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U2 se va a Holanda...


Ese ha sido el titular en casi todos los periódicos e informativos de medio mundo, los irlandeses trasladan su negocio a Holanda para evitar tener que pagar unos altos impuestos en Irlanda que el gobierno dublinés va a imponer en breve al respecto de los ingresos máximos de los artistas en la isla; con este movimiento empresarial completamente legal, U2 sigue los pasos de los Rolling Stones, entre otros, para evitar que de sus estudios salga dinero para el Gobierno del país que les vio nacer y crecer. Esta noticia ha sido tratada por los medios comparándola con las ambiciones filantrópicas del líder de la banda, Bono, e incluso este traslado ha sido criticado por Joan Burton, portavoz de Finanzas del Partido Laborista Irlandés, quien dice que “habiendo escuchado a Bono hablar sobre la necesidad de que el Gobierno irlandés destine más fondos a programas de ayuda exterior, me sorprende que U2 no esté dispuesto a contribuir al fisco de una forma justa, como la mayoría de los contribuyentes irlandeses”.

A nadie escapa que no son buenos momentos para que Bono saque su vena más solidaria, ya que la actualidad está inundada de todos los movimientos económicos de Paul Hewson. En estos días, saltaba la noticia de que una empresa de Bono, Elevation Partners, había entrado en el accionariado de Forbes (concretamente y según The New York Times en el 40% del mismo en una operación de 300 millones de dólares), seguramente la revista financiera más conocida del mundo con unos cinco millones de lectores y a la que muchos han bautizado como “la Biblia del capitalismo”. Esa empresa de Bono, que lleva el nombre de una de las recientes canciones de los irlandeses (señal inequívoca de lo cercana que está la misma a Bono), Elevation Partners, dice dedicarse a “ayudar a que las compañías de medios de comunicación y entretenimiento puedan desarrollarse y crear grandes contenidos”; entre los socios que acompañan a Bono en esta empresa se encuentran John Riccitiello (antiguo directivo de Electronic Arts) y Fred Anderson (que fue ejecutivo de Apple Computer), entre otros. Elevation Partners pretende sacar todo el jugo a la versión on-line de Forbes al afirmar que “vemos enormes oportunidades de crecimiento en la web”, al igual que pretenden afianzarse en los mercados más orientales, en donde dicen que hay “una comunidad empresarial creciente” y pretenden ser los primeros en llegar a ella con fuerza.

Con todo, el tirón de orejas a Bono y por ende al resto de la banda, U2, ha sido generalizado tanto por los medios como por los políticos irlandeses. Cierto es que este repentino carácter capitalista choca con las aspiraciones solidarias con el tercer mundo de Bono, pero tampoco es la primera vez que Bono hace negocios con los hombres poderosos del planeta. El Live8 fue una estupenda idea, que se desarrolló con un éxito tremendo, y que llevó el mensaje de Bono y Bob Gedolf a todo el mundo gracias a la música, pero hay quien les criticó por los multimillonarios beneficios obtenidos por sus promotores y patrocinadores, sobre todo para Time Warner, la empresa dueña de AOL, quien retransmitiera el evento a través de Internet, así como la instalación de zonas VIP en conciertos como el de Filadelfia; un tratamiento clasista que chocaba frontalmente con el espíritu del evento.

Bono también se ha rodeado de empresarios poderosos a través de su iniciativa RED, que pretende destinar un porcentaje de los beneficios de empresas como American Express, Motorola, Converse o Giorgio Armani a causas contra el SIDA en África. Un negocio con el que esas empresas se ahorran dinero en publicidad gracias a esa vertiente solidaria de sus productos pero que, a su vez, echa un cable a todos los afectados por esa enfermedad (cuya convención anual tiene lugar en estos días en Toronto bajo la tutela de Bill Gates y con la destacada participación de nombres tan influyentes en el mundo como el expresidente de los Estados Unidos de América, Bill Clinton).

Y ante todo este cúmulo de dudas acerca de la verdadera idiosincrasia de Bono y U2, tanto la banda como su líder mantienen la callada por respuesta ante un bache que nadie duda que les vaya a afectar permanentemente. Como se suele decir, tras la tempestad llega la calma. Quizá el bache no sea tan elevado: hace unos días, en ELPAIS.es preguntaban a sus visitantes sobre este traslado del grupo a Holanda; de las tres opciones la que se llevaba casi el 90% de las respuestas venía a decir que era algo que los Rolling Stones ya habían hecho y que no pasaba nada.

¿Es Bono un genio del marketing capitalista que guarda parte de su tiempo para echarle la monserga a los políticos sobre África o se trata de una persona preocupada por el futuro de los africanos, y los pobres en general, cuyos asesores financieros vienen a ser unos monstruos capitalistas? Una pregunta difícil de contestar si nos remitimos a las pruebas de todos estos años. Yo prefiero pensar que Bono es alguien que si se puede ahorrar un céntimo se lo ahorra, pero que mira por que los pobres puedan acceder a miles de millones de céntimos de quienes le dan la espalda permanentemente con los que algún día poder tener una empresa que trasladar para ahorrarse impuestos.
Fuente: U2Spain.es