En 1978, los Ramones, la banda pionera del punk-rock, actuó en Dublín por primera vez. Y los cuatro miembros de U2 estuvieron allí.
Bono cantó acerca de ese momento en “The Miracle (Of Joey Ramone)”, la primera canción del disco de 2014 de la banda, Songs Of Innocence, haciendo que suene como una experiencia religiosa: “Me desperté en el momento en el que se produjo el milagro / Escuché una canción que tenía sentido fuera de este mundo.”
“The Miracle (Of Joey Ramone)” también es la canción habitual de inicio del iNNOCENCE + eXPERIENCE Tour de la banda, que llegará al Madison Square Garden en la ciudad natal de los Ramones, Nueva York, para ocho noches comenzando el próximo sábado.
Fue el compromiso de Ramone a su material, a pesar de su simplicidad, lo que más impresionó a Bono. “Este fue realmente un momento importante en los últimos 25 años,” escribió en el 2001 en la revista Time para Ramone, que falleció de linfoma a la edad de 49 años, “porque de pronto la imaginación era el único obstáculo a superar. Cualquiera podía tocar esos cuatro acordes… Tienes que ser capaz de escucharlos más que capaz de tocarlos. De repente, la comprensión se volvió más importante que el alcance.”
O, como dijo Adam Clayton en su discurso de inducción cuando el grupo ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll en 2005, “No conocíamos al blues, al soul, al R&B, o al country, pero supimos que juntos teníamos la oportunidad de cambiar el mundo haciendo ruido. Eso era punk y me salvó.”
U2 no suele considerarse como una banda de punk. Pero ellos se juntaron en la era punk. Citan a íconos del punk como The Clash y Patti Smith, así como a The Ramones, como influencias primarias; en la actual gira, han estado insertando fragmentos de “God Save The Queen” de los Sex Pistols y “Do You Remember Rock & Roll Radio?” de los Ramones dentro de sus propias canciones.
Mirando a lo largo del curso de su carrera consistentemente no conformista, se podría argumentar que no son una banda de punk, pero son, de hecho, la banda punk definitiva.
La noción popular del punk, por supuesto, es que es abrasivo y nihilista (dos cualidades que no encajan en U2). Y es algo de esto, por supuesto. Pero el punk no solo es eso. Es acerca de mantenerte fiel a ti mismo, sin importar las consecuencias, y no dejar que nada, el juicio de los demás, tus propias inseguridades o limitaciones artísticas, te impida decir lo que está en tu mente.
Y U2, a lo largo de los últimos 35 años, ha hecho esas cosas tan bien como cualquiera.
Aunque otras bandas, más notablemente, quizá, Coldplay, han sido influenciados por su música, U2 realmente nunca ha sido parte de algún movimiento. Especialmente, cuando emergieron por primera vez internacionalmente, a principios de los 80, no había nadie como ellos, completamente serios, políticamente frontales, casi mesiánicos en su intensidad. Entonces, después de volverse enormes, se pusieron extraños y experimentales en los 90, agregando ritmos electrónicos y referencias de la cultura pop moderna a su música, y haciendo de sus giras espectáculos enormes y artísticos. (¿Recuerdan el limón gigante del PopMart Tour de 1997/98?)
Incluso ahora, ellos están probando suerte, y ocasionalmente sufriendo las consecuencias. Cuando Songs Of Innocence salió en septiembre, fue automáticamente agregado, sin cargo, a todas las librerías personales de iTunes de todo el mundo. Algunos sintieron que esa movida fue arrogante e invasiva. En una entrevista con la estación radial KROQ de Los Angeles, Bono lo defendió diciendo “lo que el punk rock hace es molestar a la gente y encabronarlos.”
Otra cosa que separa a U2 del resto es la unidad de la banda. Desde el Día Uno, siempre han sido Bono, Adam, The Edge y Larry, y los cuatro se han acreditado como co-compositores. Es algo sin precedentes en la historia del rock para una banda que ha estado dando vueltas por tanto tiempo y logrado tanto con absolutamente ningún cambio en la alineación.
Pero eso también se remonta al punk. “Éramos una banda antes de que pudiéramos tocar,” escribió Bono en la elegía de Time para Joey Ramone. “Formamos nuestra banda alrededor de una idea de amistad y de espíritu compartido. Esa era una idea descabellada antes de los Ramones.”
U2 es todos-para-uno, filosofía que los hace retroceder a una época en la que los músicos eran todos esenciales para el sonido de la banda, y más interesados en ayudar al éxito de sus bandas en vez de lanzar sus carreras solistas. (En la inducción de U2 al Salón de la Fama del Rock and Roll, Bruce Springsteen los denominó inteligentemente como “la última banda de la cual podría ser capaz de nombrar a todos sus miembros.”) Pero a pesar de que ellos son respetuosos de la historia del rock, en particular Rattle And Hum de 1988, con sus covers de los Beatles y Bob Dylan y su colaboración con B.B. King, ellos, sobre todo, siempre han mirado hacia delante en lugar de hacia atrás.
Y eso es una lección importante para bandas jóvenes de hoy, ninguna de ellas podrían tocar ocho noches en dos semanas en el Madison Square Garden. Puedes hacer algo de dinero imitando a otras bandas exitosas o acomodando tu sonido al Top 40 radial. Pero es casi imposible construir una carrera a largo plazo de esa manera.
No es totalmente culpa de esas bandas jóvenes, por supuesto. El rock no domina el mundo de la música popular de la manera en la que alguna vez lo hizo: Pop, country y hip-hop parecen ofrecer fáciles caminos al éxito comercial. (Es así como Taylor Swift, One Direction y Jason Aldean son quienes están haciendo la mayoría de los shows grandes de este verano norteamericano, aunque es cierto que algunos grupos de rock, incluyendo a AC/DC y los Foo Fighters, aun están llenando grandes recintos, también.)
Pero el primer paso, siempre, tiene que ser la creación de algo propio, un sonido, una sensibilidad, una actitud. Tener una larga lista de éxitos no viene mal, pero lo que es más responsable de garantizar que una gira de U2 será exitosa es la singularidad de la banda. Su tenaz, al estilo punk, a veces odiosa pero, muy a menudo, inspiradora singularidad.
Fuente: NorthJersey.com