U2 es ahora, oficialmente, la banda más popular en vivo de todos los tiempos. Su 360º Tour ha roto récords de ventas de tickets establecidos por los Rolling Stones, y aun les quedan otros tres y medio meses de gira por delante. Para el momento en que la gira mundial de tres años baje sus alas en Norteamérica a finales de julio, ellos habrán vendido más de siete millones de tickets y habrán recaudado más de 700 millones de dólares.
No espero que ellos puedan ingresar al banco mucho de ese dinero. Hablando, de manera extraoficial, con contadores de U2, expresan horror por los altos costos y los bajos beneficios de esta enorme empresa. El manager Paul McGuinness comentó que "la cifra bruta en dólares se ve enorme. Por su puesto, no puedo decirte cual es el neto, pero puedo decirte que la banda gasta enormes sumas en la producción para su público." Mantener el show de U2 en la ruta cuesta cerca de un millón de dólares al día, sea que estén tocando o no. Y, por supuesto, esto fue interrumpido por varios meses cuando Bono lesionó su espalda.
Siempre ha habido discordia entre la banda y la gerencia. Bono llega a las reuniones delirando con ideas de construir una nave espacial alienígena y convertir los estadios de manera tal de que ellos puedan tocar en conciertos rodeados por gente, los promotores, diseñadores y contadores hacen cola para decirle a la banda que no se puede hacer, y entonces ellos luego lo hacen de todos modos. U2 está montando no solo el más grandioso show del planeta, sino el más caro. Ha sido de esta manera desde que establecieron nuevos estándares para el rock en estadios a principios de los 90s con el asombroso show del ZooTV, el cual giró por dos años y dejó cerca de la banca rota a la banda. "Recuerdo a toda esa gira como un logro, a pesar que en realidad no hicieron nada de dinero," me admitió una vez McGuinness. Él y los promotores habían implorado a la banda que aumentaran el precio de los tickets, a lo que ellos se negaron. "Si hubiéramos subido un par de dólares hubiera sido no solo algo creativo sino también un gran éxito financiero. Supongo que fue una inversión a futuro, que es lo que siempre solíamos decir para hacernos sentir mejor sobre el dinero."
Pero la razón subyacente para la continua popularidad en vivo de U2 es que ellos hacen coincidir el espectáculo que te deja boquiabierto y una asombrosa alta tecnología con el corazón y la emoción de su música. Los Rolling Stones, que desde hace tiempo se anuncian a si mismos como la banda de rock más grande del mundo, (y que tienen cuatro giras en el top ten, a dos de U2) rara vez consiguen el balance correcto. La música de los Stones, que es bastante más adecuada para locales cerrados, en años ha cambiado de dirección en shows de estadios, todos riffs 'marca registrada' pero sin corazón, mientras que el espectáculo raya la estupidez circense. La actuación pop como la de Madonna puede ciertamente tenerse en cuenta, pero la música es casi en vivo, pregrabada y bandas de sonido secuenciadas para la extravagancia bailable. The Police y AC/DC aparecen en el top ten de giras con mayor recaudación de todos los tiempos, e, interesantemente, ellos van por otro camino, confiando en su poder musical, con el lado visual casi de última.
U2 tiene una ventaja en esto porque hacen música de gran gesto, se adaptan a la escala de estadios, actúan en vivo como una banda de rock que depende de los colores primarios de guitarra, bajo y batería, mientras que en Bono tienen a un líder con carisma, calidez, personalidad y casi un manejo alocado que llena un basto espacio y alcanza a todos. Él es ayudado en eso por su casi evangélico (sus detractores dirían mesiánico) deseo de afectar el cambio político en el mundo, movilizando al número más grande de personas que responden a sus causas caritativas. El activismo de Bono agrega un sentido de valor a todo el esfuerzo, dándole a los fans de U2 la sensación que ellos están participando en algo desinteresado, así el público se entrega no solo al atractivo de cantar una canción común, sino de invadir con un sentimiento reconfortable por estar ayudando a sus semejantes. El mensaje de U2 no es simplista como "el amor nos salvará a todos", porque mientras Bono está cantando sus canciones de redención, las pantallas están disparando intermitentemente mensajes declarando que 'Todo Lo Que Sabes Esta Equivocado'.
El show de U2 es un asunto complejo y de mucho movimiento, porque creativamente, U2 nunca ha parado, nunca quedó atascado en una trampa nostálgica, de modo que todo el esfuerzo se siente en vivo más que lo obvio, es vivir el momento. Incluso luego de unos increíbles (y sin paralelos) 35 años juntos con la misma formación, aun está la fuerte sensación que U2 realmente quiere estar ahí, ellos están ahí por algo más que el dinero, o incluso la gloria.
Hay, por supuesto, muchos que no estarán de acuerdo, y para quienes U2 representa el punto más bajo del rock, el triunfo de la tendencia de los hits exitosos por sobre las raíces fundamentales del rock. Algunos prefieren lo pequeño e intimista, y desconfiar de los efectos especiales. Lo que es bastante justo, pero U2 tiene una respuesta para eso también, y podrán verlos en Glastonbury este año, cuando toquen en un escenario sin su garra alienígena de 50 metros y de ciencia ficción y todos sus artilugios de alta tecnología, tratando de ganar al público del festival con lo más esencial que ellos hacen: tocar apasionada y brillante música de rock blanco y cantar canciones que despiertan el alma. En Glastonbury, U2 no tocará para conversos, y es ahí que vamos a ver de lo que realmente están hechos, y si realmente han ganado el derecho de reclamar el título de los Rolling Stones como propio: no solo la banda de rock de mayor recaudación de todos los tiempos, sino la mejor.