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Bono es el primer “Hombre del Año” para la Revista Glamour


De izquierda a derecha: Sue Lowe, Alicia Lowe, A’Driane Nieves, Jane Maynard, Bono, Diana Lamon, Mazelle Etessami, y Carrie Cohen [Foto: Sam Jones]

“Es uno de los defensores más abiertos y eficaces para las mujeres y niñas que conozco… Como activista, está usando esas habilidades para tener al mundo hablando acerca del hecho que el fin de la pobreza comienza con darle poder a las mujeres.” —Melinda Gates, filántropa y Mujer del Año de 2013

Cuando el humanitario e ícono del rock, Bono, supo que sería galardonado por Glamour como el primer Hombre del Año, llamó a su mujer desde hace 34 años, Ali Hewson, para darle la noticia. “Le pregunté si pensaba que me lo merecía. No estaba segura,” me cuenta Bono con una sonrisa. “¡Dijo tengo trabajo que hacer!”

El líder de U2 no tiene dudas. “Estoy seguro que no me lo merezco,” dice. “Pero estoy agradecido por este premio, así como la chance de decir que la batalla por la igualdad de género no puede ganarse a menos que los hombres la lideren junto a las mujeres. Somos en gran parte responsables del problema, así que tenemos que estar involucrados en las soluciones.”

Estoy del lado de Glamour: Creo que Bono es la elección perfecta para este honor porque, ahora con 56 años, ha estado tratando de hacer el bien tanto como ha estado haciendo música. La primera vez que me encontré con Bono, nacido como Paul David Hewson, fue en Sarajevo sobre el año nuevo de 1996, poco después de los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra civil de Bosnia ese noviembre. Fue la primera vez en cuatro años que las armas se silenciaron y la gente de esa hermosa ciudad podría celebrar llegándose a las salas de conciertos y cafés. Una noche fui a parar a un coche lleno de personas, en dirección a una fiesta, y estaba Bono. Nuestra amistad humanitaria de dos décadas había empezado.

Y mientras mi amigo había vendido 170 millones de discos y ganado 22 Grammys, lo que admiré más de él es su extraordinario talento para abordar los problemas que parecen intratables, obteniendo poderosas y medibles ganancias. No cualquier súper estrella (o, para el caso, estadista) puede traer una cancelación de deuda de unos 100 mil millones de dólares para 35 de los países más pobres del planeta, o persuadir al gobierno estadounidense para que aporte la mayor contribución de todos los tiempos para drogas salvavidas contra el SIDA en África, como lo hizo el expresidente George W. Bush en 2004.

Ahora Bono ha creado Poverty Is Sexist [La Pobreza Es Sexista], una nueva campaña específicamente destinada a ayudar a las mujeres más pobres del mundo, aquellas que sobreviven con menos de 2 dólares al día. “Las mujeres soportan la carga de la pobreza,” dice Bono, lo que significa que tienen menos oportunidades que los hombres de acceder a la comida, al agua limpia, a la educación, al cuidado de la salud; las leyes en muchas partes del mundo no las protegen de la violencia sexual ni les permiten poseer la tierra que trabajan. Al establecer lo de Poverty Is Sexist, Bono está dejando claro que los hombres poderosos pueden, y deberían, hacerse cargo de estas cuestiones profundamente arraigadas.

Las mujeres siempre han influido fuertemente en su trabajo. Solo un ejemplo: Durante su apasionado esfuerzo en los 90 para llevar las drogas antirretrovirales a los pobres rurales de África del Sur, Bono conoció a una mujer HIV-positiva de nombre Prudence que había venido a compartirle su historia en vez de asistir al funeral de su hermana. En su pueblo, ella explicó, no había las suficientes drogas antirretrovirales, Prudence había conseguido sus píldoras porque podía hacer campaña para ayudar desde afuera, mientras que su hermana, una madre que había permanecido en casa con su hijo, se quedó sin ellas y murió de SIDA. “Prudence me dijo, ‘Hazle saber al mundo que lo que enfrentamos es más importante que ir al funeral de mi hermana’,” recuerda. A pesar de estar asombrado por sus palabras, Bono dice que la entendió, porque en aquel momento en ciertas partes de África, “el HIV/SIDA era una sentencia de muerte. Imagina ir a un partido de futbol y pensar, que una tercera parte de la gente en este estadio va a morir. Esta era una guerra, y las mujeres estaban en el frente de batalla luchando esta guerra.”

Hoy 17 millones de personas en el África subsahariana reciben sus drogas salvavidas contra el SIDA, de las 300 mil del año 2000, gracias en gran parte al trabajo de Bono y ONE, la organización internacional de voluntariado que cofundó en 2004. Ahora espera que Poverty Is Sexist pueda tener un impacto similar. La campaña creó un informe detallado que documenta la conexión entre la pobreza y el género, y fue enviada este año, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a cada presidente y primer ministro del mundo. Incluido en los datos: el hecho que, en África, las mujeres jóvenes representan la mayoría, un 74%, de todos los casos nuevos de SIDA entre los adolescentes, que es el motivo por el cual uno de los primeros objetivos de la campaña fue obtener mayores contribuciones para el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis, y la Malaria. En agosto, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, se convirtió en el primer jefe de estado en avanzar, incrementando la contribución de Canadá al fondo global en un 20%. Otros miembros del fondo siguieron su ejemplo, incrementando las donaciones en un total de 13 mil millones de dólares, dinero que ayudará a salvar 8 millones de vidas y prevenir 300 millones de nuevas infecciones para 2019. Todos estos números son mujeres y bebés reales que están siendo salvados, y ese es el legado de Bono.

Le pregunto al primer Hombre del Año de Glamour por qué tan pocos hombres están dispuestos a congregarse alrededor de las causas de las mujeres. “Los hombres pueden ser un poco limitados,” dice. “Y me incluyo. Honestamente, las cosas que deberían ser obvias a veces no lo son.” Lo que es obvio para Bono (el padre de dos hijas y dos hijos, feministas y activistas todos): “Podemos hacer más de lo que pensamos que podemos. Los líderes son responsables ante todos nosotros. Si ellos no apoyan a las mujeres y niñas, no los reelijan. Para citar a Nelson Mandela, ‘Siempre parece imposibles, hasta que se hace’.”

Christiane Amanpour, Mujer del Año 2005, es la corresponsal internacional en jefe de CNN y conductora del programa de noticias internacionales de CNN, Amanpour.

Fuente: Glamour.com