono habita como parte de su otro trabajo: el más notorio activista mundial por la reducción de la deuda de África. Hubo momentos en Fez, no obstante, era difícil contar cuál era ahora su trabajo de día.

        Luego de la cena, charlé con Mullen con algunas cervezas frías. "Existe un peligro," dice, cuando le menciono cuán fuerte es ser testigo de los dos mundos de Bono colisionando en tal espectacular estilo, "esa gente empieza a percibir que U2 es una parte del show de Bono. Ahora, yo admiro y apoyo todo lo que él hace," continúa, "pero eso no es categóricamente el caso."

        Cuando la estancia de U2 en Fez finalizó algunas semanas después, Bono voló a la conferencia de TED [Technology Entertainment Design] en Tanzania, mientras el resto de la banda se dirigió de regreso a Dublín.

        U2 han estado juntos por 33 años, una eternidad en términos populares. Por los últimos 22 años, desde su quinto álbum, "The Joshua Tree", se lanzaron dentro del espacio del estrellato mundial del rock, ellos han sido la más grande banda de rock del mundo.

        En su tiempo al tope, la banda ha visto varias generaciones de contendientes a su trono venir e irse, incluyendo a Clash, los Smiths, Nirvana, los Stones Roses y Blur. Por un momento, pareció ser REM, entonces Radiohead pudo robar su trono, o incluso Oasis. Como si… quizá los Kings Of Leon o los Killers pueden todavía subirse al desafío, pero solo esperemos y veamos. Hasta acá, amados u odiados, U2 ha sido inexpugnable. Ninguna otra banda ha durado tanto tiempo, tampoco hicieron algo consistentemente bueno, a menudo desafiante, música de rock, tampoco llevaron a la escena shows épicos y tecnológicamente vanguardistas.

        Lo que es más intrigante – y, para sus detractores, indignante – sobre U2 es que ellos tuvieron éxito ignorando, ciertamente rompiendo, muchas de las reglas no escritas para el estrellato en el rock. Ellos no hicieron – con la excepción del pre-rehabilitado Adam Clayton – el típico "sexo y drogas" y, como sus críticos apuntan, nada hicieron realmente de rock and roll. No fueron rebeldes, tampoco fueron dominados por la angustia, tampoco aprovecharon la alienación o enojo adolescente. En lugar de eso, disfrutaron. Y un disfrute espiritual, además. Ellos hicieron entonces lo pasado de moda en Gran Bretaña, la capital mundial de la ironía, donde la sinceridad, especialmente la sinceridad teñida con espiritualidad, es vista, en el mejor de los casos, como lo que no esta de onda, en el peor de los casos un categórico bochorno.

        "Una de las razones de la longevidad de U2," dice Brian Eno, "es que ellos no están en la música por razones enteramente interesadas. No quiero hacer que ellos aparezcan como evangelistas, que, por supuesto, así ellos eran vistos por algunos sectores del medio musical de los principios de los ochentas, pero creo que ellos realmente piensan que sirven a grandes propósitos más que simplemente llenar sus cuentas bancarias."

        Inicialmente, tuve poco de tiempo para U2, sus canciones, sus cortes de cabello, su cristiandad. Mi epifanía ocurrió cuando fui enviado a Roma por NME en el verano de 1987 para entrevistar a Bono después del primer concierto de la parte europea del The Joshua Tree Tour. Sencillamente, fue una revelación: un grupo de rock cuya música tiene sentido en un estadio, cuyas canciones mantuvieron – e inspiraron – una especie de intimidad comunitaria en un público de 60000 personas. Y Bono hizo trabajar a ese público. Fue una parte estrella de rock, una parte miembro del negocio del espectáculo, una parte predicador. En América, donde lo genial no es una moneda corriente, los U2 fueron aceptados con los brazos abiertos. El resto, como se dice, es historia.

        Por "Achtung Baby", ellos "descubrieron que la ironía no era enemigo del alma." El ZooTV tuvo la extravagancia, y queda, el más tecnológicamente innovador show de rock de los tiempos recientes. Y cualquiera que aun piense que U2 no tiene sentido del humor obviamente se perdió el PopMart Tour, donde ellos emergían cada noche de un limón gigante vestidos como alguna versión postmoderna de los Village People.

        Esta es la versión de U2 que yo prefiero, la que desafía nuestros prejuicios de U2. No han estado en los alrededores por un tiempo, pero ahora que salen del armario nuevamente (más con) "No Line On The Horizon", el cual esta un mundo de lejos de dos sonidos tradicionales, buenos pero no grandiosos álbumes predecesores. Ellos parece para mí, a veces, ser lo último de algo: la última banda de rock que insiste en que la música de rock tiene un significado mayor al momento cuando lo formal parece estar perseguido por una carencia de resonancia cultural.