"Estoy con muchas ganas de ir a Glastonbury," dice el bajista de U2, Adam Clayton. "Ha pasado mucho tiempo." De hecho un año, con la banda postergando su participación estelar del año pasado luego del problema de espalda de Bono. Ellos están actualmente en el tramo final de lo que ahora es la gira de mayor recaudación de todos los tiempos, se estima que habrán recaudado unos 700 millones de dólares cuando finalice en julio. Y a pesar de haber estado juntos por 35 años, U2 nunca ha tocado anteriormente en el festival. Edge, el guitarrista, hizo una rápida aparición como invitado de Muse el año pasado pero solo Adam Clayton puede presumir de alguna experiencia en la Granja Worthy. "Muchos años atrás Hothouse Flowers y Waterboys estaban dentro de las mejores actuaciones y fui a verlos y pasé un gran momento," comenta. "Me quedé en una tienda y recuerdo estar despertando en la mañana del sábado por el sonido de alguien que estaba abriendo el escenario principal."
MIS AÑOS DE ADOLESCENTE REBELDE
"Won't Get Fooled Again", The Who (1971)
Cuando tenía 13 o 14 años, la música se convirtió en algo que mantuvo mis sueños vivos en vez de ser algo que solo estaba de fondo. Mis padres eran ingleses pero se mudaron a Irlanda y me mandaron a un colegio privado a los 8, luego a un internado a los 13. Nunca me gustaron ese tipo de colegios: toda la autoridad parecía anticuada y no la que la educación debería tener. Así que mi vida escolar fue una letanía de delitos menores. Nunca estuve involucrado en acosos o robos, solo tenía problemas con cada regla que afectaba quien era. Me dejé crecer el pelo, usaba ropas hippies, algo que me destacara de la gente.
Frecuentemente era castigado. Uno de mis castigos favoritos de mi tutor era hacerme levantar temprano, a las 6:30am, y estar en su puerta hasta las 6:45, solo para probar que estaba levantado. Al menos el no le pegaba a los chicos con un bastón.
No estoy seguro si los Who inspiraron mi resistencia a la vida que estaban planeando para mí, o si las semillas de la rebelión estaban en mi ADN, y este disco tocó la fibra sensible. Probablemente fue lo último.
MI VERANO EN PAKISTÁN Y AFGANISTÁN
"Roots, Rock, Reggae", Bob Marley (1976)
El colegio, y mis padres, se rindieron luego de mis exámenes públicos. Así que no quise quedarme en casa ese verano porque el clima era horrible. El padre de un amigo era el embajador de Australia en Pakistán y Afganistán, y él me invitó a pasar unos días allí. Me dijo que podía conseguir "tabaco de jazz" y que había un gran número de chicas americanas que estaban muy aburridas. Que fue todo el estímulo que necesitaba.
Ese verano fue un período salvaje y de "mentes voladoras", dos meses de sexo, drogas y rock and roll que determinaron lo que haría en el futuro, tendría que ser creativo. Hubo mucho incienso, aceite de pachulí y fumatas de pipas con grandes grumos de cosas negras dentro de ellas, todas las cosas que se asocian con los 70s y la onda hippie. Me compré un sobretodo afgano, escuché a Bob Marley por primera vez y fui marcado por la libertad de su música.
APRENDIENDO A TOCAR EL BAJO
"Hanging Around", Stranglers (1977)
A la secundaria que fui en Dublín fue donde me encontré con Edge, Bono y Larry. Fui con la libertad de la que había sido privado incluyendo el largo de mi pelo y la ropa que usaba. El punk estaba empezando y me conecté con eso inmediatamente. Repentinamente hubo una línea entre la gente que escuchaba a Led Zeppelin y la gente que escuchaba punk y supe de qué lado estaba. Y para ponerlo en contexto, nuestra generación se enfrentaba a un futuro incierto. Estábamos con un racionamiento de petróleo y semanas de tres días. El punk fue un movimiento que podía cuestionar a la autoridad, aunque no parezca tan radical ahora.
Recuerdo escuchar el bajo en "Hanging Around" e inmediatamente saber que ese iba a ser el instrumento para mí. El punk significaba que no necesariamente debías saber cómo tocar bien, podías hacer lo que quisieras. Y en las manos de Jean-Jacques Burnel de los Stranglers, el bajo era un arma de destrucción masiva. Era su agresividad en la manera de tocar lo que me marcó.
No mucho después de eso, Larry puso un aviso en la cartelera del colegio, buscando por alguien interesado en formar una banda. Tomó algunos meses encontrar nuestra voz y en el principio no fue suficientemente rápido. Paul Weller estaba grabando a los 18 y nosotros queríamos eso también.
DESCUBRIENDO AMÉRICA
"What's Going On', Marvin Gaye (1971)
Por 1984 estábamos haciendo Unforgettable Fire con Brian Eno y Daniel Lanois, y nos estábamos alejando del sonido con base punk. Danny me enseñó mucha música rítmica americana que me la había perdido, soul y música bailable que no había sido conocida en Irlanda. Me hizo escuchar un montón de Motown, particularmente canciones en las que estaba el bajo de James Jamerson, que estaba en el sello discográfico de la banda de los Funk Brothers, y que tocaba en esa canción. Aprendí que el bajo podía ser seductor y sutil, y James Jamerson ha estado conmigo desde entonces. Y empezó un romance entre ciertos aspectos de la cultura americana, fue la música que tenía una conexión con los derechos civiles, aunque para mí la relación fue siempre más instintiva que intelectual, y llegó a través de ese tipo de músicos.
LA GRABACIÓN QUE ME AYUDÓ A RELAJARME
"Back to Life (However Do You Want Me)', Soul II Soul (1989)
Para el final de los 80s estábamos saliendo de los discos "Joshua Tree" y "Rattle And Hum", que fueron enormes para nosotros, estábamos en la tapa de la revista Time. Cuando te vuelves tan popular en tan corto período, puede ser duro saber dónde está el piso. Puedes quedar bastante desconectado. Así que como banda nos deslizamos sobre cualquier lugar. Y nos relajamos. Lo quisimos, porque estábamos hartos de ser los hombres estoicos en el desierto de esos discos.
Vivíamos en Los Angeles cuando estábamos haciendo "Rattle And Hum", y empezamos a escuchar mucho rap, especialmente NWA, que estaban en el mismo sello que nosotros. Y lo que estaba sucediendo en el Reino Unido era Stone Roses, Happy Mondays y un montón de cosas de clubs como Soul II Soul. Éramos concientes que los 90s estaban empezando, y sabíamos que esas eran las direcciones a las que queríamos ir. Un par de noches fui a Ministry of Sound en Londres, y a algunos lugares en París, no puedo recordar exactamente donde. No salía de noche, porque estaba siempre viajando con la banda, pero yo andaba con gente, que terminaban regresando a sus casas a horas muy tardes, descubriendo artistas como Leftfield. Y, por supuesto, el final de los 90s resultó ser un momento fantástico para U2.